Durante unas operaciones fluviales en el municipio de Olaya Herrera, en el departamento de Nariño, tropas de la Armada de Colombia localizaron y destruyeron un depósito ilegal de explosivos y armamento que, según las autoridades, pertenecería al Grupo Armado Organizado Residual (Gaor) estructura 30, conocida como Rafael Aguilera. Este golpe a las estructuras ilegales es parte de un esfuerzo por garantizar la seguridad en la región del Pacífico, hacia el sur del país.
El hallazgo fue resultado de una operación liderada por la Brigada de Infantería de Marina No. 4, con la participación del Batallón Fluvial de Infantería de Marina No. 41, y el apoyo clave de la inteligencia naval. Según el informe oficial, el depósito fue localizado en la vereda Vuelta Larga, una zona rural de Olaya Herrera.
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Dentro del escondite, se encontraron 41 artefactos explosivos improvisados tipo mina antipersonal, 16 granadas de diferentes calibres, 2 rampas de lanzamiento con 8 kilogramos de explosivos, un fusil M4, un proveedor con 20 cartuchos, y elementos alusivos a la estructura armada, como brazaletes.
El material encontrado, de acuerdo con las autoridades, estaba destinado a ser empleado contra la fuerza pública, lo que habría representado un alto riesgo para los uniformados y la población civil de la región. La destrucción del arsenal se llevó a cabo en el lugar, al seguir estrictos protocolos de seguridad para evitar cualquier daño colateral.
Un uniformado involucrado en la operación declaró: “La Armada de Colombia (...) por la inteligencia naval logró la ubicación y posterior destrucción de un depósito ilegal de armas, explosivos y municiones”. Además, destacó que el material destruido “evitó posibles afectaciones a la comunidad y contribuyó a la seguridad de la región”.
Este operativo no solo neutralizó una amenaza directa, sino que representó un avance significativo en la lucha contra las estructuras armadas ilegales que operan en el Pacífico colombiano.
Cabe destacar que, el municipio de Olaya Herrera, como otras zonas del departamento de Nariño, ha sido históricamente afectado por la presencia de grupos armados ilegales que buscan controlar corredores estratégicos para actividades ilícitas, incluyendo el tráfico de drogas y la minería ilegal. Estas dinámicas provocaron un clima de inseguridad y desplazamiento forzado en varias comunidades.
Explosión en Jamundí deja 14 heridos: presunto autor de ataque fue señalado como integrante de Gaor
En un hecho que provocó consternación en Jamundí (Valle del Cauca), una motocicleta cargada con explosivos detonó este sábado en el sector de Las Piñas, cerca de un puesto de control policial. La explosión dejó un saldo de 14 personas heridas, incluyendo siete civiles y siete policías, mientras que el presunto autor del ataque, señalado como integrante de un Gaor, murió en el lugar.
El coronel Carlos Oviedo, comandante de la Policía Metropolitana de Cali, informó que el hecho ocurrió cuando el motociclista, al notar la presencia del puesto de control, accionó el artefacto explosivo: “En el lugar de los hechos se llevaba a cabo un puesto de control de la Policía donde, al parecer, fue requerido un presunto integrante de un Grupo Armado Organizado Residual, que se movilizaba como motociclista, y al notar la presencia policial activó el artefacto que había sido acondicionado en la motocicleta, falleciendo en el sitio”.
Las autoridades atribuyeron el ataque a la estructura Jaime Martínez, una facción disidente de las Farc que forma parte del Estado Mayor Central (EMC). Esta organización opera en el suroeste de Colombia, como departamentos como Valle del Cauca, donde se intensificó su accionar en los últimos meses.
Según el coronel Oviedo, este ataque sería una respuesta de los grupos armados a las recientes operaciones de las fuerzas de seguridad en la región. Las actividades ilícitas, como el narcotráfico y la minería ilegal, continúan siendo las principales fuentes de financiamiento para estas estructuras, que buscan mantener el control territorial a través de actos violentos.
De los siete policías heridos, dos fueron trasladados a la ciudad de Cali debido a la gravedad de sus lesiones. Uno de ellos se encuentra con pronóstico reservado tras haber sufrido una lesión craneal por una esquirla, motivo por el cual está siendo atendido en la clínica Fundación Valle del Lili. Los civiles afectados, aunque con lesiones menos graves, están recibiendo atención médica en hospitales locales.