Apenas 24 horas después de la visita del alto mando de la Policía Nacional a Pereira, donde se anunciaron nuevas y estrictas medidas para combatir el crimen organizado en el Área Metropolitana Centro Occidente, la capital risaraldense despertó en la mañana del miércoles 11 de diciembre con una desoladora escena: dos cuerpos desmembrados fueron hallados cerca de la ribera del río Otún, a pocos metros de un CAI de la Policía, en la Avenida del Río.
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El hallazgo ocurrió tras una llamada a la línea de emergencias 123, en la que ciudadanos alertaron sobre la presencia de una maleta y varios costales sospechosos en el lugar. Al acudir al sitio, los uniformados confirmaron que los bultos contenían restos humanos.
De acuerdo con el reporte oficial, uno de los restos desmembrados estaba dentro de una maleta de lona color oscuro, y el otro lo hallaron en dos costales de fibra, una contenía la cabeza y las extremidades, al lado se encontró dentro del otro costal el tronco.
Las autoridades desplegaron un equipo de investigación en la zona para adelantar las labores de levantamiento de los cuerpos y recolectar evidencias que permitan esclarecer el caso.
Según fuentes policiales, este hallazgo podría estar relacionado con enfrentamientos entre grupos delictivos que operan en la región, quienes buscan imponer su control territorial mediante actos de extrema violencia.
El hecho ha generado preocupación entre los habitantes de Pereira, quienes esperaban que las medidas anunciadas por el alto mando policial marcaran el inicio de una estrategia efectiva para reducir la creciente ola de violencia en la ciudad.
En el área metropolitana, seis cadáveres han sido encontrados en circunstancias similares, según informes oficiales. Uno de los cuerpos fue hallado dentro de una maleta, mientras que en otro caso solo se encontró una cabeza.
Los cuerpos han sido encontrados en diferentes sectores de la región, y cuatro de ellos presentaban signos de haber sido desmembrados. Este patrón ha llevado a las autoridades a considerar la posibilidad de que los casos estén relacionados, aunque aún no se ha confirmado oficialmente.
Las investigaciones están en curso para determinar las causas y los responsables de estos crímenes. Las autoridades han instado a la población a mantenerse alerta y a reportar cualquier actividad sospechosa que pueda estar relacionada con estos incidentes.
La comunidad se encuentra consternada por la brutalidad de los hallazgos y espera que las autoridades puedan esclarecer los hechos lo más pronto posible. Mientras tanto, se han intensificado las medidas de seguridad en la región para prevenir futuros incidentes.
Ola de sicariatos y cuerpos desmembrados
En Pereira, la reciente ola de violencia ha alcanzado niveles alarmantes, con cuerpos descuartizados y envueltos en bolsas negras encontrados en varios sectores de la ciudad. Este contexto ha llevado a las autoridades locales a tomar medidas drásticas para enfrentar la situación.
El alcalde Mauricio Salazar anunció que el Ejército se unirá a la Policía Nacional en las calles para reforzar la seguridad, con el apoyo de organismos internacionales como la DEA.
Durante un Consejo de Seguridad celebrado en la ciudad, se discutieron estrategias para combatir la criminalidad, especialmente en los barrios controlados por la organización criminal La Cordillera. Salazar destacó la implementación de un “plan candado” en estas áreas, donde el Ejército colaborará con la Policía para garantizar la seguridad de los ciudadanos.
El alcalde fue enfático al afirmar que no permitirán que La Cordillera o cualquier otro grupo delictivo ponga a la ciudad “contra las cuerdas”. Este plan de intervención en los barrios busca desmantelar las redes de microtráfico y recuperar el control territorial en las zonas afectadas.
La situación en Pereira es crítica, ya que las autoridades han reportado un aumento en los niveles de tortura y crueldad en los crímenes recientes, algo que no se había visto en años.