Desmantelan carga de explosivos en la Vía Panamericana, en Nariño: iban a ser usados para cometer un atentado

En horas de la tarde del sábado 11 de enero, fue descubierta una peligrosa carga de explosivos en la vía Panamericana, específicamente en el departamento de Nariño; que, según las autoridades, estaba destinada a un atentado por parte de grupos armados organizados en la región.

La operación, que se realizó durante el Plan de Campaña Estratégico Conjunto Ayacucho del Ejército Nacional, tuvo lugar en el área rural del municipio de Yancuanquer, donde se encontraron dos artefactos explosivos de gran poder destructivo, ubicados a menos de 200 metros de la carretera.

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Los explosivos fueron hallados cerca de viviendas, un cultivo de café y zonas frecuentadas por civiles, incluidos niños y adultos mayores. La situación representaba un alto riesgo para la comunidad local, que diariamente transita por la zona. Tras su localización, las cargas fueron destruidas de forma controlada por el grupo de explosivos y demoliciones Delta, que actuó siguiendo estrictos protocolos de seguridad para evitar cualquier tipo de afectación a la población.

Según fuentes oficiales, las autoridades sospechan que los artefactos explosivos fueron instalados por integrantes de las disidencias de las Farc y otros grupos armados organizados que operan en la región. “Las cargas estaban destinadas a causar daño tanto a la Fuerza Pública como a la población civil”, aseguraron los voceros del Ejército.

Este hallazgo resalta la grave situación de orden público en el suroccidente del país, donde las disidencias y otros actores ilegales mantienen presencia y continúan poniendo en riesgo la seguridad de los habitantes de la zona.

En respuesta a este tipo de amenazas, las operaciones militares en la región se intensificarán, con el objetivo de garantizar la protección de los civiles y desarticular las estructuras armadas ilegales que operan en el área. Además, organizaciones sociales y de víctimas de estos grupos armados han denunciado violaciones a los derechos humanos e infracciones al derecho internacional humanitario, dada la peligrosidad de los actos perpetrados por estos grupos al poner en riesgo la vida de la comunidad.

El 29 de diciembre de 2024, el Ejército Nacional de Colombia informó sobre la captura de tres miembros de la disidencia conocida como frente ‘Rafael Aguilera’, tras varios combates registrados en el departamento de Nariño, en el suroccidente del país. Estos enfrentamientos llevaron a las fuerzas militares a ubicar un campamento del grupo armado en la vereda Merizalde, municipio de Olaya Herrera.

Durante el operativo, los militares encontraron a una persona herida, quien recibió primeros auxilios por parte de los enfermeros de combate. Además, se confirmó el rescate de dos menores de edad en el mismo lugar. Uno de los capturados, gravemente herido, fue trasladado a un hospital en Tumaco, Nariño, y luego quedó bajo la custodia de la Policía Nacional.

La institución militar, a través de su grupo de Inteligencia, señaló que el frente ‘Rafael Aguilera’ tenía intenciones de ejecutar acciones criminales contra la población civil, lo que pone en evidencia la amenaza que representan estos grupos ilegales para la seguridad y la tranquilidad de las comunidades en Nariño.

De acuerdo con el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), en esta región del país operan varios grupos armados ilegales, entre ellos el Ejército de Liberación Nacional (ELN), las disidencias de Iván Mordisco y la Segunda Marquetalia, todos con fuerte presencia en las subregiones de Sanquianga, Pacífico Sur y Telembí. La violencia de estos grupos se ve incrementada por la presencia de grupos paramilitares en la zona, lo que agrava aún más la situación de inseguridad y afectación a la población civil.