El panorama para definir el salario mínimo en Colombia para 2025 sigue lleno de tensión e incertidumbre y los trabajadores están a la espera de conocer cuál será el incremento que se le aplicará a sus salarios durante los siguientes doce meses.
Sin embargo, tras semanas de negociaciones, las diferencias entre los empresarios, los sindicatos y el Gobierno persisten, dejando abierta la posibilidad de que sea necesario un decreto para fijar el aumento, por lo que la ministra de trabajo, Gloria Inés Ramírez, anunció un plazo adicional hasta el martes 17 de diciembre al mediodía para que las partes presentaran sus salvedades, las cuales serán discutidas este 18 de diciembre, último día para llegar a un acuerdo entre empresarios y sindicatos.
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Este miércoles alrededor de las 2:00 de la tarde habrá una nueva reunión entre los gremios económicos y los representantes de los trabajadores en la que será la última oportunidad para que el incremento en el salario mínimo sea el resultado de un consenso entre las partes
“El miércoles a las 2 de la tarde se hace la mesa, se discuten las salvedades, y si definitivamente no hay acuerdo, pues trabajaremos en el proceso del decreto”, dijo la ministra.En todo caso, la jefa de cartera de Trabajo aseguró que las condiciones no son las más favorables para llegar a un consenso, por lo que podría ser el Gobierno nacional podría estar alistando el decreto que fije la nueva cuota salarial.
“Al día de hoy no hay acuerdo para el incremento del salario mínimo para 2025. Hay diferencias grandes en las propuestas que se tienen y creo que podemos darnos una posibilidad hasta el miércoles”, comentó la ministra de Trabajo.
De acuerdo con el cronograma acordado, los días 3 y 4 de diciembre se discutieron las cifras de productividad presentadas por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística, Posteriormente, el 9 de diciembre se publicarán los datos del mercado laboral a octubre, el dato más reciente que estaba disponible.
A partir de esas cifras las partes comenzaron a plantear sus propuestas. La Central Unitaria de Trabajadores (CUT) propuso el 12%, equivalente a $156.000, pero el 17 de diciembre, los sindicatos plantearon un incremento base del 9,43%, resultado de la inflación esperada ara este año, la tasa de productividad y la contribución del trabajo al PIB.
Los gremios, en principio, aseguraron que no darían una cifra, aunque en las última horas se conoció que estarían considerando un aumento del 6.83%, según reveló Portafolio, lo que llevaría el salario mínimo a $1.388.790.
Sin embargo, esta información no ha sido confirmada por el presidente de la Federación Nacional de Comerciantes Empresarios (Fenalco), Jaime Cabal, quien destacó que la propuesta fue entregada de manera confidencial a la ministra Ramírez.
Mientras tanto, Rodolfo Correa, presidente de la Asociación Colombiana de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Acopi), reconoció que llegar a un acuerdo será difícil debido a las posiciones divergentes. “La pretensión del 12% podría ser peligrosa”, advirtió Correa, al tiempo que reafirmó la disposición del gremio a mantener el diálogo.
Por otro lado, Bruce Mac Master, presidente de la Asociación Nacional de Industriales (Andi), destacó que aún no existe una propuesta oficial de parte de su organización y exhortó al Gobierno a buscar acercamientos con los sindicatos.
El Gobierno y las últimas fechas clave
El proceso ha estado marcado por la falta de consenso, lo que ha llevado a la ministra Ramírez a advertir que, si las diferencias no se resuelven esta semana, el Gobierno estará obligado a fijar el aumento del salario mínimo mediante decreto. Las sesiones del 18 y 19 de diciembre serán determinantes, y, de no lograrse un acuerdo, se celebrarán jornadas extraordinarias de concertación entre el 24 y el 27 de diciembre.
El plazo final para expedir el nuevo salario mínimo es el 30 de diciembre. A medida que el reloj avanza, las posibilidades de alcanzar una solución concertada parecen disminuir. Este proceso no solo afecta a millones de trabajadores, sino que también tiene implicaciones para el panorama económico del país en 2025.
A pesar de los esfuerzos por avanzar en el diálogo, las negociaciones han puesto de manifiesto profundas diferencias. Mientras los sindicatos critican la falta de propuestas concretas por parte de los empresarios, estos últimos argumentan que las expectativas sindicales son insostenibles en el contexto económico actual.