Nicolás Petro, hijo del presidente colombiano Gustavo Petro, confirmó las amenazas de muerte que ha recibido junto a su familia. Estas amenazas, que también afectan a su bebé, han sido denunciadas por Nicolás a través de sus redes sociales, donde expresó su confianza en la justicia y las instituciones colombianas.
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La situación de seguridad de Nicolás Petro se ha vuelto más delicada en medio de la investigación que enfrenta por presunto lavado de activos y enriquecimiento ilícito. Según Semana, las autoridades ya tienen conocimiento de los mensajes intimidantes que ha recibido, los cuales han sido enviados a su teléfono móvil.
En una publicación en Instagram, Nicolás Petro agradeció a quienes le han mostrado apoyo en estos momentos difíciles, enfatizando que la seguridad de su bebé es su prioridad. “Gracias a los que nos han enviado mensajes de aliento en estos momentos tan difíciles. Nuestra prioridad es la seguridad de nuestro bebé”, escribió, reiterando su confianza en que la justicia prevalecerá.
El informe sobre las amenazas, que está en manos de la Fiscalía General de la Nación, destaca la gravedad de la situación que enfrenta el hijo del mandatario colombiano. Este contexto se da mientras Nicolás Petro debe decidir si llega a un acuerdo con la Fiscalía o enfrenta un juicio por las acusaciones en su contra.
Los mensajes intimidantes, extraídos del teléfono móvil del joven, también incluyen amenazas contra su pareja, Laura Ojeda, y su hijo. Uno de los mensajes más alarmantes expresa el deseo de que tanto él como su familia mueran, sugiriendo que su desaparición sería un alivio para el país.
La situación ha generado preocupación en las autoridades colombianas, que ya estaban al tanto de las intimidaciones que enfrenta el hijo del mandatario. Los mensajes, que han sido descritos como violentos y perturbadores, reflejan un nivel de hostilidad que ha llevado a las autoridades a tomar medidas para garantizar la seguridad de la familia.
En uno de los mensajes, se menciona explícitamente a Laura Ojeda y su hijo, deseando su muerte y afirmando que su ausencia sería motivo de felicidad para el país. Este tipo de amenazas no solo afectan a los individuos directamente implicados, sino que también generan un clima de inseguridad y temor en su entorno.
Otro mensaje dirigido a los tres miembros de la familia hace referencia a la justicia divina, deseando la muerte de todos ellos y sugiriendo que su desaparición aliviaría la carga del país. Este tipo de lenguaje refleja una violencia simbólica que puede tener graves repercusiones psicológicas y emocionales para las víctimas.
La Fiscalía está investigando el origen de estos mensajes y ha intensificado las medidas de protección para la familia del presidente.
La denuncia de las amenazas coincide con un momento crucial en la investigación judicial, lo que añade una capa de complejidad a su situación legal. La atención pública y mediática sobre el caso ha aumentado, dado el perfil de Nicolás Petro como hijo del presidente y las implicaciones políticas que esto conlleva.
El estado actual del caso de Petro Burgos
Nicolás Petro Burgos enfrenta un proceso judicial que ha captado la atención pública debido a las graves acusaciones en su contra. Petro Burgos ha sido formalmente acusado de lavado de activos y enriquecimiento ilícito, delitos que han generado un intenso escrutinio sobre el manejo de recursos durante la campaña presidencial de su padre en 2022.
Las acusaciones surgieron inicialmente de su exesposa, Daysuris Vásquez, quien afirmó que Petro Burgos había recibido dinero ilícito para financiar la campaña de Gustavo Petro. La Fiscalía ha avanzado en la investigación recopilando pruebas significativas, entre ellas conversaciones privadas y fotografías que sugieren la presencia de grandes sumas de dinero en efectivo en la residencia de Nicolás Petro. Estas evidencias han sido cruciales para el desarrollo del caso judicial.
El caso sigue su curso en los tribunales, con Petro Burgos citado a juicio. Su defensa está considerando la posibilidad de llegar a un acuerdo con la Fiscalía o de enfrentar el juicio. La situación es delicada y está en constante evolución, con nuevas revelaciones y pruebas que podrían influir en el desenlace del caso.