En el Parque Memorial Tierrasanta, ubicado en el anillo vial entre Girón y Floridablanca, la tumba del fallecido ingeniero Rodolfo Hernández, exalcalde de Bucaramanga y excandidato presidencial, se ha convertido en un punto de encuentro para creyentes y curiosos.
A cuatro meses de su fallecimiento, este lugar no solo ha atraído a quienes buscan rendir homenaje a su memoria, sino también a personas que aseguran haber recibido milagros tras realizar peticiones en su sepultura, según lo informó Caracol Radio.
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De acuerdo con Jorge Figueroa Clausen, Ex secretario de Desarrollo Social, en los micrófonos del medio mencionado, las historias de quienes visitan la tumba del ingeniero incluyen relatos de ayuda económica y soluciones a problemas personales.
Una de las anécdotas más destacadas es la de una mujer que, tras realizar una plegaria, logró ganar un sorteo que le permitió pagar las cuotas de su vivienda.
Este tipo de testimonios ha generado un fenómeno de peregrinación en el lugar, especialmente los domingos, cuando se celebran oficios religiosos en el cementerio. “La gente comienza a tejer una cantidad de anécdotas, de mitos y leyendas”, afirmó Clausen.
El impacto de Rodolfo Hernández en la región de Santander, tanto en el ámbito político como en el gremio constructor, parece haber influido en las peticiones que los visitantes realizan en su tumba.
Según consignó Caracol Radio, muchas de las solicitudes están relacionadas con temas de vivienda y prosperidad económica, áreas en las que el ingeniero dejó un importante legado.
El exsecretario de Desarrollo Social, Jorge Figueroa Clausen, destacó la relevancia de Hernández como figura local y nacional, comparando su tumba con otros lugares de peregrinación en Colombia, como la del empresario Emilio Garnica en Bucaramanga o la del fundador de Bavaria, Leo Kopp, en Bogotá.
Figueroa señaló que este tipo de fenómenos no son inusuales, ya que las tumbas de personajes destacados suelen convertirse en puntos de interés para quienes buscan guía o soluciones a sus problemas.
A pesar de la creciente afluencia de visitantes, la tumba de Rodolfo Hernández no ha estado exenta de polémicas. Según reportó Caracol Radio, recientemente se registró el robo del epitafio que adornaba su sepultura. La inscripción, que decía “No robar, no mentir, no traicionar”, fue sustraída, generando diversas especulaciones sobre las motivaciones detrás del acto.
El medio detalló que las cámaras de seguridad del Parque Memorial Tierrasanta lograron identificar a la persona responsable del robo. Sin embargo, se han tejido varias versiones sobre el incidente, incluyendo la posibilidad de que el propio Hernández hubiera preferido otra inscripción en su epitafio, basada en declaraciones que realizó en vida. Este hecho ha sido interpretado por algunos como una muestra de la personalidad polémica y apasionada que caracterizó al ingeniero.
La esposa de Hernández, Socorro Oliveros, fue quien descubrió la ausencia del epitafio durante una de sus visitas al lugar. La tumba del exalcalde se encuentra junto a la de Horacio Serpa Uribe, otra figura política destacada de Santander, lo que refuerza el simbolismo del sitio como un espacio de memoria para la región.
El fenómeno de la peregrinación a la tumba de Rodolfo Hernández ha sido comparado con otros casos internacionales. Para Figueroa Clausen, incluso, el hecho de los supuestos milagros se comparan a Francisco Franco, dictador de España: “No es un hecho inusual. Las tumbas de personajes como la de Vita en Argentina, la del mismo General Perón, el dictador Franco en España han sido siempre sitio de peregrinación”.
En el caso de Hernández, su tumba destaca por tener un pequeño monumento vertical, a diferencia de las tumbas tradicionales que suelen estar niveladas con el suelo. Este detalle arquitectónico, junto con su legado político y empresarial, ha contribuido a que el lugar se convierta en un punto de interés para los visitantes.