Más allá del cañón del Chicamocha, con sus centros de diversión y aventura, así como de Bucaramanga, conocida como la ciudad de los parques, y de las emblemáticas casas de Barichara, el departamento de Santander ofrece atractivos naturales en zonas menos exploradas que pueden cautivar a cualquier visitante.
Pero por menos populares no significa que no sean menos interesantes. Tienen tanta historia atesorada como riqueza natural, y belleza de carácter turístico que está siendo cada vez más famosa.
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Así sucede con San José de Suaita, un corregimiento del sur de Santander en el que hay un caserío que en años de antaño fue una promesa industrial, y que a pocos kilómetros cuenta con una de las cascadas de Colombia: la cascada de Los Caballeros.
Esta impresionante caída de agua se distingue por su altura superior a los 100 metros y sus múltiples niveles rocosos que forman un encantador “telar de agua”.
La cascada, de hecho, no solo es un espectáculo visual, sino también un lugar perfecto para disfrutar de un refrescante baño en su piscina natural, formada por el agua fría que desciende con fuerza por las escalonadas paredes rocosas. Este fenómeno natural crea un chorro contundente que deja a los visitantes sin palabras.
El acceso a la cascada es una experiencia en sí misma, ya que requiere recorrer senderos rodeados de exuberante naturaleza. Sin embargo, es importante tener precaución al caminar, porque algunos tramos pueden ser resbalosos debido a la humedad.
Así se puede llegar a la caída de agua natural
En caso de que vaya al punto en servicios de transporte intermunicipal, desde Bucaramanga, puede tomar un bus con destino al municipio de Vado Real por un costo aproximado de $40.000, de acuerdo con un reporte de Las2Orillas.
Luego, desde el terminal de transportes, tome una buseta hacia Suaita, cuyo pasaje ronda los $8.000. Finalmente, en Suaita, encontrará camionetas que parten cada hora hacia San José de Suaita, con un costo aproximado de $3.000.
La otra opción es ir en carro. Si va desde Bogotá, puede ir por la ruta Bogotá-Bucaramanga, pero una vez llegue a Vado Real, que está a 36 kilómetros del municipio de Barbosa.
Pero es necesario tener cuidado, ya que en Vado Real es necesario tomar un desvío que puede pasar desapercibido, aunque ahora hay un letrero visible que anuncia la ruta al municipio de Suaita.
Este desvío está en la entrada del municipio, y para ello debe retornar del curso normal del viaje. Desde luego, aplicativos como Waze, Google Maps, u otros, le indicarán como realizar el movimiento.
Qué hacer en San José de Suaita
Este corregimiento tiene un caserío con el mismo nombre que, aunque pequeño, es estilísticamente bello, ya que conserva la arquitectura original en la mayoría de sus casas.
De hecho, allí se pueden explorar otros atractivos, como el Museo del Algodón y Fábricas, un sitio lleno de historia que alberga las primeras máquinas textiles que llegaron al país, antiguas calculadoras, libros, fotografías y otros objetos que narran el pasado de este lugar emblemático.
Incluso la estructura de la Fábrica de Tejidos e Hilados de San José de Suaita sigue en pie, aunque una parte permanece ocupada como parte de un centro asistencial. No obstante, allí los lugareños le hablarán de historias paranormales y acontecimientos que presuntamente han sucedido con locales y turistas.
Parte de la construcción permanece desolada, luego de un intento de industrialización de la región, a comienzos del siglo XX, ya que San José de Suaita era conocido como un pueblo aislado.
De acuerdo con un estudio publicado en la Biblioteca del Banco de La República, los gestores de esta iniciativa fueron los hermanos Caballero, unos emprendedores hacendados que eran propietarios de más de 5.000 hectáreas en esa región. Estos hermanos eran cuatro: Lucas, Julio, Alfredo y Carlos Alberto, a quienes también le dedicaron el nombre de la famosa cascada.