Trump no descarta que sus políticas económicas causen una recesión

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El presidente de EE. UU. aseguró que los beneficios se verían a largo plazo, y que los aranceles evitarían que el país fuera "estafado".

En una entrevista emitida el fin de semana, el presidente Donald Trump se negó a descartar la posibilidad de que sus políticas económicas, incluidos los agresivos aranceles contra los socios comerciales de Estados Unidos, provoquen una recesión.

En la entrevista con Maria Bartiromo, presentadora de Sunday Morning Futures en Fox News, Trump también dijo que estaba considerando aumentar los aranceles contra México y Canadá. La entrevista tuvo lugar el jueves en la Casa Blanca.

Refiriéndose a la "creciente preocupación por una desaceleración", Bartiromo preguntó a Trump: "¿Espera una recesión este año?".

"Odio predecir cosas así", respondió Trump. "Hay un periodo de transición, porque lo que estamos haciendo es muy grande. Estamos devolviendo la riqueza a Estados Unidos. Eso es algo grande, y siempre hay periodos de… Lleva un poco de tiempo. Lleva un poco de tiempo, pero creo que nos irá muy bien".

La imposición por parte de Trump de aranceles generalizados a Canadá, México y China la semana pasada sacudió los mercados bursátiles y provocó la reacción de las industrias, incluidos los mayores fabricantes de automóviles, quienes dijeron al presidente que los aranceles serían catastróficos para su negocio. Canadá tomó inmediatamente represalias con aranceles sobre exportaciones estadounidenses por valor de 20.500 millones de dólares y amenazó con medidas adicionales. China también ha impuesto aranceles a productos estadounidenses y tenía previsto imponer otra ronda el lunes.

El jueves, Trump revocó abruptamente sus aranceles del 25 por ciento sobre muchas exportaciones canadienses y mexicanas.

Pero el presidente planea imponer más aranceles pronto, lo que aumenta las probabilidades de una guerra comercial mundial que resulte económicamente perjudicial. El miércoles, su gobierno pondrá en marcha un arancel del 25 por ciento sobre todo el acero y el aluminio extranjeros, el cual ya había anticipado el mes pasado. Y el presidente ha dicho que se esperan nuevos gravámenes para el 2 de abril, cuando planea imponer lo que denomina "aranceles recíprocos" para responder a los aranceles y otras prácticas comerciales de otros países.

Bartiromo dijo a Trump que los líderes empresariales aprecian la certidumbre: "Las empresas públicas quieren asegurarse de que haya claridad después del 2 de abril, cuando entren en vigor esos aranceles recíprocos. ¿Va a cambiar algo después de eso? ¿Tendremos claridad?"

"Puede que subamos algunos aranceles. Depende. Puede que subamos. No creo que bajemos, o puede que subamos", dijo Trump. "Tienen mucha claridad. Solo utilizan eso. Es casi una frase mediática. Siempre dicen que queremos claridad. Mira, han estafado a nuestro país durante muchas décadas, durante muchas, muchas décadas, y ya no nos van a estafar más".

Los economistas se han vuelto más pesimistas sobre las perspectivas económicas debido al enfoque vertiginoso de Trump sobre los aranceles, que ha avivado una considerable incertidumbre y ha frenado a las empresas que se plantean nuevas inversiones y contrataciones. La preocupación es que la volatilidad actual enfríe aún más esta actividad, intensificando una desaceleración económica que ya está en marcha.

Al acercarse el segundo mandato de Trump en la Casa Blanca, la economía se había desacelerado a un ritmo de crecimiento más modesto, el mercado laboral se había enfriado y la inflación, aunque todavía persistente, estaba muy lejos de su máximo de 2022. El panorama económico sigue siendo sólido según muchas métricas, pero se espera que políticas como los aranceles, las deportaciones y los fuertes recortes del gasto público, fundamentales en la agenda económica de Trump, pongan a prueba esa resiliencia.

Se prevé, por ejemplo, que los aranceles aumenten los precios de los bienes cotidianos y frenen el crecimiento, ya que las empresas y los consumidores se verán obligados a redistribuir los recursos y recortar el gasto en otros ámbitos. La elevada inflación ha limitado hasta cierto grado la capacidad de la Reserva Federal para apoyar a la economía si las condiciones se deterioran. Por el momento, el banco central ha optado por mantener las tasas de interés entre el 4,25 por ciento y el 4,5 por ciento.

Jerome Powell, el presidente de la Reserva Federal, reiteró el viernes que esta no tenía "prisa" por bajar las tasas de interés porque la economía seguía en buena forma, pero reconoció la naturaleza potencialmente perturbadora de los planes de Trump, especialmente en materia de inflación.

El crecimiento mediocre combinado con el aumento de los precios ha avivado el temor a la estanflación, una combinación tóxica que pondría a la Reserva Federal en una situación aún más difícil.

En una entrevista concedida el viernes, Austan Goolsbee, presidente de la Reserva Federal de Chicago y miembro con derecho a voto en el comité de fijación de políticas de este año, dijo que tal dinámica estaba cada vez más "en la pantalla del radar", especialmente al oír decir a las empresas de su distrito que estaban lidiando con un "enfriamiento inducido por la incertidumbre".

En su intervención del domingo en Meet the Press, Howard Lutnick, secretario de Comercio, dijo que los aranceles ayudarían a "hacer crecer nuestra economía como nunca antes habíamos crecido".

Al preguntarle por las previsiones de bancos como JP Morgan y Goldman Sachs, que afirman que una recesión en los próximos 12 meses es cada vez más probable, Lutnick dijo que los estadounidenses no deberían prepararse para una recesión.

"Yo nunca apostaría por la recesión", dijo. "No hay ninguna posibilidad".

Lutnick afirmó que los esfuerzos del gobierno de Trump por reducir el déficit público harían bajar las tasas de interés, mientras que la extracción de más petróleo también haría bajar el precio de la energía. Reconoció que los aranceles podrían aumentar el precio de los productos extranjeros, pero dijo que los productos nacionales se abaratarían.

Muchos economistas han expresado otras opiniones, afirmando que los aranceles sobre los productos extranjeros pueden ayudar a las empresas estadounidenses a ser más rentables, dándoles también margen para subir sus precios.

"Los productos extranjeros podrían encarecerse un poco", dijo Lutnick. "Pero los productos estadounidenses se abaratarán, y estarás ayudando a los estadounidenses al comprar productos estadounidenses".

Luke Broadwater cubre la Casa Blanca para el Times. Más de Luke Broadwater

Colby Smith cubre la Reserva Federal y la economía de Estados Unidos para el Times. Más de Colby Smith

Ana Swanson cubre comercio y economía internacional para el Times desde la corresponsalía en Washington. Ha sido periodista por más de una década. Más de Ana Swanson