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Antes, militares armados impidieron que el senador por Maryland visitara la prisión donde el hombre deportado está recluido hace más de un mes.

El senador Chris Van Hollen dijo el jueves por la noche que se había reunido en San Salvador con Kilmar Armando Abrego Garcia, el hombre de Maryland cuya deportación injusta a El Salvador, ocurrida el mes pasado, se ha convertido en un punto álgido del debate sobre inmigración y ha alimentado un enfrentamiento entre el gobierno de Donald Trump y los tribunales.

Van Hollen, demócrata por Maryland y miembro del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, compartió una foto de los dos hombres hablando el jueves por la noche, horas después de que al senador se le negara la entrada a la prisión donde estaba recluido Abrego Garcia.

El inesperado encuentro tuvo lugar en un hotel de San Salvador, según las fotos compartidas por la oficina del senador el jueves entrada la noche. En las imágenes, Abrego Garcia iba con ropa de civil y se sentó a conversar con Van Hollen. El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, dijo en las redes sociales que Abrego Garcia permanecería bajo custodia de su país.

Las fotos compartidas por Van Hollen y otras publicadas por Bukele fueron las primeras imágenes públicas de Abrego Garcia desde su deportación en marzo, que el gobierno de Trump admitió ante el tribunal que había sido un error. La Corte Suprema ha ordenado al gobierno que "facilite" su regreso, pero un juez federal que supervisa el caso ha reprendido al gobierno por no hacer "nada" para cumplir la orden.

"Hoy nuestro objetivo era muy sencillo", dijo Van Hollen en una entrevista el jueves, antes de la reunión con Abrego Garcia. "Era simplemente poder ir a ver si Kilmar Abrego Garcia se encuentra bien. Nadie sabe nada de su estado desde que fue secuestrado de manera ilegal en Estados Unidos. Está totalmente fuera de nuestro alcance".

Van Hollen había sido detenido inicialmente por los militares salvadoreños cuando intentó visitar a Abrego Garcia, y describió el encuentro como un bloqueo destinado a frustrar su visita a la prisión. Los defensores de los derechos humanos han documentado el hacinamiento en las prisiones de El Salvador y los reportes de tortura.

"Se trataba de una simple petición humanitaria", dijo Van Hollen poco después de la parada.

Las fotos de la reunión de Van Hollen con Abrego Garcia transmitían una atmósfera muy distinta de las escenas de la abarrotada prisión, con los dos sentados juntos en una mesa de un comedor cerca de exuberante vegetación y saludándose en el pulido vestíbulo del hotel.

Bukele, en una publicación en las redes sociales, llegó a alardear de que "Kilmar Abrego Garcia, milagrosamente resucitado de los 'campos de la muerte' y la 'tortura'", estaba "¡ahora tomando margaritas con el senador Van Hollen en el paraíso tropical de El Salvador!". Pero, según una persona familiarizada con la situación, un ayudante de Bukele colocó los dos vasos con cervezas y bordes salados sobre la mesa, delante de Van Hollen y Abrego Garcia, en medio de su reunión, en un intento de escenificar la foto.

En su publicación, Van Hollen dijo que había llamado a la esposa de Abrego Garcia, quien ha suplicado públicamente su regreso, después de la reunión "para transmitirle su mensaje de amor".

La visita de Van Hollen subraya un esfuerzo demócrata más amplio por poner de relieve el caso de Abrego Garcia, situando su detención en el centro de sus esfuerzos por cuestionar el enfoque del gobierno de Trump. La noticia de la reunión de Van Hollen el jueves por la tarde no había disuadido a otros legisladores demócratas, quienes habían dicho que también tenían intención de viajar al país para abogar por su liberación.

"Este es un ejemplo de un desafío mucho mayor, sin duda", dijo Van Hollen sobre el caso de Abrego Garcia, quien había estado viviendo en Maryland en virtud de una orden de un juez de migración que le concedía protección frente a la deportación. "Porque mi opinión es que cuando empiezas a meterte con la gente más vulnerable, y presionas y presionas, y te sales con la tuya, entonces procedes a dar la siguiente mordida".

A cambio de que El Salvador detenga a los migrantes deportados, Bukele ha dicho que el gobierno estadounidense le paga 6 millones de dólares.

En un mensaje publicado el jueves en las redes sociales tras la visita de Van Hollen a Abrego Garcia, Bukele dijo que "ahora que se ha confirmado que está sano, tiene el honor de permanecer bajo custodia de El Salvador".

Una portavoz de la presidencia de El Salvador, Wendy Ramos, no respondió a una solicitud de comentarios.

El jueves por la tarde, un periodista le preguntó a Trump en la Casa Blanca si se movilizaría para devolver a Abrego Garcia a Estados Unidos, a lo que respondió: "Bueno, no estoy implicado".

"Vas a tener que hablar con los abogados, con el DOJ", dijo, refiriéndose al Departamento de Justicia.

Además de buscar garantías sobre la seguridad de Abrego Garcia, el viaje de Van Hollen ha atraído más atención sobre el caso. La deportación y el encarcelamiento de Abrego Garcia se han convertido en el ejemplo más destacado tanto para los defensores como para los detractores de la postura del gobierno de Trump en materia de inmigración.

Para muchos demócratas, la postura de Van Hollen representaba una defensa de los derechos humanos y del acceso legal. Para los conservadores, fue un gesto equivocado de simpatía hacia un hombre que, como ha señalado repetidamente la Casa Blanca, había entrado de manera ilegal en Estados Unidos.

"Es espantoso y triste que el senador Van Hollen y los demócratas que hoy aplauden su viaje a El Salvador no puedan tener una pizca de sentido común o empatía por sus propios electores", dijo Karoline Leavitt, secretaria de prensa de la Casa Blanca, en una reunión informativa celebrada el miércoles por la tarde.

La acompañaba en la sala de reuniones Patty Morin, madre de Rachel Morin, residente en Maryland que fue brutalmente asesinada en 2023 por un migrante de El Salvador. El gobierno ha señalado la muerte de Morin como un ejemplo para justificar su postura sobre la migración, aunque las estadísticas muestran que los migrantes tienen menos probabilidades de cometer delitos que los ciudadanos nacidos en Estados Unidos.

Van Hollen reconoció la trágica muerte de Morin y reafirmó su compromiso con la lucha contra la violencia de las bandas, que dijo que fue un punto de acuerdo poco frecuente con funcionarios salvadoreños durante sus reuniones de esta semana. Pero rechazó la equivalencia insinuada por los funcionarios de Trump.

"Mi argumento en todo esto es que él solo exige el debido proceso", dijo Van Hollen sobre Abrego Garcia. "Mi argumento no es que yo pretenda conocer todos los hechos aquí. Todo mi argumento es que tenemos un tribunal en el que todo el propósito de celebrar una audiencia era que la gente presentara sus pruebas".

Annie Correal colaboró con reportería.

Annie Correal colaboró con reportería.