La Defensoría del Pueblo de Colombia inició una colaboración con el Departamento Nacional de Planeación para establecer una Mesa Técnica de Trabajo Permanente, con el objetivo de abordar el problema del reclutamiento forzado de menores en el país. Esta iniciativa busca desarrollar una agenda conjunta que se enfoque en soluciones duraderas para las víctimas de desplazamiento forzado, la inteligencia artificial, el sistema penitenciario y carcelario, y la mejora del Sistema de Alertas Tempranas, según informó la Defensoría.
Entre enero y el 3 de diciembre de 2024, la Defensoría del Pueblo reportó 297 casos de reclutamiento forzado de menores en Colombia. Este fenómeno afecta principalmente a comunidades indígenas y zonas rurales, y podría estar subestimado debido al subregistro existente. La entidad resaltó la necesidad de implementar medidas más contundentes para prevenir este flagelo.
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Las cifras revelan que el 63% de las víctimas son niños y adolescentes, mientras que el 37% son niñas y adolescentes. En cuanto a la pertenencia étnica, el 51% de los menores afectados pertenece a comunidades indígenas, el 8% son afrocolombianos, y el 27% no reporta grupo étnico. Estos datos reflejan la vulnerabilidad de ciertos grupos étnicos frente a este problema.
En relación con los presuntos responsables, las disidencias de las Farc fueron señaladas en el 73% de los casos, seguidas de grupos sin identificar (20%) y organizaciones criminales, incluyendo el ELN y otros grupos armados, que representaron un 7% en conjunto. Estos grupos armados ilegales continúan siendo una amenaza significativa para la seguridad de los menores en Colombia.
Los departamentos más afectados por el reclutamiento forzado de menores son Cauca, con 214 casos, seguido de Valle del Cauca (18), Putumayo (12) y Arauca (10). En contraste, regiones como Cundinamarca, Bolívar y Amazonas reportaron cifras menores, con uno a tres casos cada una. Estas cifras destacan la concentración del problema en ciertas áreas del país.
La Defensoría del Pueblo, a través de la red social X, enfatizó la importancia de trabajar de manera coordinada para garantizar una respuesta oportuna y efectiva frente a las recomendaciones emitidas. La entidad busca reforzar las políticas públicas y garantizar un enfoque de derechos que permita enfrentar de manera integral esta problemática que continúa afectando a las comunidades más vulnerables del país.
Iván Mordisco intensifica el reclutamiento de menores en Cauca
En este contexto se conoció que, “Iván Mordisco”, líder de las disidencias de las Farc, implementó una preocupante estrategia de reclutamiento de menores en el departamento del Cauca, según reveló Semana. En lo que va del año, el Ejército ha rescatado a 17 menores en el Tolima, todos originarios del Cauca, lo que sugiere un patrón de traslado de estos jóvenes para ser utilizados en conflictos armados en el Tolima, donde Mordisco busca expandir su influencia.
Las operaciones militares recientes en el sur del Tolima permitieron el rescate de dos menores, lo que puso de manifiesto esta práctica. Según fuentes militares consultadas por el medio citado, Mordisco estaría reactivando las llamadas “escuelas móviles de entrenamiento”, una táctica heredada de la extinta guerrilla de las Farc. Estas escuelas, conocidas por su brutalidad, instruyen a los menores en tácticas de guerra, manejo de explosivos y uso de armas, preparándolos para enfrentamientos con la Fuerza Pública.
Un informe de inteligencia detalla que actualmente hay seis de estas escuelas operativas, donde los menores reciben entrenamiento intensivo. Los instructores les enseñan a manejar drones con explosivos, tácticas de francotiro, infiltración y propaganda urbana, entre otras habilidades. Estas escuelas se ubican en zonas de difícil acceso, como la selva, lo que complica las operaciones de las autoridades para desmantelarlas.
La situación se agrava por los conflictos que Mordisco mantiene con otros grupos armados como el ELN, el Clan del Golfo y la Segunda Marquetalia, lo que ha llevado a un aumento en el reclutamiento forzoso de menores. Los cursos de entrenamiento pueden durar hasta dos meses y albergan a unos 40 reclutas, quienes deben abandonar los campamentos si las operaciones militares se intensifican en la zona.