
El presidente Trump anunció el miércoles un gravamen del 50 por ciento para el país y sanciones para el magistrado que supervisa la causa penal contra el expresidente Jair Bolsonaro.
Estados Unidos cumplió sus amenazas de aplicar aranceles del 50 por ciento a Brasil dos días antes de lo previsto y sancionó al juez del Supremo Tribunal Federal de Brasil que supervisa la causa penal del expresidente Jair Bolsonaro. Las medidas son una fuerte escalada en la crisis entre el gobierno de Donald Trump y el país más grande de Latinoamérica.
La doble medida fue un claro reproche al presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, quien lleva semanas desafiando de manera pública al presidente Trump al prometer no ceder a las exigencias del mandatario estadounidense. Trump ha pedido a Brasil que retire los cargos contra Bolsonaro, a quien se acusa de haber orquestado un intento de golpe de Estado tras perder las elecciones de 2022.
El magistrado, Alexandre de Moraes, enfrentará penalizaciones como la restricción de visados y la congelación de activos, en virtud de la Ley Magnitsky, una medida que usualmente se destina a castigar a extranjeros acusados de violaciones graves de derechos humanos o de corrupción.
"De Moraes es responsable de una campaña opresiva de censura, detenciones arbitrarias que violan los derechos humanos y procesamientos politizados, incluso contra el expresidente Jair Bolsonaro", dijo el secretario del Tesoro, Scott Bessent, en un comunicado de prensa.
De Moraes preside la causa penal contra el expresidente Jair Bolsonaro.
Trump ha dicho que el caso contra Bolsonaro, un aliado suyo con un estilo político muy similar al suyo, es una "cacería de brujas", y este mes había amenazado con imponer aranceles del 50 por ciento a Brasil a partir del 1 de agosto si el país no retiraba los cargos contra el expresidente brasileño.
El miércoles, Trump firmó una orden ejecutiva que aumentaba los aranceles sobre los productos brasileños al 50 por ciento, citando "políticas y acciones inusuales y extraordinarias que perjudican a las empresas estadounidenses, los derechos de libertad de expresión de las personas estadounidenses, la política exterior estadounidense y la economía estadounidense".
Este es el gravamen más alto que Trump haya aplicado a cualquier país durante su actual mandato.
"La Orden considera que la persecución, intimidación, acoso, censura y enjuiciamiento por motivos políticos del gobierno de Brasil contra el expresidente brasileño Jair Bolsonaro y miles de sus partidarios son graves abusos contra los derechos humanos que han socavado el Estado de derecho en Brasil", dijo la Casa Blanca en un comunicado.
El gobierno de Trump ha acusado al juez De Moraes de censurar las voces de la derecha en internet al ordenar que se retiren contenidos de plataformas de redes sociales.
Las sanciones representan una escalada importante en la mayor crisis diplomática que se ha dado entre las dos democracias más grandes del hemisferio occidental en décadas. También evidencian la disposición de Trump a utilizar herramientas financieras, como sanciones y aranceles, para presionar a países e individuos a alinearse.
Lula ha desafiado a Trump, llamándolo "emperador" y acusándolo de atentar contra la soberanía de su país. En una entrevista con The New York Times un día antes de que las sanciones fueran anunciadas, Lula criticó los intentos de "castigar" a De Moraes por el caso de Bolsonaro.
"El Supremo Tribunal de un país tiene que ser respetado no solo por su propio país, sino también por el mundo", dijo. "Yo nunca cuestionaré a alguien de la Corte Suprema de Estados Unidos".
Las medidas representan una victoria importante para Bolsonaro y sus aliados. Durante meses, Eduardo Bolsonaro, hijo del expresidente, ha estado presionando a la Casa Blanca para que aplique sanciones contra De Moraes y otros jueces, argumentando que el Supremo Tribunal Federal de Brasil está atacando injustamente a su padre y a otros miembros del movimiento derechista del país.
"Hoy es un día histórico", dijo Eduardo Bolsonaro en un comunicado, agradeciendo a Trump y al secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, por haber tenido el "valor" de aplicar sanciones contra el magistrado. "Les estaré eternamente agradecido por este acto".
Rubio, quien planteó por primera vez la idea de imponer sanciones a De Moraes en junio, dijo que el juez brasileño había sido objeto de sanciones económicas porque había cometido "graves abusos contra los derechos humanos".
"Que esto sirva de advertencia a quien quiera pisotear los derechos fundamentales de sus compatriotas: las togas judiciales no pueden protegerlos", escribió en redes sociales.
Jack Nicas colaboró con reportería.
Jack Nicas colaboró con reportería.