Un sicario de origen colombiano fue detenido por las autoridades en Perú, tras ser acusado como el principal sospechoso de acabar a tiros con la vida de un hombre.
Según la investigación, el colombiano llegó a bordo de una moto y, tras ingresar a un establecimiento, luego de divisar a su objetivo, haló del gatillo en varias oportunidades y escapó del lugar.
Los hechos ocurrieron en Puno, una población ubicada en el sur de Perú, y cerca al lago Titicaca, en la frontera con Bolivía. Allí el delincuente colombiano entró hasta el local de expendio de bebidas alcohólicas, y de tres disparos acabó con la vida de un hombre identificado como Ismael Chara Alave, de 40 años.
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Los hechos ocurrieron la noche del lunes 13 de enero de 2025, y los detalles de las capturas se conocieron un día después, dejando a la vista los resultados que arrojaron las pesquisas que se iniciaron desde el momento en que el sicario colombiano, identificado como Johan Sebastián Cortes Vera, atentó contra la vida de Chara Alave.
Esto llevó a los agentes de la Policía Nacional del Perú (PNP) a iniciar con la recolección de material audiovisual y testimonios de los residentes de la zona donde se perpetró el sicariato, un establecimiento llamada ‘Cataleya’, ubicado por la avenida Costanera, a la altura de la avenida Floral, a pocos metro del Malecón Ecoturistico de la Bahía Titicaca.
Esta indagación permitió dar con videos de cámaras de seguridad donde quedaron captados los momentos previos y posteriores al homicidio. En esas mismas grabaciones quedó en pantalla cómo el sicario colombiano se trasladó en la motocicleta hasta el establecimiento de venta de trago, y su posterior huida.
Las averiguaciones tuvieron sus frutos, y gracias a que se pudo establecer toda la ruta de escape del ciudadano colombiano, los agentes de la PNP lograron dar con alias Colocho y las otras cuatro personas identificadas como Jesús Alexander Gerder Figueroa, Juan Carlos Figueroa, Germán Gregorio Mejias Manrique y Yosly Mayumi Torres Ancco. Todos se hallaban dentro de una barbería ubicada en el centro de la ciudad, barbería del centro de Puno, ubicada en una zona conocida como la segunda cuadra del jirón Libertad.
Asimismo, y durante la rueda de prensa que brindaron las autoridades peruanas, el director de la PNP, general Francisco Ninalaya, precisó que la investigación preliminar apuntó como el principal sospechoso del crimen al detenido de nacionalidad colombiana.
De igual forma, el general Ninalaya confirmó que durante la diligencia de captura y allanamiento que se llevó a cabo dentro de la barbería, se halló un arma de fuego, así como el casco que portaba el sicario colombiano y la motocicleta en la que llegó hasta ‘Cataleya’ para asesinar a Chara Alave.
Asimismo, las diligencias en la población sureña de Perú siguen su curso con el fin de establecer los móviles del crimen, y hasta el momento se ha confirmado de manera preliminar que este homicidio se habría tratado de un ajuste de cuentas.
Para poder determinar si, en efecto, esta hipótesis resulta ser cierta, los peritos judiciales siguen recolectando material probatorio que pueda ser usado en contra de las cinco personas que dejó detenidas la operación de reacción policial, ante un nuevo hecho en Perú, donde un colombiano ha vuelto a ser protagonista.
Otro sicario colombiano fue protagonista en Chile por un intento de parricidio
Este caso se suma al de un sicario colombiano detenido en Chile, y que quedó en medio de un proceso judicial por el que tres hermanos fueron arrestados, luego de ser acusados de contratar los servicios del delincuente a sueldo, para matar a su padre.
El caso se conoció a finales de agosto de 2024, y entre los detalles que se revelaron durante las audiencias que se han efectuado hasta el momento, se explicó que los hermanos y el sicario habían acordado un pago de USD 3.200 para asesinar a su progenitor en Concepción.
Al final los tres hermanos fueron judicializados la tarde del jueves 22 de agosto de 2024 por el delito de parricidio frustrado, tras la decisión que tomó el Juzgado de Garantía de Concepción.
En tanto que el colombiano fue imputado por el delito de homicidio calificado en grado de frustrado. Tras la decisión judicial se confirmó que el tribunal dio un plazo de seis meses para presentar avances en la investigación y así poder emitir la condena definitiva.