Un nuevo atraco registrado en el barrio La Sureña Santa Librada, de la localidad de Usme, en Bogotá, dejó en evidencia el nivel de inseguridad al que se ven enfrentados sus habitantes y la inoperancia en este caso de los vehículos de emergencia, que jamás llegaron al sector para recoger a un trabajador del acueducto que había sido herido con arma blanca.
Así lo dio a conocer en entrevista para el matutino de Arriba Bogotá, María Díaz, que reside el sector. “Esta mañana cogieron al supervisor por este lado. Lo atracaron, le pegaron y se llevaron su chaleco y demás elementos de la empresa”, lamentó, recordando que son varios los casos de hurto bajo este modus operandi en el que varios delincuentes abordan a sus víctimas y luego se escabullen en la zona boscosa o porteros.
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En su última actuación, es decir, la del supervisor del acueducto “lamentablemente, lo hirieron de gravedad. Le pegaron muy duro, vino un carro del acueducto, lo recogió y lo llevó al hospital; ya que no tuvimos apoyo de una ambulancia ni de nadie”.
Pero también existen reportes de que “constantemente a los carros que ven llegando a entregar productos en las tiendas, los atracan y, no hace mucho, vinieron a entregar cuatro celulares a domicilio y los robaron y es por esos lotes que permanecen solos todo el tiempo”.
La banda, según denunciaron otros vecinos del sector, actúa, únicamente, en cercanías a la zona boscosa y sus límites para garantizarse una salida fácil, en caso de que el atraco no salga como esperaban.
Y es que, según dijo al medio citado la también residente María Rodríguez, “se esconden muchísimos ladrones ahí. Uno no puede pasar, porque no se sabe si hay individuos por ahí. Se volvió un lugar de expendio de drogas, atracan a la gente y se meten a los matorrales, donde no les pasa nada. Por eso es que hemos enviado varios derechos de petición, solicitando que vengan y hagan la limpieza a los terrenos”.
Los barrios de Bogotá en las que suelen registrarse más atracos con arma blanca
Según el concejal Andrés Barrios, del partido Centro Democrático, la situación de inseguridad en Bogotá es alarmante. Durante el primer semestre de 2024, la capital colombiana ha experimentado una serie de hechos delictivos que incluyen balaceras, hurtos a personas, vehículos y comercios, que generaron gran preocupación en la ciudadanía debido a su impacto en la seguridad pública. Este panorama, según Barrios, refleja una tendencia preocupante que parece estar fuera de control.
De acuerdo con datos proporcionados por la Secretaría de Seguridad, Convivencia y Justicia de Bogotá, en los primeros diez meses del 2023 se registraron un total de 148.304 hurtos, lo que implica un robo cada cuatro minutos en la ciudad. Esta cifra refleja una situación aterradora para los ciudadanos y pone en evidencia la necesidad de medidas urgentes para combatir la criminalidad.
Los hurtos con arma de fuego se han concentrado principalmente en cinco localidades de la ciudad, todas ellas con alta afluencia de personas. Las zonas más afectadas incluyen La Capuchina (185 casos), San Diego (170 casos), Chapinero Central (161 casos), Las Nieves (154 casos) y Patio Bonito (150 casos). Este tipo de delitos ha generado especial preocupación debido a su ocurrencia en áreas con una importante actividad turística, comercial y estudiantil.
Por otro lado, los hurtos con arma blanca han sido más frecuentes en barrios como Tintal (79 casos), Ciudad Hayuelos (74 casos), Chapinero Central (64 casos), Polo Club (61 casos) y San Diego (59 casos). A pesar de que la mayoría de los hurtos no involucran armas, con más de la mitad de los casos siendo cometidos sin ningún tipo de amenaza, Barrios enfatiza la gravedad de la situación al observar que un 8,5% de los hurtos en la ciudad son perpetrados con arma de fuego.
En respuesta a estos preocupantes datos, varios concejales de Bogotá han solicitado al alcalde Carlos Fernando Galán que implemente medidas más efectivas para enfrentar la inseguridad. Entre las propuestas que figuran en una carta dirigida al alcalde se incluyen:
- Aumentar anualmente el presupuesto de la Secretaría Distrital de Seguridad.
- Ampliar y descentralizar los equipos de seguridad, según el Plan de Desarrollo Distrital.
- Desarrollar un plan específico de seguridad para el transporte público y los espacios de movilidad, con acciones claras y fechas definidas.
- Coordinar acciones con actores clave como la reserva activa, policía cívica y empresas de vigilancia privada, aprovechando la tecnología para ampliar la capacidad operativa.
- Implementar políticas contra el tráfico y consumo de drogas en espacios públicos, trabajando junto con la comunidad.
- Mejorar el espacio público a través de proyectos de iluminación y embellecimiento.
- Flexibilizar el porte de armas y solicitar asistencia militar al Gobierno Nacional para hacer frente al aumento de la violencia urbana.
Estas medidas son vistas como esenciales para mitigar el impacto de la creciente inseguridad y violencia en la ciudad, y son urgentes para la administración de Carlos Fernando Galán.