En el desarrollo de una demanda que busca revocar la personería jurídica otorgada al movimiento Poder Popular, el Consejo Nacional Electoral (CNE) le solicitó al Consejo de Estado que desestime dicha acción legal.
La controversia se centra en la Resolución 6886, emitida el 24 de agosto de 2023, que reconoció oficialmente al movimiento liderado por el expresidente Ernesto Samper.
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El alto tribunal está evaluando la demanda presentada por la abogada Manuela Arredondo, que cuestiona la legalidad de la resolución del CNE. La togada argumentó que la decisión de otorgar la personería jurídica al partido político se basa en una interpretación errónea de una sentencia de la Corte Constitucional.
Esta sentencia fue emitida para proteger a movimientos políticos que desaparecieron debido a hechos de violencia, como fue el caso del Nuevo Liberalismo.
El CNE, por su parte, defendió su decisión al considerar que cumple con los requisitos legales y constitucionales necesarios para otorgar la personería jurídica a nuevos partidos políticos. Según el organismo electoral, la resolución se ajusta a las normativas vigentes y busca fomentar la participación política en el país.
La discusión sobre la personería jurídica del partido político de Samper se da en medio de un contexto más amplio de debates sobre la representación política y la inclusión de nuevos movimientos en el sistema electoral colombiano.
La resolución del Consejo de Estado será determinante para el futuro del movimiento Poder Popular y podría sentar un precedente en la interpretación de las leyes que rigen la creación y reconocimiento de partidos políticos en Colombia.
Cómo se generó la demanda y qué ha sucedido con el proceso legal
En Colombia, el reconocimiento del movimiento Poder Popular por parte del Consejo Nacional Electoral (CNE) ha generado un intenso debate legal.
Según documentos presentados al Consejo de Estado, el Consejo Nacional Electoral CNE justificó su decisión al considerar que el movimiento Poder Popular, aunque era una tendencia dentro del Partido Liberal, operó de manera autónoma y logró resultados electorales significativos entre 1982 y 1994.
Sin embargo, la demanda presentada por la abogada Manuela Arredondo cuestionó esta decisión, argumentando que el movimiento no cumplió con los requisitos constitucionales y legales necesarios para obtener personería jurídica.
El conflicto se centra en si Poder Popular puede ser considerado un partido político independiente o simplemente una disidencia del Partido Liberal.
Por su parte, Arredondo sostiene que el movimiento nunca participó en elecciones legislativas como un grupo significativo de ciudadanos ni alcanzó el umbral mínimo del 3% de los votos válidos, lo cual es un requisito constitucional para obtener personería jurídica.
Además, se argumenta que los documentos históricos demuestran que Ernesto Samper Pizano fue avalado por el Partido Liberal para sus aspiraciones electorales, sin reconocer formalmente a Poder Popular como una tendencia dentro del partido.
El CNE, por su parte, defendió su decisión al señalar que este movimiento fue una agrupación política con una estructura organizativa y vocación de permanencia, y que su actividad política y electoral fue llevada a cabo de manera independiente del Partido Liberal.
Así mismo, el CNE consideró que hechos de violencia, como el asesinato del excongresista Ricardo Villa, representaron una limitación injustificada al derecho a la participación política de dicho movimiento.
La demanda presentada por Manuela Arredondo insiste en que el reconocimiento de la personería jurídica a Poder Popular es una construcción discursiva que no se ajusta a los requisitos legales. Según la demandante, el Consejo de Estado no debería aceptar que un movimiento que no haya participado en elecciones al Congreso de la República obtenga personería jurídica, ya que esto contraviene lo dispuesto en el artículo 108 de la Constitución.
El caso se encuentra actualmente en la Sección Quinta del Consejo de Estado, donde se decidirá el futuro del reconocimiento legal de Poder Popular como partido político independiente. La resolución de este conflicto podría tener implicaciones significativas para el pluralismo político en Colombia y el reconocimiento de movimientos políticos emergentes.