Conozca las enfermedades que pueden estar detrás de la caída del pelo

Cuando algo no funciona correctamente en el organismo, el cabello es uno de los primeros en mostrar signos de alerta

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La caída del pelo puede
La caída del pelo puede revelar indicios de enfermedades - crédito Rocco

La caída del pelo o su deterioro no siempre son simplemente un problema estético. En muchos casos, el cabello puede ser un indicio de problemas de salud más profundos que requieren atención médica.

Según explicaron desde Mediarte, clínica especializada en implantes capilares, el cabello es un excelente reflejo del estado general del cuerpo. Cuando algo no funciona correctamente en el organismo, el cabello es uno de los primeros en mostrar signos de alerta.

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La pérdida del pelo puede
La pérdida del pelo puede provocar en algunas personas problemas de autoestima - crédito CABELLO EXPERIENCE/Europa Press

De hecho, problemas como la caída repentina, el cabello quebradizo o cambios en su textura pueden ser manifestaciones de condiciones más graves, como anemia, hipotiroidismo o incluso trastornos autoinmunes. “El cabello depende de un equilibrio constante de nutrientes, oxígeno y hormonas. Cuando algo falla en el cuerpo, el cabello es uno de los primeros en reflejarlo”, dijo la clínica puntualmente.

El cabello como indicador de salud o enfermedad

De acuerdo con el centro especializado, el cuerpo humano prioriza sus recursos hacia los órganos vitales, como el corazón, el cerebro y los pulmones, dejando los tejidos menos esenciales, como el cabello, en segundo plano. Esto significa que cuando el organismo enfrenta dificultades, el cabello puede verse afectado antes que otros órganos. Así, un cabello opaco, quebradizo o con caída excesiva puede ser una señal temprana de deficiencias nutricionales, desequilibrios hormonales o estrés crónico.

Resaltaron que aproximadamente el 15% de los pacientes que llegan a consulta, “presentan problemas capilares vinculados directamente a enfermedades subyacentes. Anemia por deficiencia de hierro, hipotiroidismo y enfermedades autoinmunes como la alopecia areata, son algunas de las más comunes, aunque también son frecuentes las deficiencias de nutrientes esenciales como zinc, biotina y vitamina D, muchas veces asociadas a dietas restrictivas o problemas de absorción”, complementó.

Cuando el organismo enfrenta dificultades,
Cuando el organismo enfrenta dificultades, el cabello puede verse afectado antes que otros órganos - crédito @aleskagenesis/Instagram

Uno de los trastornos más conocidos que impacta la salud capilar es la anemia por deficiencia de hierro, una condición que se refleja en un cabello quebradizo que cae con facilidad al peinarlo o lavarlo. Esta deficiencia afecta la calidad del cabello y puede indicar una falta de oxígeno en las células del cuerpo, lo que pone de manifiesto un desequilibrio en los niveles de nutrientes esenciales.

De otro lado, el hipotiroidismo, una condición en la que la glándula tiroides produce cantidades insuficientes de hormonas, también tiene un impacto directo en el cabello. En estos casos, el cabello se vuelve más delgado, seco y crece a un ritmo mucho más lento. Estos cambios en la textura y la densidad capilar no solo son una alerta sobre un problema en el cuero cabelludo, sino también sobre un trastorno hormonal que puede requerir un tratamiento médico urgente.

Asimismo, las enfermedades autoinmunes, como la alopecia areata, causan la caída del cabello de manera más localizada. En estas afecciones, el sistema inmunológico ataca erróneamente los folículos pilosos, lo que lleva a la caída del cabello en áreas específicas del cuero cabelludo o incluso en todo el cuerpo.

El estrés puede provocar pérdida
El estrés puede provocar pérdida del cabello - crédito Ilustrativa Infobae

El estrés es otro factor importante que afecta la salud capilar. Según la clínica especializada citada, en los últimos dos años se ha registrado un aumento del 20% en los pacientes cuya caída capilar está vinculada a altos niveles de estrés. Este fenómeno, conocido como efluvio telógeno, genera una pérdida de cabello difusa, es decir, una caída generalizada que puede aparecer semanas o meses después de un evento estresante. Además, el estrés puede agravar condiciones preexistentes como la alopecia areata o la alopecia androgenética, que afecta a un alto porcentaje de personas con predisposición genética.

Más allá de las implicaciones físicas, la pérdida de cabello también tiene un impacto emocional considerable. Las personas que sufren de alopecia o caída excesiva de cabello a menudo experimentan una disminución en su autoestima, lo que afecta su desempeño laboral y sus relaciones personales. “La alopecia no solo cambia la apariencia, también afecta la confianza de las personas en su día a día”, puntualizó.

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