
El 18 de agosto de 1989 se perpetró el magnicidio de Luis Carlos Galán Sarmiento, candidato presidencial que lideraba las encuestas de la época, pero que terminó siendo una víctima más de la guerra que Pablo Escobar sostuvo contra el Gobierno nacional.
En ese episodio, que se registró en el parque central de Soacha, no solo murió el líder del partido Liberal, sino que los criminales terminaron con la vida de Santiago Cuervo, que era uno de los escoltas de Galán, y Julio César Peñaloza, concejal del municipio.
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Peñaloza fue impactado en repetidas ocasiones por los sicarios y aunque logró ser trasladado a un centro médico, terminó muriendo el 23 de agosto, lo que provocó que su esposa Gloria Rojas quedara en solitario a cargo de sus dos hijas. Luego de 35 años y de que la justicia colombiana descubriera que en ese evento fue disminuida la seguridad de Luis Carlos Galán, la familia del concejal Peñaloza sigue sin ser reparada ni reconocida como una víctima de la violencia.
A pesar de que por el magnicidio de Galán fueron condenados el exministro de Justicia Alberto Santofimio Botero; el exdirector del DAS Miguel Alfredo Maza Márquez, y el excomandante de operaciones del organismo de seguridad Manuel González, la esposa e hijas de Peñaloza siguen siendo dejadas a un lado por el Estado.

Ante esta situación, la familia del concejal demandó al Ministerio de Defensa y la Policía Nacional por las fallas de seguridad que tuvo el evento en Soacha, y aunque el Tribunal Administrativo de Cundinamarca falló a favor de la familia Peñaloza al declarar a las dos instituciones como responsables de la muerte del concejal, esta decisión fue apelada debido a que el DAS, principal culpable del caso, en la actualidad no existe.
En abril del 2024 la Corte Constitucional falló a favor de la familia de Peñaloza, pero esto no ha provocado que el Gobierno nacional pida perdón por la muerte del concejal ni la indemnización sea entregada.
Una familia que ha esperado 35 años
En diálogo con Infobae Colombia, Marcela Peñaloza, hija de Julio César Peñaloza, remarcó que a pesar de que junto a su madre y hermana llevan 35 años buscando ser reconocidas como víctimas, su padre sigue sin ser mencionado de manera oficial cuando se habla del magnicidio de Galán.
“El Estado colombiano han tardado en pedir perdón, más allá del tema del perdón, es un tema de reparación integral, que está enfocado en que el Estado como agente que participó junto al DAS y el Ejército, tiene una responsabilidad directa con el asesinado de Luis Carlos Galán, pero de mi padre también”.

Marcela Peñaloza criticó que, a pesar del paso de los años, se siga buscando deslegitimar la responsabilidad que tuvieron entidades del Gobierno en el magnicidio de Galán, en el que murió su padre cuando ella tenía un año de edad.
“Esto ha tenido un retraso en manera de justicia porque al Estado le cuesta reconocer que fueron ellos mismos los que participaron del asesinato del que era el próximo presidente de Colombia y con ello a un líder político, concejal de la época”, destacó Marcela Peñaloza.
Sobre los recuerdos que tiene de su padre, Marcela destacó que lo aprendió a amar por medio de los relatos de su madre y de las historias que le contaron los allegados al concejal.
“Yo tenía un año cuando sucedió eso; sin embargo, esta fue una lucha que empecé a llevar desde que tengo 18 y los recuerdos están basados en los relatos de mi mamá y cartas que él escribió, fotografías, siempre las personas que lo conocieron hacen mención del amor que tenía por su familia”.

Por último, la hija de Julio César Peñaloza destacó que no buscan dinero, sino “reconocimiento moral” por parte del Estado, puesto que hasta el momento siguen sin cumplir con lo ordenado por la Corte Constitucional.
“En efecto, es una lucha de largo aliento, una lucha que nos ha llevado lágrimas y nos ha costado injusticia, olvido por parte de las alcaldías y también del gobierno que año tras año, jamás se han hecho cargo de la responsabilidad por el asesinato de mi padre. Lo que nos ha sostenido a nosotras es que siempre hemos podido permanecer para que la memoria de mi papá no quede en el olvido; fuera del dinero, lo que queremos es un reconocimiento moral”.
Buscando que la figura de Peñaloza siga siendo recordada y que su muerte sea reconocida como un crimen que tuvo responsabilidad del Estado, su familia llevará a cabo un evento en el teatro Xua de Soacha el 23 de agosto sobre las 3:00 p. m.
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