La actriz y cantante ecuatoriana María Elisa Camargo y el actor español Cristian Gamero hacen parte de la telenovela colombiana Escupiré sobre sus tumbas, que produjo Asier Aguilar para Caracol Televisión. La producción, cuya primera emisión fue el 28 de octubre de 2024, se enfoca en una historia de venganza, suicidio y amor.
El actor español protagoniza la novela representando a Brian O’Connor, mientras que la cantante interpreta a Katherine Andrea Obregón Martelli. Juntos, debieron ir más allá de los diálogos y actuar escenas de intimidad que los pusieron a prueba. La desnudez y el placer suelen ser todo un reto para los actores, que buscan respetar el cuerpo de su compañero o compañera y, al mismo tiempo, aportar realismo y pasión a las escenas.
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Por eso, Gamero y Camargo contaron con una asesoría profesional: se trata de la periodista y exactriz de pornografía Amaranta Hank. De acuerdo con el actor español, en su tiempo de trabajo en la industria de la televisión nunca había tenido el apoyo de una persona que pudiera guiarlo de la manera correcta para hacer escenas de sexo.
“Fue muy curioso porque yo nunca había trabajado con una coordinadora de intimidad y ella lo que hace es hablar con cada uno de nosotros para que no haya esa conversación de: ¿dónde te toco?, ¿qué te molesta?, ¿dónde te puedo tocar?”, precisó Gamero, en una dinámica de respuesta de preguntas para redes sociales, divulgada por Caracol Televisión.
Según detalló, las conversaciones que tuvo Amaranta Hank con cada actor permitieron que fuera ella la que informara sobre los límites que cada quien debía poner, contando siempre con aspectos básicos de delicadeza y de respeto.
Por su parte, la actriz aseguró que tanto ella como su colega tuvieron la apertura necesaria para hacer las escenas con profesionalismo y tratando de garantizar el realismo de la historia y del momento de intimidad. Y, para que esa parte de la producción fuera todo un éxito, se requirió de planeación y ensayo.
“Esas escenas se tratan como una coreografía, no crean que es una cosa de: ‘vayan y hagan lo que les nazca’. Para nada. Cada paso de ese evento está cuidadosamente y detalladamente calculado y ensayado”, precisó.
El tiempo de ensayo era de una hora, en la que Hank aprovechaba para conversar con ellos de manera individual y luego de manera grupal, para después pasar al ensamble de la escena. La idea era, entonces, proveer cierto nivel de intensidad en un encuentro íntimo que no era real.
“Amaranta nos hace toda la coreo y la tenías que hacer igual. Entonces, si aparece una escena de sexo fuerte, con pasión, todo está muy coreografiado: movimiento aquí, la agarras, la llevas, te pones encima”, detalló.
Todas esas directrices surtieron efecto y dieron el toque de realismo que se buscaba para las escenas. Según el actor, los encargados de la producción quedaron “contentos” con el resultado.
Ambos tuvieron que lidiar con el hecho de que sus cuerpos estuvieran desnudos ante varias personas que estaban trabajando en la parte técnica de la telenovela. Ese aspecto fue más complejo por el hecho de que gran parte del equipo estaba constituido por hombres, lo cual la intimidó.
“Teníamos un grado de desnudez muy fuerte (...). Para mí como mujer... la mayoría de los técnicos son hombres, entonces tu vez ese hotness, pero en la realidad y detrás de cámaras estás supercohibida porque hay 20 hombres”, contó la actriz, aclarando que cuando se deben hacer escenas de cama, se procura que solo permanezca en el set el personal esencial. Además, las partes íntimas suelen ser tapadas con stickers. “Es todo menos sexy”, dijo entre risas.