La noticia sobre la candidatura presidencial de la periodista Vicky Dávila provocó revuelo en la escena política colombiana, luego de ser una figura prominente en los medios como directora de la revista Semana, la comunicadora sorprendió al país al anunciar su intención de postularse a la presidencia. En el pasado, había sostenido que su papel en los medios era simplemente el de ejercer su profesión, rechazando cualquier interés político; sin embargo, su repentino cambio de rumbo levantó sospechas, especialmente entre algunos sectores del oficialismo.
El senador Wilson Arias, miembro de la coalición del Pacto Histórico, recientemente reaccionó públicamente a esta candidatura. A través de sus redes sociales, el legislador alertó sobre lo que considera un “juego de poder” detrás de la figura de Dávila.
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En un video compartido en su cuenta de X, el congresista destacó que los verdaderos impulsores de la candidatura presidencial de la periodista serían los banqueros Gilinski, una de las familias más poderosas de Colombia en términos económicos. Según Arias, esta familia, con una fortuna estimada en 7.800 millones de dólares, estaría utilizando a Dávila como “caballito de batalla” para consolidar su influencia política en el país.
El senador no solo señaló a los Gilinski como los patrocinadores de la candidatura, sino que advirtió sobre una posible estrategia en la que Dávila, que en el pasado se había mostrado reacia a involucrarse en la política, podría presentarse como una candidata “independiente”. Arias afirmó que, aunque la comunicadora podría afirmar que su campaña es impulsada por firmas populares y que no tiene vínculos con poderosos intereses económicos ni políticos, en realidad, sería una “gran estafa”, orquestada desde los círculos bancarios más influyentes del país.
El origen de estas acusaciones radica en el historial de los Gilinski en el ámbito financiero y mediático, pues esta familia, reconocida por su control sobre varias entidades financieras, como el Banco GNB Sudamérica y Metro Bank en Inglaterra, también mostró un notable interés en los medios de comunicación.
En 2020, los Gilinski adquirieron la revista Semana, uno de los medios de comunicación más influyentes del país. Posteriormente, en 2023, compraron el periódico El País de Cali, expandiendo aún más su presencia en el sector, por lo que Arias argumenta que estos movimientos son parte de una estrategia más amplia para tomar el control de los medios y, de esta manera, influir en la política colombiana.
El senador destacó que los Gilinski no solo tienen intereses en los medios de comunicación, sino que lograron consolidarse como una de las familias más ricas del país, superando a otras figuras prominentes como el banquero Sarmiento Angulo. Según Arias, la compra de Semana y otros medios permitió que la familia ganara terreno en el debate público, posicionándose como los actores principales detrás de la candidatura de Dávila.
Para Arias, la situación es clara: “Vicky Dávila será el caballito de batalla de estos banqueros para hacerse con el poder político de Colombia”. El congresista advirtió que, si bien la periodista podría presentarse como una candidata ajena a los intereses de los poderosos, en realidad estaría siendo utilizada para fortalecer el poder económico de los Gilinski y de otras élites del país.
En este contexto, Arias también apuntó a la posibilidad de que otros actores políticos como el Centro Democrático, liderado por el expresidente Álvaro Uribe Vélez, pudieran tener su propio candidato, lo que podría dar lugar a una concentración de poder en manos de un pequeño grupo de élites económicas y políticas. El senador no descartó que, al final, todos estos actores se unan en un mismo proyecto político, sin importar sus diferencias ideológicas.
El video de Arias concluye con una reflexión sobre el papel del pueblo colombiano en este proceso: “Nos toca al pueblo encontrar el candidato para el Gobierno”.