Salmo 121: la oración para pedir protección de todo mal y peligro antes de un viaje

Colombia se caracteriza por contar con un amplio número de personas que profesan el catolicismo y que suelen congregarse en distintas parroquias para orar y aprender sobre la Biblia, el texto sagrado que compila las enseñanzas de Dios. Y, aunque las iglesias son puntos de encuentro para los creyentes, lo cierto es que rezar o generar un “encuentro con Dios” también se puede hacer fuera de estas instalaciones.

Diariamente, algunos feligreses oran para agradecer por lo que tienen o para pedir por aquello que necesitan, ya sea ayuda o perdón. En todo caso, la Conferencia Episcopal de Colombia recuerda que aunque se pida en oración, siempre hay que tener en cuenta que los seres humanos tienen responsabilidad sobre sus actos y deben aportar para conseguir lo que desean. “Orar como si todo dependiera de Dios y trabajar como si todo dependiera de nosotros”, detalla la entidad administrativa de la Iglesia Católica.

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Algunas de las peticiones que suelen hacer los creyentes son de respaldo y apoyo, ya sea contra enemigos, situaciones adversas y dificultades. También, generan ese “encuentro con Dios” para pedir protección en ciertas circunstancias, como en momentos de viaje, en los que se pueden presentar accidentes, percances e imprevistos que, incluso, llegan a poner en riesgo la vida de las personas.

En la Biblia hay 150 salmos que hacen referencia a diferentes escenarios que enfrentan las personas a lo largo de su vida. Uno de ellos se enfoca, sobre todo, en la necesidad de protección.

Cántico de las subidas

Al contemplar las montañas me pregunto:

“¿De dónde vendrá mi ayuda?”

Mi ayuda vendrá del Señor, creador del cielo y de la tierra.

¡Nunca permitirá que resbales!

¡Nunca se dormirá el que te cuida!

No, él nunca duerme; nunca duerme el que cuida de Israel.

El Señor es quien te cuida;

el Señor es quien te protege,

quien está junto a ti para ayudarte.

El sol no te hará daño de día,

ni la luna de noche.

El Señor te protege de todo peligro;

él te protege tu vida.

El Señor te protege en todos los caminos,

ahora y siempre.

También hay una oración específica que se suele hacer a San Cristóbal de Licia, considerado el patrono de los viajeros, con el fin de conseguir protección y acompañamiento durante los recorridos.

A ti acudimos, san Cristóbal bendito, para pedirte que nos acompañes siempre por el camino de la vida y nos alcances poder llegar, al final de cada jornada, con salud, bienestar y gracia de Dios. Tú llevaste sobre los hombros al niño Jesús, que así quiso premiarte por tu servicio y amor hacia todos aquellos que pedían tu ayuda en su camino. Ya que eres protector de los que están en camino, y especialmente de los conductores y transportistas, pedimos ahora tu intercesión para que nos asista en el viaje, y libres de todo peligro y accidente, alcancemos del Señor, por la mediación de la Virgen de la Prudencia, el gozo de llegar felices y agradecidos a nuestro destino. Amén.

El papa Francisco, citado en el sitio web católico especializado Omes, recuerda a los creyentes que la oración debe ser constante, para que la fe que se profesa se fortalezca: “No se puede vivir solo de momentos fuertes o de encuentros intensos de vez en cuando para después entrar en letargo. Nuestra fe se secará. Necesita el agua cotidiana de la oración, necesita de un tiempo dedicado a Dios, de forma que él pueda entrar en nuestro tiempo, en nuestra historia; de momentos constantes en los que abrimos el corazón, para que él pueda derramar en nosotros cada día amor, paz, gloria, fuerza, esperanza; es decir nutrir nuestra fe”, expresó el sumo pontífice.