La incertidumbre y el riesgo recorren la economía mundial

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Algunos expertos ven una peligrosa combinación de factores que recuerdan las prácticas que condujeron a anteriores crisis financieras.

Los repuntes bursátiles de las últimas semanas son solo un indicador de la profunda incertidumbre y los mayores riesgos que recorren la economía y el sistema financiero mundiales.

No se trata solo de que los cientos de miles de millones de dólares que inundan las inversiones en inteligencia artificial puedan resultar ser una burbuja. O que el uso de criptomonedas en la banca convencional se esté extendiendo incluso cuando sus valores se han desplomado tras dispararse a máximos históricos. O de las quiebras milmillonarias relacionadas con una loca carrera de préstamos por parte de los bancos en la sombra.

También son los titánicos niveles de deuda que han acumulado Estados Unidos y otros gobiernos. Los erráticos zigzagueos de políticas del presidente Donald Trump. Y la posibilidad de que la piedra angular de la agenda económica del gobierno --los aranceles-- sea declarada inconstitucional por la Corte Suprema estadounidense.

Es todo, en todas partes, al mismo tiempo.

"Me ha dejado atónito que los indicadores de volatilidad del mercado hayan sido tan bajos hasta hace poco", dijo Kenneth Rogoff, profesor de economía de la Universidad de Harvard. Las valuaciones del mercado no están reflejando con exactitud los riesgos, dijo.

La subida del mercado bursátil --el S&P 500 sigue arriba por 14 por ciento este año a pesar de las recientes sacudidas-- podría presagiar ganancias económicas generalizadas. Pero Rogoff no cree que sea así.

"Gran parte de los precios elevados en la bolsa no es reflejo de un elevado crecimiento futuro", dijo. Más bien es una señal de que se espera que la IA aumente la productividad y reduzca el empleo. "Todas las empresas piensan que van a prescindir de mucha mano de obra, y por eso las ganancias serán elevadas", dijo.

Y aunque la construcción de centros de datos para alimentar la inteligencia artificial está impulsando el crecimiento económico ahora, estos centros, una vez construidos, emplean un personal mínimo.

La incertidumbre provocada por la especulación del mercado en torno a la IA, en gran medida, es inevitable. ¿Cómo se evalúa el impacto y el valor en dólares de un invento que puede cambiar la vida como la conocemos?

En otro siglo, los ferrocarriles transfiguraron la economía y prepararon el terreno para un crecimiento espectacular. Pero por el camino hubo muchas bajas. Los fans de Downton Abbey recordarán que lord Grantham perdió la fortuna familiar por invertir en un proyecto ferroviario canadiense que fracasó.

"Las predicciones eran correctas", protesta el paterfamilias de Downton cuando le dicen que está arruinado. "Las acciones férreas harían una fortuna". Y muchas lo hicieron, pero no las suyas.

Las embelesadoras valuaciones bursátiles de empresas como Nvidia, con 5 billones de dólares, parecen basarse en la suposición de que el rápido crecimiento seguirá y seguirá. Algunos de los inversores que gastan miles de millones de dólares aún no han obtenido ganancias.

Los críticos advierten que un pequeño grupo de empresas tecnológicas, entre ellas Nvidia, se compran y venden entre sí en operaciones circulares que inflan su valor real.

En todo el mundo empresarial, los elevados precios de las acciones también se sustentan mediante préstamos de empresas financieras conocidas como bancos en la sombra, que no están sujetas a las restricciones que limitan los préstamos de riesgo. Y como las operaciones de estas empresas crediticias privadas están veladas, es difícil evaluar cuánto riesgo hay en el sistema.

En muchos casos, las salvaguardas establecidas --como las restricciones sobre en qué pueden invertir los planes de jubilación 401(k)-- están siendo desmantelados por el gobierno de Trump. Como resultado, las cuentas de ahorro a largo plazo de muchos estadounidenses pueden incluir ahora inversiones en bienes inmuebles, criptomonedas y fondos de capital riesgo.

