El gasoducto Komodo-1, considerado uno de los proyectos clave para la autosuficiencia energética de Colombia y con el objetivo de explotar gas en una de las perforaciones más profundas del mundo, enfrenta un complejo panorama debido a las estrictas exigencias impuestas por la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla).
No obstante, el 13 de enero de 2025, las empresas a cargo del desarrollo, Anadarko (subsidiaria de Occidental Petroleum) y Ecopetrol, advirtieron sobre la inviabilidad del proyecto si no se flexibilizan las normativas ambientales actuales.
Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel.
Por medio de una comunicación dirigida a las entidades regulatorias, las compañías señalaron que los requerimientos establecidos por la Anla, como la aprobación previa de un Plan de Manejo Ambiental Específico y Planes de Contingencia, dificultan de gran manera el proceso de planificación.
Ambas anotaron que “el marco legal actual no permite avanzar en la aprobación de los aviones necesarios para operar el pozo Komodo-1″. Dichas normativas, que buscan proteger ecosistemas como hábitats bentónicos y comunidades de aguas profundas al clasificarlos como zonas de exclusión, fueron descritas por los desarrolladores como un obstáculo insalvable para cualquier actividad en estas áreas.
Amenaza a futuros proyectos
La preocupación no se reduce solo al pozo Komodo-1; Según las compañías, estas restricciones extremas podrían amenazar futuros proyectos de perforación offshore (costa afuera) en la región del Caribe. Solicitaron de manera formal a la Anla “revisar y revocar las condiciones impuestas” por considerar que vulneran varios principios clave.
Entre ellos están la legalidad, igualdad y seguridad jurídica, además de generar una gran incertidumbre para inversionistas nacionales e internacionales interesados en el sector energético.
Una de las mayores dificultades recae en los efectos tangibles de las demoras generadas bajo este sistema regulatorio. Sobre esto, se sabe que Anadarko y Ecopetrol perdieron acceso a una de las pocas embarcaciones aptas para hacer perforaciones a profundidades de más de 4.000 metros, lo que afecta de forma muy grave los tiempos del proyecto.
Ambas empresas advirtieron, también, que este retraso podría posponer la entrega del gas extraído a partir de este pozo, que un principio está prevista para 2026.
Zonas de exclusión
Además del impacto logístico, las empresas enfatizaron que muchas de las restricciones son especialmente problemáticas debido a que las áreas designadas como “zonas de exclusión”, como los hábitats bentónicos y ecosistemas profundos, no permiten amplitud en las actividades de los proyectos.
Según informaron las empresas a la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, “estas restricciones afectan no solo a Komodo-1, sino también a otros desarrollos de perforación offshore estratégicos para el país”. Para Colombia, esto resulta muy delicado en un momento en que, por primera vez en 45 años, el país se vio obligado a importar gas para satisfacer una demanda esencial que involucra hogares, pequeños comercios y transporte interno.
Sostenibilidad ambiental y viabilidad económica
Aunque reconocen la importancia de proteger la biodiversidad marina en la región, las empresas resaltaron en la necesidad de un equilibrio entre la sostenibilidad ambiental y viabilidad económica. Explicaron que un marco regulador más flexible podría asegurar que los intereses ambientales no entren en conflicto directo con el desarrollo energético, que consideran crucial para Colombia en los próximos años.
El caso del pozo Komodo-1 plantea desafíos que van más allá de una perforación puntual. Se trata de establecer una línea que permita avanzar en proyectos energéticos estratégicos sin ignorar la necesidad de salvar recursos naturales.
Así las cosas, la industria energética sigue evaluando el impacto que estas estrictas regulaciones podrían no tener solo en la competitividad del país, sino también en sus capacidades de autosuficiencia ante problemáticas globales como el alza en los precios internacionales de gas y petróleo.