Por evadir el ataque de sicarios en moto, taxista y su pareja chocaron contra un poste

Contra un poste del barrio Valle Grande, en el oriente de Cali, se estrellaron un taxista y su pareja sentimental al intentar evadir un ataque sicarial en la comuna número 21, en la madrugada del sábado 4 de mayo.

El incidente, según las autoridades, ocurrió sobre las 3:45 de la madrugada, cuando el hombre, de 31 años, terminaba una llamada que entrará a formar parte de la investigación. Todo apunta a que el ataque fue un hecho sicarial y no un atraco, como llegó a pensarse en un primer momento.

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Según testimonios recogidos por la Policía Metropolitana de Cali, los disparos iniciaron cuando el taxi aun se encontraba estacionado. Sin embargo, el conductor no tardó en arrancar y, en aras de proteger su vida y la de su pareja, trató de embestir a los delincuentes hasta chocar con el poste.

La colisión ocurrió luego de que el conductor recibiera un disparo que lo llevó a ser trasladado de emergencia a un centro médico. Mientras, las autoridades investigan si fue un ajuste de cuentas, como el registrado contra otro taxista el primero de mayo, sobre el cual la Policía informó que “estamos adelantando las investigaciones. Lo que preliminarmente tenemos es que esta persona, hace meses atrás, había salido de un centro carcelario. En la cárcel de Jamundí tenía antecedentes por abuso de confianza, violencia intrafamiliar, actos sexuales con menor de 14 años, concierto para delinquir agravado y por narcotráfico”.

En un acto de valentía frente a la delincuencia en Bogotá, Miguel Páez Beltrán consiguió recuperar su teléfono móvil luego de ser víctima de un robo. Utilizando la tecnología de localización, Páez persiguió y confrontó a los asaltantes que se desplazaban en motocicleta, provocando un accidente que resultó en la recuperación de su dispositivo y el de otra víctima. Este incidente, ocurrido en la localidad de Usaquén, pone de relieve las crecientes medidas personales contra la inseguridad en la capital colombiana.

Según detalló en conversaciones con Citytv, el robo sucedió cerca de la calle 144 con carrera novena. Actuando rápidamente, Páez se dirigió a la casa de sus padres para utilizar el vehículo de su madre y, mediante la función de localización compartida, dio con el paradero de los ladrones.

Durante la persecución, consiguió afectar la moto de los asaltantes con su vehículo, lo que llevó a que la motocicleta se incendiara y permitiera la recuperación de los objetos robados.

“Lo que hago es empezar a empujar a uno de ellos, en una moto, con la coincidencia de que logra tropezarse la moto con los separadores de la ciclorruta. Se cae la motocicleta y empieza a botar gasolina, y como estaba prendida, coge llama”, narró.

Aunque lograron darse a la huida, él tomó a uno de los ladrones por su maleta y esta terminó rompiéndose, quedando, prácticamente, en sus manos.

“Se intenta volar y en ese momento logro raptarle la correa de la mochila y fue así como recupero mi celular, porque se le rompe la correa. Ellos emprenden la huida”.

La decisión de Páez de enfrentarse a los delincuentes plantea un debate sobre la seguridad en Bogotá y cómo los ciudadanos están optando por tomar acciones directas ante la inseguridad. Además, señala los riesgos de confrontar a criminales y la importancia de estrategias preventivas para proteger la seguridad personal.

Además, la recuperación de pertenencias por parte de víctimas de robo mediante el uso de tecnologías y persecuciones clandestinas deja en evidencia que el fenómeno de la mala llamada justicia por mano propia sigue creciendo en las ciudades principales, como una alternativa para hacerle frente a la criminalidad.