Gobierno Petro se prepara para enfrentar posibles cambios en la política migratoria de Trump y proteger a los colombianos en EE. UU.

Colombia se prepara para enfrentar posibles cambios en la política migratoria de Estados Unidos, ahora bajo el liderazgo del presidente electo Donald Trump.

La embajada colombiana en Washington ha estado evaluando el impacto de las medidas que podría implementar el nuevo gobierno estadounidense, especialmente aquellas relacionadas con la deportación de inmigrantes indocumentados y la eliminación de programas como el Daca y los Estatus de Protección Temporal (TPS), según información del medio El Tiempo.

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El presidente electo Trump ha prometido una política de cero tolerancia hacia los inmigrantes ilegales, lo que podría incluir la deportación de hasta un millón de personas en su primer año de mandato. Además, ha manifestado su intención de continuar con las restricciones en la frontera sur y limitar las solicitudes de asilo y refugio.

Estas medidas han generado preocupación en la comunidad colombiana en Estados Unidos, que se estima en 2,6 millones de personas, de las cuales más de ochocientas mil serían indocumentadas.

Ante esta situación, la embajada de Colombia ha solicitado un aumento en el presupuesto para reforzar los servicios de asesoría jurídica y asistencia social en sus consulados, de acuerdo al medio mencionado.

El embajador Daniel García-Peña, en conversación con el medio mencionado, destacó la importancia de mantener una comunicación constante con los consulados para proteger los derechos de los colombianos en el extranjero. Además, se planea una reunión con los doce consulados en Estados Unidos para coordinar estrategias y fortalecer los lazos con la comunidad.

La posibilidad de deportaciones masivas ha generado un ambiente de incertidumbre y miedo entre los colombianos en Estados Unidos. Las consultas sobre el estatus migratorio han aumentado significativamente en los consulados y oficinas de abogados, según el Migration Policy Institute.

La embajada busca convertirse en una fuente confiable de información para evitar que los colombianos sean víctimas de fraudes o promesas falsas de residencia.

En el ámbito internacional, Colombia también evalúa el impacto de las políticas de Trump en las relaciones bilaterales.

Se especula que el nuevo mandatario podría exigir mayores controles en el flujo migratorio por el Tapón del Darién, frontera con Panamá, bajo la amenaza de recortes en la ayuda bilateral. Además, existe el temor de que Trump incremente los aranceles a las exportaciones colombianas para presionar al gobierno.

El gobierno colombiano, liderado por el presidente Gustavo Petro, busca ser un socio proactivo en los esfuerzos para detener la migración ilegal, destacando su papel en la recepción de migrantes venezolanos.

Colombia ha regularizado la situación de más de 2.5 millones de venezolanos, lo que ha contribuido a frenar el flujo migratorio hacia el norte. El embajador García-Peña enfatiza la importancia de continuar fortaleciendo la cooperación bilateral con Estados Unidos para abordar la migración irregular.

El número de colombianos viviendo ilegalmente en Estados Unidos ha experimentado un notable aumento en los últimos años, situándose ahora entre las diez nacionalidades con más migrantes indocumentados en el país, según un informe del Instituto para la Política Migratoria.

Este estudio, basado en datos del Buró del Censo de Estados Unidos, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y la agencia de Aduanas y Protección Fronteriza (CPB), revela que al menos 11.3 millones de personas residen ilegalmente en Estados Unidos, de las cuales aproximadamente 237.000 son colombianos.

El informe del MPI coloca a los colombianos en la novena posición entre las nacionalidades con más migrantes indocumentados, superados por mexicanos, guatemaltecos, salvadoreños, hondureños, indios, venezolanos, filipinos y chinos. Los mexicanos encabezan la lista, representando el 45% de la población ilegal en el país.

Este incremento en la población indocumentada colombiana representa un aumento significativo de casi el 40% en comparación con 2019, cuando se estimaba que había alrededor de 171.000 colombianos viviendo ilegalmente en Estados Unidos. Las proyecciones del MPI, basadas en estadísticas recientes del CPB, sugieren que la cifra actual podría ser incluso mayor si se consideran los ingresos registrados en 2023 y 2024.

En los últimos dos años fiscales, las autoridades estadounidenses han detenido a cerca de 300,000 personas, más del doble de las detenciones realizadas entre 2020 y 2022.

Aunque no todos han permanecido en el país, ya que muchos son expulsados o se retornan voluntariamente, este incremento propone que el número de indocumentados colombianos podría llegar a casi 400.000 personas.