Vicky Hernández se pronunció acerca de su estado de salud: “Es una carpintería complicada”

La actriz colombiana Vicky Hernández causó preocupación en el ámbito del entretenimiento luego de que su colega y amigo, Jorge Cao, compartiera en noviembre a través de sus redes sociales unas imágenes en las que la acompañaba en una clínica en Bogotá, sentada, asistida por una enfermera y usando un tubo de oxígeno.

En declaraciones recogidas por Pulzo, el cubano confirmó que la actriz se encontraba bien de salud y se recuperaba satisfactoriamente de una delicada intervención en sus vértebras cervicales, motivo por el que estaría internada varios días más.

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Este sábado 7 de diciembre, la actriz de 75 años se pronunció desde su hogar en el municipio de Subachoque (Cundinamarca), dando detalles sobre sus problemas de salud durante una entrevista concedida a la revista Vea. Allí describió las informaciones que se dieron inicialmente como “una exageración”. Acto seguido, explicó cómo fue la intervención fue realizada por el neurocirujano Enrique Osorio Fonseca.

“Me abrieron acá [se señala el cuello]. El doctor entra por aquí, quita una vértebra completa, organiza los discos y trabaja de la segunda a la sexta vértebra cervical, porque ya estaban rayados, como discos de vinilo”, explicó. Añadió que pese a lo invasiva de la intervención fue un éxito, por lo que ahora siguen sesiones de fisioterapia. “Cuando tienes dolor, el músculo se contrae y se va deformando. Ahora estamos trabajando para que los músculos recobren su posición adecuada”, contó.

Hernández expresó que la decisión de someterse al delicado procedimiento se debió al grave riesgo que corría su movilidad. “Era mucho mejor arriesgarse a hacer la cirugía que esperar un posible futuro de cuadriplejia”, señaló. También contó que era un problema con el que venía lidiando desde hace años, pero en 2024 los dolores fueron especialmente fuertes.

“Este último año estuvo muy acentuado. Pensaría que hay un año con dolor fuerte en los pies y en las manos. Es que he tenido varios episodios distintos. Hago las cosas completas, como se había dañado la lumbar y tengo cuatro cirugías, y tengo un andamio, platino, clavos, tornillos, grapas, ganchos, alambres, esa es una carpintería complicada…”, comentó haciendo gala de su sentido del humor.

Vicky también atribuyó parte de su deterioro físico a eventos específicos, como una caída que sufrió cuando tenía 12 años que le afectó el coxis, así como lo demandante que fueron algunos papeles. En ese sentido, recordó lo demandante que fue una puesta en escena de La muerte y la doncella en el teatro Nacional.

“Alzaba al señor Helios Fernández, que era grande, lo cargaba sobre la espalda, entraba a un escenario inclinado, con tacones... Entonces ese piso inclinado, más unos tacones, más sostener a un hombre de 85 kg, caminar en el escenario, soliviantarlo y dejarlo sobre una silla. Hacer eso durante los ensayos, siete meses de temporada, con seis funciones semanales, de lunes a sábado, deja huella”, recordó.

A pesar de los contratiempos por la intervención, la vallecaucana goza del reconocimiento obtenido con su actuación en la película Al otro lado del jardín, recientemente estrenada en Max. Allí interpretó a una madre que opta por el suicidio asistido debido a una enfermedad incurable, mientras le pide a su hijo que le ayude.

Sobre su trabajo, Vicky afirmó que era un papel complejo. “Llegué con susto, porque era un personaje que hablaba poco, que dejaba ver poco de sí, que explícitamente comunicaba poco o nada, y era necesario dar tanto al espectador como al actor, y darle al personaje del hijo (interpretado por Julián Román) toda la solidez de un caso de muerte, que era mejor que se muriera a pesar del amor, a pesar de la fe, a pesar de creer en la vida, como esta señora lo hacía”.

En cuanto a la temática de la película, que aborda el sufrimiento de pacientes terminales y sus familias, la actriz destacó su relevancia en la actualidad. “Es un tema sumamente importante para tratar en la época en que estamos viviendo, diría que con más urgencia que en otros momentos”, declaró. “La sociedad no sabe cómo cargar con las personas enfermas o viejas mayores que tienen problemas para valerse por sí mismas o que están en una condición de no retorno a la salud, en una condición irreversible y de degradación física (...) Seguramente antes, en esas familias tan numerosas, pues habría alguien que podía cuidarlo o estarse con él o acompañarlo, hoy en día eso es más difícil. Hoy en día eso es casi imposible”.