Bogotá y Cali fueron calificadas como las ciudades más inseguras del país en 2024, según reveló informe

En un país donde la seguridad sigue siendo un tema crítico, Manizales, Pereira y Sincelejo se destacan como ejemplos de gestión eficaz en la lucha contra la criminalidad, según un informe de la Red de Ciudades Cómo Vamos.

Estas ciudades lograron avances significativos en la reducción de delitos y en la percepción de seguridad entre sus habitantes. Sin embargo, el panorama no es uniforme: Bogotá y Cali encabezan la lista de las ciudades más inseguras, enfrentando altos índices de homicidios y robos.

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De acuerdo con un análisis de la Corporación Excelencia en la Justicia, Colombia registró un promedio de 1.882.934 actos delictivos en 2023, lo que refleja un panorama complejo en términos de seguridad.

Además, el país ocupa el puesto 146 en el índice de Global Peace, lo que lo posiciona entre las naciones más peligrosas a nivel mundial. A pesar de estas cifras alarmantes, algunas ciudades han implementado estrategias que han mejorado sus indicadores de seguridad, mientras que otras enfrentan retos significativos.

Manizales, conocida como “la ciudad de las puertas abiertas”, implementó un enfoque integral para abordar la criminalidad. Según el informe de la Red de Ciudades Cómo Vamos, la ciudad ha trabajado en áreas como seguridad digital, sanitaria, personal, ambiental y de infraestructura. Estas acciones han permitido que el 74% de los ciudadanos se sientan seguros en sus barrios, un aumento de 28 puntos porcentuales respecto al año anterior.

Entre las estrategias clave, de la capital del departamento de Caldas, se encuentran el combate al microtráfico, la mejora de la iluminación pública y programas de atención para jóvenes en situación de vulnerabilidad. Estas medidas posicionaron a Manizales como una de las ciudades más seguras del país, destacándose por su capacidad para generar confianza entre sus habitantes.

En el caso de Pereira, la ciudad logró una reducción significativa en los índices de criminalidad. Según cifras oficiales, los homicidios disminuyeron un 19% y los hurtos a personas un 43% en el último año. Estas mejoras se atribuyen a una inversión tecnológica que ha permitido la captura de más de mil delincuentes y la incautación de una tonelada de estupefacientes.

Además, Pereira combinó sus estrategias de seguridad con el impulso al turismo y la economía local, aprovechando su ubicación en el Paisaje Cultural Cafetero. Este enfoque integral ha contribuido a fortalecer la percepción de seguridad y a mejorar la calidad de vida de sus habitantes.

Sincelejo también mostró avances notables en materia de seguridad. Según el informe, los homicidios en la ciudad disminuyeron un 65% en 2024, con un descenso del 92% en mayo en comparación con el mismo mes del año anterior. Este logro se debe a la implementación de un bloque de búsqueda contra el crimen organizado y a la instalación de 700 cámaras de seguridad.

La colaboración entre la Alcaldía, la Fuerza Pública y la comunidad ha sido fundamental para estos resultados. Este trabajo conjunto ha permitido enfrentar de manera más efectiva los desafíos de seguridad, posicionando a Sincelejo como un ejemplo de gestión coordinada.

En contraste, Bogotá y Cali enfrentan serios problemas de criminalidad. Según datos de Medicina Legal, Bogotá registró 651 homicidios en los primeros siete meses de 2024, mientras que Cali reportó 537, a pesar de tener una población menor. Ambas ciudades también presentan altos índices de robos y extorsiones, lo que afecta tanto a ciudadanos como a empresas.

El Ministerio de Defensa informó que entre enero y agosto de 2024 se registraron 8.594 homicidios en todo el país, una leve reducción en comparación con años anteriores. Sin embargo, la violencia sigue impactando de manera alarmante a jóvenes entre 20 y 34 años, un grupo particularmente vulnerable en estas ciudades.

Aunque Medellín mostró mejoras en algunos indicadores, todavía enfrenta retos significativos. Según el ranking de Numbeo, la ciudad ocupa el puesto 157 de 199, con un índice de seguridad de 44.7%. Por su parte, Bogotá se encuentra en el puesto 187, con un índice de apenas 33.3, lo que evidencia la magnitud de los desafíos en comparación con otras ciudades de América Latina y el mundo.

A pesar de los esfuerzos realizados, estas cifras reflejan la necesidad de continuar trabajando en estrategias más efectivas para garantizar la seguridad de los habitantes y mejorar la percepción de las ciudades a nivel nacional e internacional.

El análisis de la Corporación Excelencia en la Justicia y otros informes relacionados subraya las marcadas diferencias en materia de seguridad entre las ciudades colombianas. Mientras que algunas han logrado avances significativos gracias a estrategias innovadoras y colaborativas, otras enfrentan problemas estructurales que requieren atención urgente.

En este contexto, la seguridad sigue siendo un tema prioritario para el país, con implicaciones directas en la calidad de vida de los ciudadanos y en la percepción internacional de Colombia.