Aguachica, Cesar, sigue siendo foco de atención nacional tras reportarse un nuevo hecho de violencia que ha encendido las alarmas entre los habitantes de este municipio.
Apenas dos semanas después de la masacre que acabó con la vida de una familia pastoral, un hombre fue atacado a bala mientras se encontraba con su esposa e hija en las calles del municipio.
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El incidente tuvo lugar la noche del viernes 10 de enero, frente a un reconocido establecimiento de comidas rápidas en Aguachica. Testigos aseguran que dos hombres a bordo de una motocicleta se acercaron al hombre mientras este caminaba en compañía de su familia. Sin mediar palabra, los agresores abrieron fuego, impactándolo tres veces.
Lo que pudo haber sido una tragedia mayor, afortunadamente no lo fue, ya que a pesar de que la víctima llevaba a su hija en brazos, la menor resultó ilesa. El hombre, cuya identidad no ha sido revelada, fue trasladado de inmediato a un centro asistencial de la localidad. Hasta el momento, su estado de salud es reservado.
Reacciones y preocupación en la comunidad
Este nuevo hecho de violencia ha generado una profunda preocupación en Aguachica, que en las últimas semanas ha sido escenario de crímenes que han conmocionado no solo a la región, sino al país entero. Los pobladores expresan su temor por el creciente clima de inseguridad y violencia que parece no dar tregua.
El ataque ocurre en un contexto marcado por la reciente masacre de una familia pastoral en un restaurante a plena luz del día. En ese caso, Marlon, Yurley y sus hijos Ángela Natalia y Santiago fueron asesinados en un hecho que dejó atónitos a los habitantes del municipio. Las autoridades han avanzado en la investigación del caso, pero aún no se han esclarecido los motivos del ataque ni se ha dado con los responsables.
La Policía y los organismos de investigación trabajan para esclarecer ambos incidentes. En el caso de la masacre de la familia pastoral, se han recopilado videos de cámaras de seguridad, retratos hablados y reportes de llamadas extorsivas que podrían arrojar pistas sobre los autores materiales e intelectuales del crimen. Sin embargo, hasta la fecha, no se han presentado resultados concluyentes.
Por su parte, en el ataque sicarial del 10 de enero, las autoridades también adelantan investigaciones para identificar a los responsables y determinar los móviles del hecho.
La escalada de violencia ha llevado a los habitantes de Aguachica a exigir mayor presencia de las autoridades y resultados contundentes en las investigaciones. “No podemos seguir viviendo con miedo. Aguachica necesita paz y justicia para las víctimas”, expresó un líder comunitario.
Asimismo, organizaciones sociales y comunitarias han convocado a una vigilia en memoria de las víctimas y como acto simbólico para pedir el fin de la violencia en el municipio que se llevará a cabo en la plaza principal de Aguachica el lunes 13 de enero a las 7:00 p. m.
Aguachica no es ajeno a la violencia que afecta a diversas zonas del país, donde el crimen organizado y las disputas entre grupos armados generan un ambiente de incertidumbre y temor. Las autoridades han identificado que estos actos de violencia podrían estar relacionados con ajustes de cuentas, extorsión o disputas territoriales, pero en muchos casos, las investigaciones avanzan lentamente.
El reciente ataque y la masacre de la familia pastoral subrayan la necesidad de reforzar las estrategias de seguridad en Aguachica. Las autoridades locales, en coordinación con los organismos nacionales, han prometido intensificar los operativos para garantizar la tranquilidad de los habitantes.
Mientras tanto, los pobladores esperan con ansias que se haga justicia para las víctimas y que el municipio recupere la calma que tanto anhela. La violencia no puede seguir siendo la protagonista de la historia de Aguachica; su gente merece un futuro en paz y con oportunidades para prosperar.