En la última sesión el euro se pagó al cierre a 4.395,98 pesos colombianos en promedio, de manera que implicó un cambio del 1,23% comparado con la cotización de la jornada previa, cuando se situó en 4.450,58 pesos.
En referencia a la rentabilidad de la última semana, el euro marca una bajada del 1,81%; sin embargo en el último año mantiene aún una subida del 3,93%.
En relación a fechas pasadas, giró las tornas respecto del de la sesión previa, donde se anotó un incremento del 0,28%, demostrando que es incapaz de asentar una tendencia en fechas recientes. La volatilidad de los últimos siete días fue de 13,22%, que es una cifra algo inferior al dato de volatilidad anual (13,8%), así que está teniendo un comportamiento más estable de lo habitual últimamente.
El panorama económico para Colombia para 2025
Las perspectivas económicas para Colombia en 2025 son relativamente optimistas, aunque existen riesgos, según la empresa Corficolombia. Se espera que la economía colombiana crezca un 2.6% en 2025, impulsada por la expansión del consumo privado y la inversión.
Sin embargo, esta proyección está sujeta a una incertidumbre mayor, en comparación a años pasados debido a la persistencia de desafíos fiscales, los riesgos asociados a la actividad del sector energético, el aumento de conflictos sociales y el incremento de la inseguridad.
En el contexto externo estiman dificultades a causa del fortalecimiento del dólar y presiones inflacionarias adicionales en Estados Unidos tras la victoria de Donald Trump, lo que apunta a tasas de interés altas por más tiempo. Estos altos costos de financiamiento podrían impactar sectores como el manufacturero, mientras que el panorama fiscal sigue siendo uno de los retos más importantes a nivel global, según la perspectiva.
A nivel local, la inflación, que ha experimentado un descenso significativo en 2024, podría enfrentar nuevos desafíos en la segunda mitad de 2025. La depreciación del tipo de cambio y la alta indexación de los servicios podrían presionar nuevamente los precios al alza, acercando la inflación al 4% hacia finales del año.
El sistema financiero, por su parte, ha mostrado resiliencia a pesar de los incrementos en la morosidad y caídas en la rentabilidad y se anticipa una recuperación gradual con la reducción de las tasas de interés y el repunte de la inversión.