En medio de los desafíos fiscales que enfrenta el Gobierno nacional, una propuesta para reprogramar algunos de los pagos destinados a la primera línea del metro de Bogotá ha generado atención.
Esta medida busca aliviar la presión sobre las finanzas públicas sin comprometer el avance de esta obra de infraestructura clave para la capital colombiana.
Aunque la propuesta no ha sido retomada oficialmente en la agenda gubernamental, su análisis refleja los esfuerzos del Gobierno del presidente Gustavo Petro por manejar la limitada liquidez del Tesoro nacional.
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La idea de posponer ciertos desembolsos relacionados con el metro fue planteada inicialmente en 2024 por el entonces ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, durante reuniones con la Alcaldía de Bogotá.
En dichas conversaciones, se exploraron alternativas para ajustar los pagos sin afectar la continuidad del proyecto, que ya registra un avance del 46,24 % y cuya entrega está prevista para 2028.
Aunque no se tomaron decisiones definitivas, el tema quedó en manos del Ministerio de Hacienda, que continúa evaluando opciones para equilibrar los compromisos financieros del gobierno con la estabilidad fiscal.
La propuesta del Gobierno se centra en las vigencias futuras, un mecanismo que permite comprometer recursos de presupuestos futuros para financiar proyectos de largo plazo.
Según Portafolio, los pagos correspondientes a estas vigencias no están en riesgo, ya que están asegurados en el Presupuesto General de la Nación para 2025. Sin embargo, el Ministerio de Hacienda está revisando cuáles de estos compromisos podrían ser aplazados sin comprometer la ejecución de las obras.
El presupuesto asignado al metro para 2025 incluye $1,1 billones de pesos colombianos, según el decreto de liquidación del presupuesto nacional. Este monto forma parte de un convenio de cofinanciación firmado en 2017, que establece que la Nación aportará $15,1 billones, mientras que el Distrito asumirá $6,08 billones.
A pesar de los ajustes propuestos, las autoridades han reiterado que los recursos ya comprometidos, como los relacionados con concesionarios, están garantizados y no se verán afectados.
Reuniones clave entre el Gobierno nacional y el Distrito
Desde finales de 2024, el Gobierno y la Alcaldía de Bogotá han sostenido al menos seis reuniones para abordar temas relacionados con la financiación del metro y otros asuntos prioritarios para la ciudad. Entre estos temas se encuentran la crisis del Hospital San Juan de Dios, la atención a emergencias invernales y la mejora del sistema de transporte público Transmilenio. En este contexto, la posibilidad de reprogramar los pagos del Metro fue discutida como una alternativa para aliviar la presión fiscal.
Sin embargo, el presidente Gustavo Petro parece haber priorizado otros temas en su agenda, dejando en pausa cualquier decisión sobre la reasignación de recursos para el metro. A pesar de esta incertidumbre, tanto el Gobierno nacional como la Alcaldía han reafirmado su compromiso con la continuidad del proyecto, destacando su importancia para el desarrollo de Bogotá.
El proyecto de la primera línea del metro de Bogotá ha mostrado un progreso significativo en el último año, pasando de un avance del 28,98% al cierre de 2023 a un 46,24% al finalizar 2024. Según las proyecciones oficiales, se espera que para 2025 el avance supere el 65%. Este ritmo de ejecución refleja el esfuerzo conjunto de las autoridades nacionales y distritales por cumplir con los plazos establecidos, a pesar de los desafíos financieros.
El costo total del proyecto se mantiene en $22,3 billones, cifra que no ha cambiado desde 2017. Este monto incluye la construcción de la línea y otros componentes esenciales para su operación. Además, el proyecto forma parte del Plan Operativo Anual de Inversiones, que prioriza obras de infraestructura clave para el país, como el Regiotram de Occidente y la extensión de la troncal Norte Quito Sur del sistema Transmilenio en Soacha.
Lecciones del pasado y perspectivas futuras
La posibilidad de reprogramar pagos del Metro ha generado preocupación en algunos sectores, recordando episodios como los problemas presupuestales de 2024, cuando $776.000 millones destinados a la obra estuvieron en riesgo debido a partidas globales mal asignadas. En ese momento, las denuncias llevaron al Ministerio de Hacienda a corregir la situación, garantizando los recursos necesarios para el proyecto.
A pesar de estos antecedentes, las autoridades han insistido en que cualquier ajuste financiero será diseñado para mantener el equilibrio entre los compromisos del metro y la estabilidad fiscal del país. El Gobierno busca evitar que las restricciones presupuestales afecten el desarrollo de esta obra estratégica, que promete transformar la movilidad en Bogotá y mejorar la calidad de vida de sus habitantes.