Siguen conociéndose detalles y versiones encontradas sobre la muerte de un hombre en la sala de espera del Hospital de Kennedy, en la madrugada del jueves, 9 de enero, en Bogotá, tras presentarse en el centro médico con vómitos y un fuerte dolor abdominal.
En entrevista con Caracol Radio, su hija, Daire Negrete, quien lo acompañaba según se observa en el video que ayudó a viralizar el caso, insistió en que no se ha contado la verdad sobre la atención que recibió en el servicio de urgencias.
“Hubo demasiada negligencia desde el comienzo. Llamamos a la ambulancia, pero nunca llegó; llegamos al hospital de Kennedy, pedimos ayuda y la señora del triage nos dijo que teníamos que esperar. Me acerqué tres veces a pedirle nuevamente ayuda porque mi papá estaba muy mal. Él le decía que le dolía mucho el estómago, no podía respirar y le dolía la cabeza, y su respuesta fue: ‘¿Qué tiene que ver la cabeza con un dolor de estómago?’”.
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Desde entonces, “pasaron varios minutos mientras él permanecía en la sala. El video no está completo, pero antes de que empezaran a grabar, mi papá llevaba cinco o seis minutos en paro. No hubo una camilla, no hubo ayuda, no hubo atención. Lo dejaron morir en esa silla, a pesar de que pedía ayuda y se retorcía de dolor”.
De acuerdo con Daire, de no ser por los demás pacientes, a su padre ni siquiera le habrían aplicado el procedimiento de reanimación. Y es que, una vez empezaron a gritar, los que llegaron para trasladarlo al área de intervención fueron los celadores del hospital, pero en ningún momento se cruzó con el personal salud.
“No puedo dar tiempos exactos, pero esos 48 minutos que ellos duraron «reanimando a mi papá» son mentira. Miren las horas, no concuerdan. La historia clínica no me la han entregado, son varios detalles. Luego de que pasara lo de mi papá, le pedí a la mujer que estaba en el triage que se identificara, como funcionaria estaba obligada a hacerlo, pero no lo hizo. Me dijo que si mi papá se había muerto era porque se tenía que morir”, lamentó.
De ahí que insista en que “un matadero de marranos se le quedó en pañales a ese hospital. Ni una camilla, ni un doctor. Tuvo que ser la gente de sala de espera la que me ayudara, si ellos no comienzan a gritar y a hacer bulla, no me hubieran ayudado (...) tuvieron más respeto por la vida los pacientes que estaban en urgencias con nosotros”.
Los resultados del examen con el que podrían determinar si su padre murió por negligencia del personal del hospital de Kennedy no se entregaran hasta finales de marzo o inicios de abril. Sin embargo, ella insiste en que se investigue el caso porque:
“Se están echando la pelota de uno a otro, pero no debería ser así ¿dónde está su ética profesional? ¿Por qué dejar morir a las personas cuando se les podría ayudar? (...) es duro ver como mi papá se quedó en esa sala de espera, porque el personal salud no parece tener amor por su trabajo. Yo ya enterré a mi padre, eso no me lo va a devolver, pero espero que cojan un poco de conciencia y no dejen morir a las personas en una sala de espera como si fueran animales”.
¿Qué dicen desde la Secretaría de Salud y la Subred Integrada de Servicios de Salud Sur Occidente E.S.E.?
A primera hora del miércoles, la Secretaría de Salud y la Subred sur occidente volvieron a pronunciarse a través de un segundo comunicado sobre lo ocurrido y detallaron que “en el informe que elaboró la empresa de vigilancia, a partir de los registros de las cámaras de seguridad, se constató que el paciente y su acompañante ingresaron a las instalaciones del Hospital, el 8 de enero de 2025 a las 11:48 p.m., por el acceso vehicular del servicio de urgencias, lo cual también quedó registrado en la minuta de seguridad. No existen registros de ingreso del paciente anteriores a esta fecha y hora”.
De acuerdo con las autoridades en materia de salud, no habrían pasado ni cinco minutos hasta que fue remitido a la zona del triage: “Siendo las 11:49 p.m., el paciente y su acompañante pasan al consultorio de triage, en donde el paciente es clasificado como triage II que, de acuerdo con lo establecido en la Resolución 5596 de 2015, artículo 5.2, «requiere una atención que no debe superar los treinta (30) minutos»”.
Sin embargo, admitieron haber cometido un error al informar que estuvo reanimándose al padre de Daire durante 48 minutos, a pesar de que “durante su permanencia en sala se observa que ellos se levantan de la silla en varias ocasiones”:
“Verificada la historia clínica del paciente y contrastada con los datos que registran los videos de las cámaras de seguridad, se evidenció que las maniobras de reanimación tuvieron una duración de 20 minutos y se declara el fallecimiento a las 12:48 a.m. del 9 de enero de 2025; por lo que se reconoce que hubo un error en el comunicado de prensa emitido el pasado 11 de enero de 2025 en el cual se refirió que el tiempo de reanimación había sido de 48 minutos”.
Lo que habría pasado es que “a los 23 minutos de haber salido del consultorio de triage, y ante el llamado de auxilio de varias personas que permanecían en la sala de espera, el personal de salud se acercó al paciente para brindarle socorro y buscar una camilla. Sin embargo, debido a la urgencia del traslado al área de reanimación, se decidió hacerlo con el apoyo del personal de seguridad. En el trayecto, se encontraron con la colaboradora que llevaba la camilla, lo subieron a esta y continuaron con el desplazamiento hacia el área de reanimación”.