La recuperación del parque Nacional avanza tras el retorno de las comunidades indígenas embera a sus regiones de origen. Este proceso, que comenzó hace tres meses, busca restaurar el parque como un espacio de encuentro y recreación para los habitantes de la ciudad, según informó la Alcaldía Mayor de Bogotá.
El parque había sido el hogar temporal de estas comunidades durante más de un año, luego de que llegaran a la capital huyendo del conflicto armado en 2021.
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En este trabajo, varias de las entidades públicas fueron partícipes para la pronta entrega del parque del distrito. Estas fueron las labores que realizaron cada una de ellas:
- El Instituto Distrital de Recreación y Deporte (Idrd) invirtió más de 800 millones de pesos en la renovación del recinto natural.
- El Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) se encargó de la restauración de los andenes sobre la carrera Séptima.
- Por su parte, el Jardín Botánico de Bogotá (JBB) realizó la reparación de las jardineras que se encontraban completamente destruidas.
- El Departamento Administrativo de la Defensora del Espacio Público (Dadep) llevó a cabo la limpieza de piezas patrimoniales.
- Además, el Instituto de Patrimonio Cultural (IDPC) trabajó en la recuperación de esculturas históricas que habían sido vandalizadas hace varios años.
El secretario General de la Alcaldía, Miguel Silva, destacó que el deterioro del parque no fue causado únicamente por la presencia de las comunidades indígenas, sino también por la falta de mantenimiento y conservación durante décadas.
“Los senderos patrimoniales del parque estaban cubiertos de pasto y tierra, ocultos, escondidos, lo que demuestra que hace años no se les hacía mantenimiento. Las columnas blancas de luces, que datan de los años setenta, no habían recibido cuidado alguno en décadas. Esto se sumó al deterioro generado por la estadía de las comunidades embera en un espacio que no estaba adecuado para ello”, expresó Silva, citado en el comunicado del distrito.
Desde su inauguración en 1934, el parque Nacional ha sido un símbolo histórico, cultural y recreativo para varias generaciones de bogotanos. La recuperación del parque llega justo a tiempo para la temporada navideña, devolviendo a la ciudad un espacio emblemático para el disfrute de sus habitantes.
El parque necesita una intervención estructural
Por tratarse de un lugar histórico para el país, las intervenciones deben contar con el aval del Ministerio de Cultura y desarrollarse bajo parámetros especiales para este tipo de lugares.
A pesar de los avances, el distrito señaló la necesidad de una intervención estructural. “Con todo este esfuerzo, el parque quedará en muy buenas condiciones. Sin embargo, necesita de una intervención estructural. Por eso el IDPC y el IDRD están organizando un proyecto que debemos presentar al Ministerio de Cultura. Este aval es clave para que podamos garantizar su sostenibilidad como Monumento Nacional”, enfatizó el secretario General.
Finalmente, Silva reconoció que la reapertura del parque Nacional no está exenta de desafíos y es fundamental que la ciudadanía participe activamente en la protección de este espacio renovado, para evitar que enfrente las mismas problemáticas que lo deterioraron en el pasado.
“Nuestra preocupación cuando lo abramos es qué va a pasar dentro del parque. No solamente si hay una nueva incursión de las comunidades indígenas, sino también que regrese el tráfico de drogas y explotación y abuso sexual”, señaló Silva, al referirse a los retos asociados con la seguridad y el uso adecuado del parque.
Pero además, el funcionario hizo un llamado a la ciudadanía referente al cuidado y preservación del parque, en el que afirma que “Necesitamos que la ciudadanía nos ayude a cuidar el parque, que no volvamos a tener ocupaciones ni acciones de mal uso del parque. El éxito de esta reapertura no solo dependerá de las acciones del distrito, sino también de una apropiación responsable por parte de los bogotanos”.