Este abuelo es un peligro: a sus 67 años acumula un extenso prontuario criminal y ahora cumplirá condena por violento robo

Julio Alberto Vásquez Sánchez, de 67 años y con un amplio historial delictivo, deberá cumplir una condena de tres años de prisión tras ser hallado culpable de un robo violento ocurrido el 26 de agosto de 2023 en la vía Manizales-Palestina en el departamento de Caldas.

Vásquez Sánchez, junto a tres cómplices identificados como Ernesto Mesa Calderón, Jhon Edwar Cano Martínez y Alberto Muñoz Toro, interceptó un camión de transporte de frutas, amenazando al conductor con un destornillador y despojándolo de 3.778.000 pesos colombianos y un teléfono móvil.

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De acuerdo con la información de La Patria, el grupo escapó en un automóvil que, según las autoridades, pertenecía a un tercero. Sin embargo, la rápida acción de la policía permitió su captura poco después del incidente. Los implicados enfrentaron cargos por hurto calificado y agravado en un juzgado de Manizales.

Aunque tres de los implicados aceptaron los cargos desde el inicio, Vásquez Sánchez optó por un preacuerdo tras indemnizar a la víctima. Posteriormente, solicitó el beneficio de prisión domiciliaria argumentando problemas de salud y su avanzada edad.

El juez rechazó esta petición, destacando que el delito cometido no lo permite y que no se aportaron pruebas suficientes para sustentar la solicitud. Además, las amenazas recibidas por el conductor y dos testigos del robo reforzaron la decisión de mantener al condenado en prisión.

La defensa apeló, pero el Tribunal Superior de Manizales ratificó el fallo, confirmando que Vásquez Sánchez cumplirá su condena en un centro penitenciario.

Vásquez Sánchez acumula otras nueve condenas por delitos como hurto calificado, secuestro simple, falsedad personal, tráfico de moneda falsificada e intento de hurto.

Además, enfrenta una investigación en curso por un robo ocurrido en abril de 2022 en Guarne, Antioquia. Este historial delictivo fue clave para que las autoridades negaran cualquier tipo de beneficio que permitiera cumplir su condena fuera de prisión.

Durante el asalto al camión, cada integrante del grupo desempeñó un papel específico. Alberto Muñoz Toro detuvo el vehículo y afirmó pertenecer a una organización armada ilegal para intimidar al conductor.

Ernesto Mesa Calderón lideró el robo, arrebatando dinero y el teléfono móvil mientras profería amenazas de muerte. Jhon Edwar Cano Martínez utilizó un destornillador para amenazar al conductor y evitar que los siguiera tras la huida. Vásquez Sánchez fue el encargado de conducir el automóvil en el que escaparon.

Durante el proceso judicial, los acusados afirmaron pertenecer a una supuesta organización dedicada a combatir la guerrilla y el contrabando en la región. Las autoridades, tras investigar, descartaron estas afirmaciones por falta de pruebas, considerándolas una estrategia para justificar sus acciones.

Marco Fidel Ballesteros se encuentra hospitalizado tras ser víctima de un violento robo en su negocio, el Autoservicio Ventiaderos. Según informó el medio La Patria, el incidente ocurrió en la mañana del viernes 20 de diciembre, cuando una pareja ingresó al establecimiento con la intención de cometer el delito.

De acuerdo con el relato de Óscar Ballesteros, hijo del comerciante, los hechos se desarrollaron alrededor de las 9:40 a. m. cuando un hombre y una mujer llegaron al autoservicio simulando ser clientes interesados en realizar una compra.

Tras tomar un carrito para recoger productos, aprovecharon un momento de descuido de Marco Fidel para atacarlo. Según detalló Óscar al medio, “lo golpearon en la cabeza, al parecer, con la cacha de un arma de fuego”.

El ataque dejó a Marco Fidel desorientado, lo que permitió a los agresores maniatarlo de pies y manos. Posteriormente, lo llevaron al fondo del establecimiento, donde continuaron agrediéndolo físicamente mientras intentaban obligarlo a revelar la ubicación del dinero guardado.

Según el testimonio de su hijo, el comerciante se negó a proporcionar esta información, lo que derivó en que los asaltantes le causaran tres heridas en el cráneo y lo golpearan repetidamente.

Tras las agresiones, los delincuentes trasladaron a Marco Fidel al segundo piso del autoservicio, donde, pese a su estado de salud, lograron sustraer una caja fuerte que contenía las ganancias de los últimos días. Además, se llevaron productos como licor y cigarrillos. Óscar calificó el acto como “tortura” debido a la brutalidad con la que fue tratado su padre.

El comerciante fue trasladado de inmediato a la Clínica de La Presentación, donde permanece bajo observación médica. Los especialistas realizan exámenes para descartar lesiones graves, mientras su familia espera un diagnóstico más claro sobre su estado de salud.