En los aeropuertos y fronteras terrestres de todo el país, los turistas y otros visitantes que llegan a Estados Unidos han afirmado que se han visto atrapados en la campaña de “investigación reforzada” del gobierno de Trump. Incluso a los inmigrantes legales, como los titulares de una green card, y a los ciudadanos naturalizados se les ha apartado para someterlos a interrogatorios y registros adicionales.

Esto ha suscitado preguntas sobre las mejores prácticas para cruzar a Estados Unidos, los derechos de los viajeros en la frontera y la legalidad de los registros de dispositivos y equipajes.

He aquí algunas cosas que debes saber antes de visitar o regresar a Estados Unidos, como turista, residente legal o ciudadano.

Debería coincidir con tus planes de viaje. Según la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), los agentes fronterizos estadounidenses tienen “amplia discrecionalidad” para denegar la entrada. Esa decisión puede tomarse por una sospecha de que la persona está entrando en el país con un propósito distinto del que dice su visado o su Sistema Electrónico de Autorización de Viaje (ESTA); por ejemplo, tiene un visado de turista, pero parece que a lo mejor está planeando trabajar.

“Hemos visto a gente detenida solo por decir en LinkedIn que están ‘Abiertos a trabajar’”, dijo Michael Wildes, abogado de inmigración de Nueva Jersey que se ocupó de la inmigración de Melania Trump a Estados Unidos. “Eso sirve como prueba de que no van solo a Disneylandia o a una boda”.

Cheryl David, abogada de inmigración en Nueva York, subrayó que no han cambiado las normas para entrar en Estados Unidos, pero dijo que ahora hay una clara “política de tolerancia cero”.

Si surgen dudas sobre los documentos de viaje de los pasajeros, los agentes fronterizos pueden sacarlos de la fila y someterlos a un control adicional, momento en el que se puede registrar el equipaje y los dispositivos electrónicos, como ordenadores portátiles y teléfonos móviles.

Incluso los titulares de la green card y los ciudadanos naturalizados pueden ser sometidos a más controles. A los ciudadanos estadounidenses y a los residentes legales permanentes no se les puede denegar la entrada al país por negarse a entregar sus dispositivos, pero tal negativa podría dar lugar a un proceso aduanero más largo, según la ACLU.

Catherine, de 67 años, ciudadana naturalizada que se trasladó a Estados Unidos hace 45 años, dijo que nunca había sido seleccionada para un interrogatorio adicional al pasar por inmigración, pero que desde el inicio del gobierno de Trump la han detenido dos veces por motivos que siguen sin estar claros para ella. Catherine pidió que solo se le identificara por su segundo nombre, por temor a que se le revocara su condición de naturalizada por hablar.

Hace poco, Catherine regresaba de Argentina cuando la pararon a ella y a su marido en un aeropuerto de Dallas. El control fronterizo estaba automatizado, y los pasajeros escaneaban los pasaportes para pasar por las puertas, pero cuando llegó el momento de tomarse una fotografía, a Catherine le apareció una gran X roja en la pantalla. Su marido habló con los agentes fronterizos y la pareja pudo pasar.

Dado que el control fronterizo técnicamente está fuera de Estados Unidos, los viajeros con visado o con ESTA tienen una capacidad limitada para oponerse al registro de sus dispositivos electrónicos, según la ACLU, y si lo hacen, corren el riesgo de que se les deniegue la entrada.

En general, hay dos tipos de registros de un dispositivo electrónico: manuales y avanzados, según Tom McBrien, abogado del Centro de Información sobre Privacidad Electrónica, una organización sin fines de lucro dedicada a la privacidad en Internet, con sede en Washington. Los registros manuales consisten en examinar un teléfono desbloqueado. Por lo general, los tribunales lo han considerado equivalente a registrar el equipaje y han permitido que se realicen registros manuales sin que sea necesario obtener una orden judicial, dijo McBrien.

Una búsqueda avanzada, o “forense”, implica conectar un dispositivo externo a tu teléfono para escanear su contenido. Algunos distritos federales exigen una orden judicial para ello, mientras que otros no, dijo McBrien.

McBrien y otros expertos en privacidad recomiendan borrar de tu dispositivo todo lo que no quieras que alguien lea o vea antes de tu llegada.

McBrien también dijo que recomienda a sus clientes desactivar las funciones Face ID o Touch ID de sus iPhones, para que haga falta algo más que un agente agitando el teléfono delante de su cara o colocando el dedo sobre él para abrirlo. Aún mejor, dijo, es apagar el teléfono antes de pasar por el control fronterizo, porque los teléfonos tienden a requerir tu código de acceso completo cuando se vuelven a encender.

Si te niegas a desbloquear el teléfono cuando te lo pidan, las autoridades pueden confiscarlo y lo más probable es que necesiten obtener una orden judicial para abrirlo, añadió. Sin embargo, a los visitantes se les puede denegar la entrada en Estados Unidos por negarse a desbloquear su teléfono.

Wildes dijo que lo principal que buscan los agentes de la patrulla fronteriza es la coherencia. Si una búsqueda forense muestra una cuenta de redes sociales desactivada, los funcionarios pueden pedir que se reactive, dijo. Si una cuenta de correo electrónico se ha eliminado recientemente, pueden solicitar acceder a ella.

Los medios sociales se han convertido en un problema importante, añadió, para “tanta gente que no se da cuenta de lo procesables que pueden ser”.