Recientemente, la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) imputó a seis exmiembros del antiguo secretariado de las Farc por crímenes de guerra contra menores de edad, señalando que entre 1971 y 2016, un total de 18.677 niños, niñas y adolescentes fueron reclutados por este grupo armado. Uno de los exlíderes de las Farc mencionados en esta imputación es Rodrigo Londoño, conocido como ‘Timochenko’, que fue comandante de ese grupo guerrillero.
Este acto de imputación, que busca responsabilizar a los antiguos comandantes de las Farc por su implicación en la explotación y reclutamiento de menores, ha desatado una serie de reacciones alrededor de la gestión de la JEP. El presidente del tribunal de paz, Alejandro Ramelli, señaló que, debido a los tiempos limitados del acuerdo de paz, existe la posibilidad de que algunos de estos casos sean trasladados a la justicia ordinaria.
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Timochenko cuestionó el papel de la JEP
A través de una carta pública, Rodrigo Londoño mostró su rechazo a lo que considera una desviación de los principios de la justicia transicional. En la misiva, respondió al magistrado Remelli: “Sus palabras, señor magistrado, confirman nuestros peores temores y validan cada una de nuestras críticas, las cuales hemos expresado en todos los escenarios posibles. Los comparecientes de las extintas Farc-EP no exageramos al decir que la magistratura de la JEP se ha descarrilado de la tarea encomendada”.
El excomandante de las Farc acusó a la JEP de alejarse del Acuerdo de Paz de 2016, y señaló que las decisiones judiciales recientes muestran un enfoque parcializado, en lugar de una verdadera búsqueda de justicia para las víctimas. Según él, este proceso refleja un “desacierto” que pone en peligro el proceso de paz mismo.
Sin embargo, no conforme con ese pronunciamiento, Londoño envió una carta el 7 de diciembre de 2024, dirigida a las Naciones Unidas y a los países garantes del acuerdo de paz, solicitando que la comunidad internacional supervise las actuaciones de la JEP. En su misiva, el exlíder de las Farc destacó que la implementación del acuerdo ha sido obstruida por numerosos obstáculos, los cuales, según él, han sido superados principalmente por el compromiso de los excombatientes, más que por la disposición del Estado colombiano.
La reacción de las víctimas y organizaciones de derechos humanos
Las víctimas de las Farc, así como varias organizaciones defensoras de derechos humanos, han reaccionado con firmeza ante las críticas de Londoño. Sofía Gaviria, fundadora de la Federación Colombiana de Víctimas de las Farc, expresó que las víctimas esperan una respuesta exhaustiva por parte de los responsables: “Que le cumpla a las víctimas y eso quiere decir, llegar a la verdad exhaustiva. Y si no se logra porque los beneficiarios de esa justicia no están contribuyendo, deben ir a la ordinaria”, declaró Gaviria.
La Corporación Rosa Blanca, que representa a las víctimas, también se mostró alarmada ante las declaraciones de Londoño. En su cuenta de X, publicaron: “¿A que le tiene miedo Timochenko y su combo de comandantes violadores sexuales de niñas reclutadas? Llevan más de 5 años sin reconocer en la JEP sus graves delitos y ahora quieren acabarla y ejercen presión indebida a Magistrados. La mora es suya Timo, vaya a la JEP y confiese”.
Presidente de la JEP respondió a ‘Timochenko’ y defendió la labor del tribunal
Tras la publicación de la carta de Londoño, la JEP emitió un pronunciamiento en defensa de su trabajo, reiterando que el tribunal tiene la misión de garantizar la seguridad jurídica a los comparecientes que han cumplido con sus obligaciones, y de velar por el cierre de los procesos judiciales conforme al acuerdo de paz. En uno de los comunicados oficiales, se indicó: “La JEP garantiza la seguridad jurídica y el cierre de procesos judicial para los comparecientes que han cumplido con sus obligaciones y han contribuido a la verdad, la justicia y la restauración a las víctimas del conflicto armado en Colombia”.
Además, la JEP reafirmó su compromiso con los principios del acuerdo de paz, subrayando que los procesos jurídicos para los comparecientes que han colaborado con la verdad y la justicia seguirán su curso tal como fue pactado en el acuerdo de 2016. Esto, según la Jurisdicción, representa un paso crucial hacia la consolidación de la paz en Colombia, un objetivo que sigue siendo central para la construcción de un futuro sin violencia.
El presidente de la JEP, Alejandro Ramelli, defendió el papel de la JEP, asegurando que no puede obviar el sufrimiento de las víctimas y las demandas de verdad que exigen. Según él, hay sectores que intentan desviar el mandato de la JEP, pero el tribunal no permitirá que los intereses políticos interfieran en su labor.