Esta mezcla de activos debilita los cortafuegos diseñados para evitar que las apuestas financieras arriesgadas se propaguen por el sistema financiero en general. Algunos expertos ven una peligrosa acumulación de factores que recuerdan a las prácticas de riesgo que condujeron a la crisis financiera de 2008.

"Es bastante preocupante", dijo Natasha Sarin, profesora de derecho y finanzas de la Universidad de Yale. "Incluso los actores financieros muy sofisticados no comprenden realmente los riesgos".

En el Reino Unido, Andrew Bailey, gobernador del Banco de Inglaterra, advirtió el mes pasado sobre los préstamos riesgosos de las empresas privadas de crédito. Comparó el actual reempaquetado de productos financieros con lo que ocurrió antes del colapso de 2008.

"Sin duda estamos empezando a ver, por ejemplo, que ocurre lo que solía llamarse cortar y trocear y picar estructuras de préstamos", dijo en un testimonio ante el Parlamento, "y si estabas participando antes de la crisis financiera, entonces las alarmas empiezan a saltar en ese momento".

El Fondo Monetario Internacional también advirtió en octubre de los nuevos "desafíos para la estabilidad".

Por el camino, los banqueros convencionales que habían advertido de los peligros de las criptomonedas y los préstamos privados han dado un giro de 180 grados y se han volcado hacia ellos.

Hace dos años, Jamie Dimon, director ejecutivo de JP Morgan Chase, pidió que se prohibieran las criptomonedas. Este mes, el banco emitió su propio token digital.

En octubre, Dimon advirtió de los riesgos relacionados con el crédito privado después de una serie de quiebras, y dijo: "Cuando ves una cucaracha, probablemente hay más".

Sin embargo, la semana pasada, la rama de gestión de activos del banco dijo a los inversores que las empresas de crédito privado eran un elemento esencial de las carteras.

Incluso las personas que están seguras de que podría producirse un colapso en algún momento en el futuro, no quieren perderse el auge antes de la caída.

"Creo que muchos de los grandes bancos de inversión están intentando tenerlo todo", dijo Eswar Prasad, autor de El futuro del dinero. Cómo la revolución digital está transformando las monedas y las finanzas. "En un entorno competitivo es muy difícil retirarse de ciertos tipos de activos", dijo.

Las deudas públicas de Estados Unidos y otras grandes economías son otra fuente de preocupación. Las vulnerabilidades del sistema financiero son preocupantes, dijo Prasad, quien es profesor de economía de la Universidad de Cornell. Pero añadió: "Creo que la mayor preocupación, que está como enconándose en segundo plano, es realmente la situación de la deuda pública, especialmente en las economías avanzadas".

La deuda pública estadounidense asciende a 38 billones de dólares, o aproximadamente el 125 por ciento del tamaño de la economía estadounidense.

La fe fundamental y tradicional en la solvencia crediticia de Estados Unidos ya se vio sacudida en abril después de que Trump urdió una serie de guerras comerciales.

Un nuevo documento de trabajo de dos destacados economistas, Alan Auerbach y William Gale, señalaba que existe un consenso generalizado en que la carga de la deuda y el gasto de Estados Unidos son "insostenibles".

Las "perspectivas, combinadas con cambios frecuentes e impredecibles en la política económica, podrían amenazar el liderazgo económico del país en el mundo, la condición del dólar como moneda de reserva y el estatus de refugio seguro de la deuda del Tesoro", escribieron los dos economistas. "La situación actual de la deuda no se parece a ningún otro episodio al que se haya enfrentado el país anteriormente".

Por supuesto, predecir el futuro es un juego de tontos. Como bromeó una vez el economista Paul Samuelson, "el mercado de valores ha predicho nueve de las últimas cinco recesiones".

Aun así, la acumulación de riesgos es inquietante. "Es muy difícil saber dónde aterriza todo esto", dijo Rogoff en Harvard. "No tengo un buen presentimiento sobre la dirección general de las cosas".

Patricia Cohen escribe sobre economía global y reside en Londres.