Durante un operativo de allanamiento en una vivienda en Villa del Rosario, Cúcuta, cerca de la frontera con San Antonio del Táchira (Venezuela), el Gaula de la Policía abatió a Elis Wilmer Hernández López, presunto líder de la banda criminal La Línea.
Hernández, de nacionalidad venezolana, era conocido con los alias de Peter, Fantasma y Pupilo. Según las autoridades, estaba vinculado a nueve homicidios, uno de ellos con orden de captura vigente.
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Así como explicó el brigadier General William Quintero, comandante de la Policía metropolitana de Cúcuta, que alias “Peter estaba señalado por delitos como homicidio, tortura y porte ilegal de armas de fuego. En el operativo donde se buscaba su captura, esta persona atacó a los uniformados, quienes respondieron al ataque y lo abatieron”.
En el procedimiento, se incautaron dos pistolas calibre 9 mm (Pietro Beretta y Glock), una granada de fragmentación, una motocicleta y un cuchillo tipo comando.
El oficial agregó que “este sujeto venía relacionado a una cantidad de homicidios en el Área Metropolitana y se dedicaba a generar el terror en el comercio, con actividades muy violentas, donde le quitaba la vida a las personas cuando estas no cumplían con las exigencias económicas que él les hacía”.
La cabecilla del grupo criminal delinquía “desde su vivienda, ubicada en el municipio de Villa del Rosario, coordinaba todas las acciones delictivas. Este sujeto mantenía intimidados a los comerciantes, a los productores de carbón y a la comunidad, mediante el pago de extorsiones cobradas vía telefónica, donde obligaba a sus víctimas a realizar consignaciones en cuentas bancarias”, según relató el Brigadier General Mario Contreras, comandante de la Trigésima Brigada del Ejército Nacional.
Más sobre la cabecilla de <i>La Línea</i>
Hernández López, de nacionalidad venezolana, ya había sido detenido en 2019 por cargos de extorsión. En ese momento, las autoridades lo imputaron por los delitos de secuestro extorsivo y porte ilegal de armas. Sin embargo, recuperó su libertad seis meses después debido al vencimiento de términos en el proceso judicial.
Según los registros oficiales, el hombre estaba relacionado con al menos nueve homicidios ocurridos en el área metropolitana de Cúcuta, los cuales se vinculan con actividades como el cobro de extorsiones, el control territorial y el tráfico de drogas. Además, tenía una orden de captura vigente por los delitos de secuestro extorsivo, homicidio agravado, concierto para delinquir agravado y tortura.
Un documento oficial citado por las autoridades detalla que Hernández López desempeñaba un rol clave dentro de La Línea, liderando actividades como la inteligencia delictiva, la selección de víctimas y el cobro de extorsiones. Estas acciones habrían consolidado su posición como cabecilla del grupo criminal en la región fronteriza.
Sobre el grupo criminal <i>La Línea</i>
La Línea se consolidó como uno de los grupos criminales más influyentes en la zona urbana de la frontera colombiana con Venezuela. La organización logró controlar gran parte de los pasos informales fronterizos, donde se dedicaba al contrabando, extorsionaba, secuestraba, torturaba y asesinaba a quienes desobedecían sus órdenes.
Inicialmente conformada por ciudadanos venezolanos dedicados al contrabando, la banda expandió sus operaciones en la frontera mediante el cobro de “impuestos” a las redes de contrabando y la extorsión a migrantes. Posteriormente, extendió su influencia a Cúcuta, donde incursionó en el microtráfico de drogas y la explotación de la prostitución, especialmente en zonas estratégicas como el parque de Las Mercedes y el Terminal de Transportes.
La organización criminal La Línea ha sido señalada por las autoridades como una de las principales responsables de actos delictivos en la frontera entre Colombia y Venezuela. Su influencia se extiende a actividades como el tráfico de estupefacientes y la extorsión, lo que ha generado un clima de inseguridad en la zona.
La frontera entre Cúcuta y San Antonio del Táchira es conocida por ser un corredor clave para actividades ilegales, lo que convierte a esta región en un foco de atención para las fuerzas de seguridad.