La moneda europea amaneció con ganancias frente al peso colombiano en la jornada de este martes 15 y el tipo de se acerca a la marca de los 4.500 pesos por euro. Este movimiento coincide con la desvalorización de la divisa local.
El euro se cotiza al comienzo de sesión a 4.411,95 pesos colombianos en promedio, de modo que implicó un cambio del 0,72% comparado con los 4.380,30 pesos de la sesión previa.
En la última semana, el euro acumula una bajada del 0,13% aunque, por el contrario, desde hace un año todavía mantiene un incremento del 4,05%.
Comparando este dato con el de jornadas pasadas, pone punto final a dos sesiones de racha plana. La cifra de la volatilidad es de 13,28%, que es una cifra ligeramente inferior al dato de volatilidad anual (13,78%), de manera que en esta última fase está tendiendo menos cambios de lo normal.
La volatilidad económica del euro en la última semana se ubicó en 13.77 por ciento a favor de la divisa de la unión europea y se espera que el comportamiento de la moneda sea más estable a comparación del año pasado.
En los últimos días el euro ha mostrado un comportamiento bajista con varias fluctuaciones que indican un ligero aumento en medio de la caída general de su valor.
Desafíos clave en economía para Colombia este 2025
Las perspectivas económicas para Colombia en 2025 son relativamente optimistas, aunque existen riesgos, según la empresa Corficolombia. Se espera que la economía colombiana crezca un 2.6% en 2025, impulsada por la expansión del consumo privado y la inversión.
Sin embargo, esta proyección está sujeta a una incertidumbre mayor, en comparación a años pasados debido a la persistencia de desafíos fiscales, los riesgos asociados a la actividad del sector energético, el aumento de conflictos sociales y el incremento de la inseguridad.
En el contexto externo estiman dificultades a causa del fortalecimiento del dólar y presiones inflacionarias adicionales en Estados Unidos tras la victoria de Donald Trump, lo que apunta a tasas de interés altas por más tiempo. Estos altos costos de financiamiento podrían impactar sectores como el manufacturero, mientras que el panorama fiscal sigue siendo uno de los retos más importantes a nivel global, según la perspectiva.
A nivel local, la inflación, que ha experimentado un descenso significativo en 2024, podría enfrentar nuevos desafíos en la segunda mitad de 2025. La depreciación del tipo de cambio y la alta indexación de los servicios podrían presionar nuevamente los precios al alza, acercando la inflación al 4% hacia finales del año.
El sistema financiero, por su parte, ha mostrado resiliencia a pesar de los incrementos en la morosidad y caídas en la rentabilidad y se anticipa una recuperación gradual con la reducción de las tasas de interés y el repunte de la inversión.