Con la llegada de diciembre, uno de los villancicos más conocidos y queridos resuena en hogares y plazas de Colombia y América Latina: Los peces en el río. Su alegre estribillo, que repite la curiosa imagen de los peces bebiendo “por ver al Dios nacido”, lo convierte en una pieza entrañable de la Navidad, pero más allá de su pegajosa melodía, esta canción navideña es un villancico que guarda en su estructura y en sus versos una rica tradición e historia.
Origen incierto y simbolismo árabe
Aunque su popularidad ha trascendido fronteras, el origen exacto de Los peces en el río sigue siendo un misterio, pues a pesar de las numerosas investigaciones, los detalles sobre su creación no están documentados con certeza.
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Lo que sí se sabe es que tiene influencias musicales de la tradición árabe, lo que se refleja en su tonalidad y en la estructura de su composición, un detalle que es característico del estilo de canciones populares españolas, especialmente aquellas originarias de regiones como Andalucía, donde la huella de la cultura árabe es evidente.
Lo que distingue a este villancico de otros más conocidos a nivel mundial es su singularidad: Los peces en el río es una de las pocas canciones navideñas que se creó originalmente en español, por lo que en un género dominado por adaptaciones de canciones en inglés, italiano o latín, esta tonada navideña se mantiene como una joya de la música tradicional hispanohablante.
Una escena navideña diferente
A diferencia de muchos villancicos que se enfocan en la celebración del nacimiento del Niño Jesús o en la adoración de los pastores y ángeles, Los peces en el río se aleja de los elementos tradicionales de la iconografía cristiana.
En lugar de concentrarse en la figura de Jesús, esta canción pone su atención en la Virgen María, pues la letra describe un cuadro bucólico, casi doméstico, de la Virgen lavando los pañales del niño y tendiendo ropa, mientras los pájaros cantan y el romero florece a su alrededor.
Este enfoque más íntimo y cotidiano es una de las características que hacen de Los peces en el río una canción diferente, incluso, la escena narrada está alejada del bullicio y la gloria de los ángeles y ofrece un momento de tranquilidad que resalta la devoción de María en su tarea de cuidar a su hijo recién nacido, pues en la pieza no se mencionan campanas ni multitudes, solo el sereno momento de la madre trabajando en su hogar, rodeada de naturaleza.
Un villancico cargado de simbolismo
A pesar de su apariencia sencilla, Los peces en el río está cargado de simbolismo, dado que la repetida referencia a los peces, que “beben y beben” por ver al Dios nacido, puede ser tomada como una alusión a los apóstoles que eran pescadores.
En este sentido, los peces pueden interpretarse como los seguidores de Cristo, celebrando su nacimiento con alegría; la imagen del romero también tiene un profundo simbolismo: se asocia al renacimiento y la inmortalidad, dos temas que conectan con la vida eterna que promete el cristianismo.
Por otro lado, los versos que mencionan los “cabellos de oro” de la Virgen y su “peine de plata fina” refuerzan la idea de que la Virgen es un símbolo de sabiduría divina y pureza, pues el oro es frecuentemente asociado con la sabiduría, mientras que la plata se interpreta como un símbolo de redención.
Adaptaciones modernas
A pesar de su origen y estilo tradicional, Los peces en el río sigue siendo una pieza viva que se adapta a los tiempos modernos. Un ejemplo de esto es la versión del cantante español David Bisbal, que en su álbum Todo es posible en Navidad decidió incorporar un toque de flamenco a esta canción.
Esta versión no solo mantiene la esencia de la melodía original, sino que la enriquece con un aire festivo y contemporáneo, lo que demuestra la flexibilidad del villancico para ser reinterpretado sin perder su identidad.
Bisbal comentó que su intención al crear el álbum era “hacer algo atemporal”, buscando combinar diferentes géneros musicales para que las canciones pudieran escucharse durante todo el año, no solo en la temporada navideña.