El 12 de enero de 2025, un entrenador de fútbol de categoría juvenil y cuatro de sus alumnos fueron víctimas de intimidación con arma blanca por parte de Moisés Correa Restrepo en Medellín, en el sector de La Floresta.
De acuerdo con información suministrada por medios de comunicación, los hechos se habría originado en el momento en el que al agresor no le cayó en gracia que dos de los jóvenes involucrados vistieran camisetas de futbol alusivas a un equipo del departamento de Antioquia, momento en que empezó a lanzarles insultos. Allí, el entrenador, se metió y le pidió de manera amable que por favor dejara de insultarlo. Pero en ese momento fue cuando se presentó el intento de agresión física.
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Cuando la situación se tornó más tensa, varios ciudadanos intervinieron. Un uniformado de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá que se encontraba en la zona presenció los hechos y capturó a Restrepo en flagrancia, lo que permitió que un juez de control de garantías ordenara su reclusión en prisión intramural. Esta información fue confirmada por la Fiscalía General de la Nación.
Restrepo fue acusado de los delitos de intimidación o amenaza con armas, elementos o dispositivos menos letales. Uno de los hombres agredidos por este individuo fue identificado como Omar Camilo Uribe Velásquez, quien, según información verificada con los organizadores del Festival de Festivales, es el director técnico del equipo Quinta Oriental de Cúcuta, un conjunto masculino que participa en el torneo Baby Fútbol.
Las autoridades confirmaron posteriormente que ninguno de los menores involucrados, cuya identidad no ha sido revelada, resultó herido y podrán continuar con sus actividades deportivas con normalidad.
Familia fue secuestrada dentro de su vivienda en Kennedy
Un secuestro en el barrio Hipotecho, ubicado en la localidad de Kennedy, en Bogotá, terminó con la intervención de la Policía Metropolitana, aunque los presuntos responsables fueron liberados horas después.
Según informó City TV, cinco hombres armados irrumpieron en la vivienda de una familia, donde retuvieron a cuatro personas, incluidos dos menores de edad, y exigieron una suma de $800 millones para no hacerles daño.
El incidente ocurrió el pasado 13 de enero, alrededor de las 9:30 a. m., cuando uno de los miembros de la familia salía de su casa para llevar a un niño al instituto. Según relató una de las víctimas al programa Arriba Bogotá, tres hombres lo abordaron en la entrada de su vivienda y lo obligaron a regresar al interior. Posteriormente, los delincuentes confinaron a la familia en el segundo piso de la casa, donde los amenazaron con armas de fuego mientras exigían el dinero o, en su defecto, los vehículos que se encontraban estacionados en el garaje.
Los secuestradores se identificaron como miembros de una banda criminal que, según afirmaron, había sido enviada desde una oficina en la ciudad de Cali. Durante el tiempo que duró el secuestro, entre cinco y siete personas se distribuyeron tanto dentro de la vivienda como en las inmediaciones para vigilar posibles movimientos de las autoridades.
En un momento de tensión, uno de los integrantes de la familia intentó negociar con los delincuentes y accedió a bajar al garaje para entregarles uno de los vehículos. Fue entonces cuando la Policía Metropolitana de Bogotá llegó al lugar, alertada por vecinos que habían notado movimientos sospechosos en la vivienda.
A pesar de la rápida acción policial, la familia recibió horas después una noticia que generó indignación y temor: los detenidos fueron liberados. Las autoridades argumentaron que no se trataba de una detención en flagrancia, lo que impidió que los sospechosos fueran retenidos de manera prolongada. Este hecho ha dejado a las víctimas en una situación de vulnerabilidad, ya que temen posibles represalias por parte de los delincuentes.