
Seis personas han muerto de leptospirosis, una rara enfermedad bacteriana que se suele detectar en el agua contaminada. La tormenta aumentó el riesgo de contraerla, dijeron las autoridades.
El viernes, las autoridades de salud pública de Jamaica informaron que tras el paso del huracán Melissa, seis personas han muerto de leptospirosis, una enfermedad bacteriana que suele propagarse por la orina de las ratas y que se encuentra en aguas contaminadas después de las tormentas.
Desde que la tormenta impactó la isla el 28 de octubre, se cree que 37 personas han contraído la enfermedad, según dijeron las autoridades de salud.
Solo nueve de esos casos se confirmaron mediante pruebas de laboratorio, pero como el servicio eléctrico y telefónico sigue sin funcionar en las zonas afectadas, y cientos de miles de jamaiquinos siguen expuestos a las aguas altas y a condiciones inseguras, es probable que mucha más gente haya contraído la enfermedad, dijo Christopher Tufton, ministro de Salud.
El huracán Melissa pasó por el oeste de Jamaica como una poderosa tormenta de categoría 5, causando la muerte de al menos 45 personas y dañando gravemente 146.000 estructuras.
Las autoridades dijeron que ahora Jamaica también empezaba a ver las consecuencias para la salud pública.
La leptospirosis es una enfermedad bacteriana que se propaga en la orina de animales infectados, a menudo roedores, y que causa síntomas parecidos a los de la gripe en los casos leves o insuficiencia renal y hepática en los graves. Los síntomas, que pueden ser similares a los de la gripe o el dengue, incluyen fiebre, dolor muscular, escalofríos, vómitos e ictericia. Los síntomas suelen aparecer tras una exposición reciente al agua contaminada.
La bacteria, Leptospira, puede sobrevivir en el suelo húmedo durante meses. Aunque se considera rara en los países desarrollados, las infestaciones de ratas en Nueva York han provocado un reciente aumento de los casos allí.
Tras el paso del huracán María por Puerto Rico en 2017, al menos 26 personas murieron a causa de la enfermedad.
El riesgo de que se propague aumenta cuando las personas entran en contacto con aguas de inundaciones o incluso con tierra fangosa, dijo Tufton. Los agricultores, los equipos de respuesta a emergencias y las personas que realizan tareas de limpieza corren un riesgo especial, dijo.
"Los animales muertos portan la bacteria", dijo Lufton. "Es muy fácil coger la bacteria mientras realizas tu trabajo habitual --o inusual-- de limpieza".
Los roedores desplazados de su hábitat normal a causa de las inundaciones o los daños causados por la tormenta pueden propagar aún más la enfermedad, dijeron las autoridades.
Antes de la tormenta, entre dos y 21 personas al mes solían dar positivo en las pruebas de la enfermedad, dijo Karen Webster Kerr, epidemióloga jefe de Jamaica. A falta de nueve días, en noviembre ya se habían registrado unos 35 casos, dijo.
La gran mayoría de los enfermos eran hombres, y muchos se concentraban en la zona de Montego Bay, dijo Webster Kerr.
"Antes del huracán Melissa, había exposición ocupacional, es decir, personas que trabajan en granjas, etc.", dijo Webster Kerr. "Ahora todo el mundo tiene probabilidades de estar expuesto, porque todo el mundo está limpiando, y muchas personas están en esas aguas".
Las autoridades de salud pública iniciaron campañas de detección temprana y de concienciación, todo un reto en comunidades que siguen sin electricidad ni servicio de telefonía móvil.
Además de llevar alimentos a las zonas afectadas, el ministro de Salud instó a los voluntarios a llevar también botas de goma, guantes de látex y material de limpieza.
"Hay más casos de los que realmente se han detectado", dijo Lufton. "Es como la covid: por cada uno que se detecta, puede haber otros cinco o seis en el ambiente. No podemos tratarlo a la ligera".
Ian Stein, representante de la Organización Panamericana de la Salud en Jamaica, elogió la rápida actuación y la transparencia de las autoridades sanitarias del país, y añadió que el flujo de información en las zonas afectadas sería crucial para que los equipos epidemiológicos detectaran patrones.
"A menudo nos centramos en la trayectoria inmediata de un huracán, y con razón, ya que su impacto puede ser devastador", dijo. "Sin embargo, en salud pública sabemos que las secuelas pueden plantear riesgos igualmente graves, en particular la amenaza de las enfermedades emergentes que suelen seguir a las grandes tormentas".
Jovan Johnson contributed reporting from Kingston, Jamaica.
Frances Robles es una reportera del Times que cubre América Latina y el Caribe. Lleva más de 25 años informando sobre la región.
Jovan Johnson contributed reporting from Kingston, Jamaica.
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