La hormiga culona, un plato tradicional de Colombia, especialmente del departamento de Santander, fue catalogado como el peor de la gastronomía del país por la reconocida plataforma Taste Atlas.
Este platillo, originario de los santanderes, consiste en hormigas grandes que son recolectadas y fritas, un proceso que lleva aproximadamente cinco horas durante la primavera, según el informe de Taste Atlas.
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La preparación de este plato tiene sus raíces en las prácticas de los indígenas guane, que recolectaban las hormigas como fuente de proteínas. En la actualidad, las hormigas se sumergen en agua salada, se fríen durante unos 45 minutos y se les quitan las alas manualmente.
Este aperitivo se vende en muchas esquinas y se puede preparar con vino o tostar con sal. Incluso, algunos restaurantes de lujo han creado versiones gourmet del plato.
El sabor de la hormiga culona se describe como una mezcla entre tierra y nueces, con una textura crujiente. Aunque para algunos es un manjar que se sirve como aperitivo o se utiliza en salsas y otros platos, no ha logrado impresionar a los expertos de Taste Atlas.
La diversidad gastronómica de Colombia es notable, con influencias culturales y una rica variedad de ingredientes que caracterizan su cocina. Sin embargo, no todos los platos logran el mismo reconocimiento, y la hormiga culona generó opiniones encontradas entre los especialistas y comensales.
Taste Atlas se presenta como un diccionario mundial de platos tradicionales, ingredientes locales y restaurantes auténticos, con el objetivo de recopilar información sobre las comidas del mundo, sus preparaciones y secretos. En esta ocasión, su ranking sobre las peores elaboraciones colombianas puso a la hormiga culona en el centro de la controversia.
La Changua y el bollo costeño también fueron criticados por los expertos de Taste Atlas
La changua y el bollo costeño, dos platos tradicionales de Colombia, fueron objeto de críticas por parte de expertos culinarios, según una publicación de Taste Atlas.
La changua, una sopa que se consume principalmente en el desayuno, ocupa el segundo lugar en una lista de platos colombianos menos apreciados. Esta sopa se prepara con una mezcla de agua y leche hervida, cebollas verdes, cilantro, perejil y un huevo que se cocina en el líquido.
A menudo se acompaña con arepas o pan duro, siendo popular en regiones frías o montañosas, así como en días festivos y fines de semana. A pesar de su popularidad entre los colombianos, la changua no logró impresionar a los especialistas gastronómicos.
En el tercer lugar de la lista se encuentra el bollo, un tipo de pan que puede elaborarse con maíz, yuca o papas. Este pan tradicional suele servirse en el desayuno, acompañado de queso. Sin embargo, al igual que la changua, el bollo no convenció a los chefs internacionales, quedando entre los primeros puestos de los platos colombianos menos valorados.
La publicación de Taste Atlas destaca que, aunque estos platos son parte integral de la cultura culinaria colombiana, no lograron obtener una buena calificación en el ámbito internacional. La evaluación de estos platos refleja una percepción diferente de la cocina colombiana fuera de sus fronteras, donde las expectativas y gustos pueden variar significativamente.
El pan de bono colombiano fue nombrado como el mejor de Latinoamérica por Taste Atlas
El pan de bono, un tradicional alimento colombiano, fue reconocido como el mejor pan del mundo, según un ranking elaborado por el sitio gastronómico Taste Atlas.
Este pan, originario del Valle del Cauca, se destaca por su interior suave y esponjoso, relleno de queso, y una corteza crujiente. Se elabora con ingredientes como yuca, harina de maíz, queso fresco, huevos y azúcar, y suele servirse caliente acompañado de una taza de chocolate.
El ranking de Taste Atlas, incluyó 43 variedades de pan de diferentes partes del mundo. En los primeros lugares, además del pan de bono, se encuentran el pan de queso de Brasil, la marraqueta de Chile, la pampushka de Ucrania y la almojábana, también de Colombia.
El pan de bono no solo es un símbolo de la gastronomía colombiana, sino que también tiene una historia interesante detrás de su nombre. Según Taste Atlas, algunos creen que el nombre proviene de un panadero italiano en Cali que solía gritar “pan del buono” (buen pan), mientras que otros atribuyen el nombre a la hacienda El Bono, donde se habría elaborado por primera vez.
Este pan es popular tanto en el desayuno como en la merienda, y aunque ha experimentado algunas variaciones regionales en cuanto a tamaño e ingredientes, su receta básica se mantiene constante. La combinación de su textura y sabor lo hace único y apreciado tanto en Colombia como en el mundo.