En Bahía Solano, una secuencia de tres devastadores sismos golpeó la región entre el 26 y 27 de septiembre de 1970, causando significativos daños estructurales y llevando al pánico a sus habitantes. Los eventos telúricos, que comenzaron en la madrugada del 26, provocaron el colapso de edificaciones, agrietamientos profundos en el suelo y deslizamientos de tierra, lo que obligó a una evacuación masiva hacia ciudades como Medellín, Quibdó, Cali y Buenaventura.
El desastre comenzó con un sismo temprano ese día, seguido por un segundo temblor a las 9:57 a. m. que fue percibido con mayor intensidad. Edificaciones ya dañadas colapsaron, mientras que el miedo se apoderaba de la población ante la caída de escombros. Un tercer sismo en la noche, aunque de menor magnitud, fue descrito por los locales como el más aterrador debido a su impacto en estructuras ya comprometidas. Más de 15 réplicas, todas de magnitud igual o superior a 4.0, se sintieron en la región, empeorando la situación.
Contar con un botiquín de primeros auxilios bien equipado es crucial en caso de un sismo. Estos son los elementos básicos que debe incluir:
Medicamentos: analgésicos, antiinflamatorios, antisépticos, medicamentos para condiciones específicas (como para asmáticos o diabéticos), y suero oral. Material de curación: gasas estériles, vendas elásticas, vendas de gasa, esparadrapo, tijeras, pinzas, y alcohol o toallitas con alcohol. Equipo esencial: termómetro, guantes desechables, mascarillas, linterna con pilas adicionales, y un silbato. Artículos de higiene personal: jabón, toallas húmedas, desinfectante de manos, pañuelos desechables, y bolsas de plástico. Lista de teléfonos de emergencia y una manta térmica. Suministros de alimentos y agua: botellas de agua purificada y alimentos no perecederos como barras energéticas.
Sobre las 4:40 p. m., se registró un movimiento telúrico en la Mesa de los Santos, Santander. Dicho episodio tuvo una magnitud de 2,8 y se reportó a más de 138 kilómetros de profundidad.
De igual forma, sobre las 5:16 p. m., el SGC dio a conocer que se registró un sismo en San Andrés, Santander. Este movimiento telúrico tuvo una magnitud de 2 y se reportó a más de 149 kilómetros de profundidad.
En el municipio de Los Santos, en Santander, se registran entre 12 y 20 sismos diariamente, convirtiéndolo en uno de los puntos con mayor actividad sísmica a nivel global. A pesar de que estos movimientos telúricos suelen ser imperceptibles, un sismo de magnitud 6.6 el 10 de marzo de 2023 alteró la cotidianidad de esta comunidad, causando daños menores en estructuras y recordando a sus 12.000 habitantes su vulnerabilidad ante estas catástrofes naturales.
Los Santos se ubica al sur de Bucaramanga y es parte del cañón del Chicamocha, región que solo es superada por el área del Hindu Kush en Afganistán por su alta frecuencia de actividad sísmica. Las autoridades locales y entidades como la Casa de la Cultura y la Secretaría de Educación de Santander han resaltado la importancia de adaptar la infraestructura del área para soportar estos eventos geológicos, buscando minimizar el impacto en la población y en los edificios. Esta frecuencia de temblores ha llevado a que la comunidad de Los Santos desarrolle una peculiar adaptación a la constante actividad telúrica, los habitantes han incorporado medidas de seguridad y protocolos de emergencia en su vida diaria.
Sobre las 3:49 p. m., el Servicio Geológico Colombiano reportó un nuevo sismo en Santander. Los hechos se registraron en Piedecuesta, donde un movimiento telúrico de 2,4 a más de 152 kilómetros de profundidad llamó la atención de las autoridades; sin embargo, no se dieron a conocer complicaciones después de dicho episodio.
Sobre las 3:32 p. m., las autoridades reportaron un movimiento telúrico en Cepitá, Santander. Dicho sismo se registró a más de 134 kilómetros de profundidad y tuvo una magnitud de 2,3.
Sobre las 11:55 a. m. se registró un movimiento telúrico en Girón, Santander. Dicho episodio tuvo una magnitud de 2,1 y se reportó a más de 136 kilómetros de profundidad.
La peculiar ubicación de Colombia, sobre todo en su franja pacífica, facilita el fenómeno de subducción, un proceso geológico por el cual la placa de Nazca se desliza bajo la placa Suramericana. Este movimiento es responsable de la generación de material volcánico que, tras ser sometido a elevadas temperaturas en el manto terrestre, emerge a través de los volcanes situados en la Cordillera Central. Tal actividad no solo resalta la dinámica natural del país, sino que también plantea desafíos significativos en términos de gestión de riesgos y preparación ante desastres naturales.
En la mañana del domingo 12 de enero de 2025 se registraron algunos movimientos telúricos en Cundinamarca, Tolima y Santander; sin embargo, dichos episodios no representaron un riesgo mayor para la ciudadanía. Dichos sismos quedaron plasmados en este enlace.