Sobre las 10:00 de la mañana del jueves 15 de junio se realizó la tercera jornada de audiencia de observaciones de víctimas frente a versiones entregadas a la JEP por parte de exintegrantes del bloque Magdalena Medio.
La diligencia, adelantada en Bucaramanga, contó con la participación de familiares de personas asesinadas por la antigua guerrilla y exigieron contar la verdad sobre lo ocurrido durante el conflicto interno.
Sumado a eso, víctimas acreditadas como Nelkis Mariela Lagares (cuya madre fue asesinada en agosto de 1990) dijeron que las versiones entregadas por los excombatientes y actuales comparecientes fueron “primarias”. De paso, criticaron los actos de reconocimiento de los victimarios y alegaron que eso no es suficiente para resarcir los daños causados a las familias de los que fueron asesinados.
“Me parece relevante la manera como los señores dan una respuesta como tan primaria, diría yo, donde uno mira y el tema no es aceptar la responsabilidad de alguna manera; es que estamos hablando de seres humanos, de personas y del sentir de una familia. Entonces a mi modo de ver no es tan fácil decir ‘sí, yo lo hice‘ (...) No hay claridad, no veo ese sentido humano”, manifestó Lagares en medio de la audiencia.
“Este material es triste, es muy pobre y vacío”, sentenció la víctima.
Víctor Julio Botello, exintegrante de la fuerza pública, narró la manera en que por lo menos 300 hombres de las extintas Farc hostigaron la estación de Policía en Cucutilla (Norte de Santander) el 12 de julio de 1999 y por espacio de 15 horas. “Yo me encontraba trabajando ahí en la estación”, dijo.
“A eso de las 7:30 de la noche fuimos objeto de una toma guerrillera por parte de las Farc, el cual incursionaron por 15 horas en el combate que tuvimos. Posteriormente, fuimos reducidos y secuestrados pasando un tiempo ahí en la misma población de Cucutilla, cindo días —estuve— ahí con ellos. Nadie hizo nada, no llegaron refuerzos”, contó Botello. De paso, relató que después de los cinco días se los llevaron a otra zona. Allí fueron retenidos por 48 horas más y en ese lapso conocieron a Danilo y Negro Eliécer, comandantes de la antigua guerrilla.
En total, ocho de los 14 uniformados de Cucutilla estuvieron secuestrados por 18 meses. Otros dos murieron y uno más resultó herido. Por las afectaciones físicas y psicológicas contra él y su familia, el exuniformado preguntó por las medidas de restauración que los exguerrilleros deben entregar.
“Queremos saber qué reparación podemos esperar (...) Será muy poco para lo que nos queda de vida, pero para disfrutar lo que nos pueda dar la JEP o el Gobierno”, reclamó.
En respuesta, la magistrada auxiliar de la JEP Andrea Mateus dijo que a través de ese tipo de audiencias el tribunal de justicia transicional espera reparar los daños a nombre del Estado. Dijo que su testimonio “nos permite acercarnos y comprender lo que usted vivió y como muchos otros casos que hemos registrado, ese sentimiento de abandono que va más allá de la emoción”, agregó la togada presente en la audiencia.
Entre febrero de 2019 y febrero de 2023, la Sala de Reconocimiento de Verdad del tribunal especial de paz realizó 14 versiones individuales y dos colectivas al extinto bloque Magdalena Medio de las Farc-EP. En las audiencias participaron un total de 50 comparecientes que entregaron su versión del conflicto armado y crímenes cometidos.
De igual manera, la magistratura de esta sección indicó que dentro del macrocaso 01 han sido recibidas 1.150 observaciones de víctimas por escrito sobre testimonios entregados por los comparecientes en versiones voluntarias. En ese sentido, los reclamos de las víctimas en los días de audiencia serán contrastados con las comparecencias de los excombatientes para determinar la comisión de crímenes no amnistiables y que son responsabilidad de los sometidos a la JEP.