El Instituto Penitenciario y Carcelario (Inpec) abrió una investigación disciplinaria contra al menos tres guardianes de la cárcel La Picota, en Bogotá, tras la muerte de Francisco Luis Correa Galeano, testigo clave en el caso del asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci. Correa Galeano fue asesinado el 2 de enero durante una riña al interior del penal.
Esta investigación surgió como resultado de una evaluación sobre posibles fallos en los protocolos de seguridad dentro de La Picota. “Se habla aproximadamente de tres a cinco funcionarios investigados que se encontraron en turno para establecer qué fallas hubo frente a la prestación del servicio, pero somos respetuosos del debido proceso y estamos esperando que la fiscalía sea muy rápida para también nosotros, en términos legales, poder sacar resultados frente a los hechos, si hubo omisión de parte de los funcionarios del Inpec”, explicó el director del Inpec, coronel Daniel Fernando Gutiérrez Rojas.
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Incuso, no se descartó tomar medidas contra el director de la cárcel: “Con respecto al director que estaba encargado estamos revisando, pero no queremos tampoco tomar alguna decisión que se salga de la investigación. Cuando sea el momento diremos públicamente qué decisiones [tomaremos] si hubo alteración al orden interno, al reglamento y demás”, añadió el funcionario.
Correa Galeano, trasladado recientemente a La Picota, había firmado un preacuerdo con la Fiscalía para aportar información sobre el asesinato del fiscal Pecci, ocurrido en mayo de 2022, mientras este disfrutaba de su luna de miel en la isla de Barú, cerca de Cartagena. Según las autoridades, Correa había sido el “cerebro” detrás del crimen, coordinando la operación ejecutada por sicarios.
Detalles del crimen de Francisco Luis Correa y su conexión con el caso del fiscal Pecci
El asesinato de Francisco Luis Correa Galeano dejó en evidencia graves fallos en los protocolos de seguridad de la cárcel La Picota en Bogotá. Según informó la Fiscalía General de la Nación, el crimen se registró durante una celebración de fin de año en uno de los pabellones del penal. Las autoridades aseguran que Correa Galeano fue atacado en el interior de una celda mientras compartía con otros internos, incluido su agresor, identificado como Samuel Zuleta Márquez.
El ataque, calificado por la Fiscalía como un acto de intolerancia, ocurrió en un contexto de aparente convivencia. Zuleta Márquez utilizó un arma cortopunzante para herir a Correa en el tórax, provocándole la muerte. Durante la audiencia de imputación, Zuleta aceptó los cargos por homicidio agravado, lo que agiliza el proceso judicial en su contra.
Correa Galeano era considerado una pieza fundamental en la investigación del asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci. Según las autoridades, Correa había desempeñado un rol central en la coordinación de los sicarios que llevaron a cabo el ataque contra Pecci, reconocido en Paraguay por su lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado.
En el preacuerdo que logró con la Fiscalía General de la Nación, Correa Galeano había aceptado colaborar con información clave sobre el caso, lo que podría significar un avance crucial en las investigaciones. Por ello, su defensa había solicitado medidas de seguridad adicionales, argumentando que su vida estaba en riesgo; sin embargo, el fatal desenlace reveló posibles negligencias en la protección del interno.
El asesinato del fiscal Marcelo Pecci ha sido un golpe para los esfuerzos internacionales contra el crimen organizado. Aunque se han logrado avances importantes en el caso, como la judicialización de cuatro personas implicadas, aún no se ha identificado al autor intelectual del homicidio. Este punto mantiene abierta una de las líneas de investigación más importantes del caso, que trasciende fronteras y sigue siendo objeto de seguimiento por parte de las autoridades colombianas y paraguayas.