Gracias a una invetsigación que se extendió por tres meses, el martes 14 de enero de 2025 las Fuerzas Militares confirmaron que en Bogotá se logró dar un golpe a dos estructuras de las disidiencias de las Farc, con la captura de un supuesto traficante de armas de los bloques Dagoberto Ramos y José María Córdova.
Así lo indicó en declaraciones el brigadier general Rodolfo Morales Franco, comandante de la Décima Tercera (13) Brigada del Ejército Nacional. El oficial destacó, además, que esta operación que dio con la detención del hombre, señalado como alias Álex Primo, se dio en límites entre las localidades de San Cristóbal y Usme, en el barrio Juan Rey, en el suroriente de la capital del país.
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Según lo que explicó el general Morales Franco, este sujeto sería el cabecilla de un grupo delincuencial que utilizaba su posición para poder adquirir armas.
Como parte de los detalles que se conocieron tras el arresto del hombre en Bogotá, se precisó que también adquiría municiones, explosivos y material de intendencia en los departamentos de Arauca, Cauca, Cundinamarca y Tolima.
Además de la Décima Tercera Brigada de la Quinta División del Ejército Nacional, este resultado en contra de la delincuencia y los grupos al margen de a ley en el país se dio como resultado del trabajo conjunto que se efectuó con el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía General de la Nación y el Gaular Militar Cundinamarca.
Adicional a lo que comentó el oficial del Ejército Nacional, esta acción hace parte del plan Ayacucho, y que según una de las conclusiones del material recolectado durante los tres meses de trabajo previo a la operación, alias Álex Primo sería el “presunto cabecilla de un grupo de delincuencia organizada que le vendía armas al GAO (Grupo Armado Organizado) residual de las Farc (los bloques Dagoberto Ramos y José María Córdova.).
Esta detención se realizó mediante orden judicial, y a raíz de esta captura, se confirmó que el hoy detenido tendrá que responder por los delitos de “concierto para delinquir con fines extorsivos; y fabricación, tráfico y porte de armas, municiones de uso restringido, de uso privativo de las Fuerzas Armadas o explosivos”, cerró el general Morales Franco.
Soldados activos y suboficiales del Ejército también fueron detenidos: acusados de vender armamento a disidencias de las Farc
Este caso se suma a dos hechos recientes en los que los detenidos fueron miembros activos de las Fuerzas Militares, conocidos entre el 12 y 14 de diciembre de 2024, donde varios unformados y superiores fueron señalados por las autoridades competentes commo vendedores de armamento a varios grupos de las disidencias de las Farc que operan en varias zonas de Colombia.
El 12 de diciembre se dio a conocer que tres suboficiales del Ejército fueron detenidos tras comprobarse que se hacían una renta anual de $1.300 a $2.000 millones de pesos tras vender armamento a los grupos disidentes. En esa ocasión las tres capturas se realizaron en instalaciones militares ubicadas en Cali (Valle del Cauca), Bogotá y Tolemaida (Cundinamarca), y fueron señalados como responsables del delito de tráfico de armas y municiones de la institución.
Mientras que el 14 de diciembre, tres soldados identificados como el sargento viceprimero José Arturo Cavarique Acosta, el sargento segundo Jhorman Francisco Torres Parra y el suboficial José Arturo López Astudillo, fueron aprehendidos por miembros de la Fiscalía tras recolectar pruebas que dejaron en evidencias que estos tres uniformados aprovechaban sus posiciones en dentro de la institución para vender municiones y armamento a disidencias de las Farc y a miembros del Clan del Golfo que operan en el suroccidente y oriente de Colombia.
Además de armas, los tres soldados extraían de las instalaciones militares 40.000 cartuchos mensuales, que eran entregados a estas organizaciones armadas. A cambio de esto, recibían cuantiosas sumas de dinero a través de consignaciones en sus cuentas bancarias personales o billeteras virtuales.
“Las evidencias recopiladas por investigadores del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) indican que el material era entregado a contactos externos, quienes se encargaban de embalarlo y enviarlo entre baterías de carros y buses de servicio de transporte interdepartamental a Cauca, Arauca, entre otros departamentos”.
Estas tres detenciones se llevaron a cabo en el Fuerte Militar de Tolemaida, situado en Nilo (Cundinamarca); el Hospital Militar de Bogotá y el Comando de Operaciones Logísticas N°2 del Ejército Nacional en Cali (Valle del Cauca).