'Flow' captura la atención de las mascotas

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La galardonada película letona de animación sin diálogos y realizada con software de código abierto, mantiene fascinados a nuestros amigos domesticados.

Una noche, poco antes de la ceremonia de los Oscar, mi novio decidió ponerse al día con Flow, la película de animación de Letonia que ganaría el premio a la mejor película de animación. Cuando volví a casa después de cenar, descubrí que la película también había captado la atención de otro espectador: mi perra Daisy, una corgi mestiza.

Si buscas en TikTok encontrarás numerosos videos de perros y gatos viendo Flow junto a sus dueños, al parecer reconociéndose en la dulce saga, que cuenta la historia de un adorable gatito negro que debe trabajar con un variopinto grupo de otros laboriosos animales para sobrevivir a la subida del nivel del mar en un paisaje surrealista. Esta tendencia de redes sociales es un remate especialmente tierno para lo que ya fue una de las historias más reconfortantes de la temporada de premios, en la que esta película independiente y sin diálogos --realizada con software de código abierto y dirigida por Gints Zilbalodis-- triunfó sobre películas de estudio como Intensa mente 2 y El robot salvaje para darle a Letonia su primer Oscar.

Ver Flow en el cine es una experiencia maravillosamente envolvente en la que el espectáculo visual de la película se despliega al máximo. En pantalla grande, puedes perderte en la animación, fijándote en cómo ondula el agua, sucumbiendo a la belleza y al terror del universo que este gatito intenta navegar. Ver Flow en casa (disponible en Max) con un animal es una experiencia igualmente deliciosa, pero diferente. Puede que tu atención se vea arrastrada en dos direcciones mientras intentas contemplar lo que todo esto significa para tu mascota, así como lo que significa para ti.

Yo, por ejemplo, intenté descifrar qué le pasaba a Daisy. Seguramente no entendía la alegoría del cambio climático, pero sus enormes orejas se erguían al contemplar al heroico gato, y la sorprendí corriendo hacia el televisor durante una secuencia en la que él y su aliado el capibara, o carpincho, caen de su barco. Ver --o quizá solo oír-- a los personajes en peligro la estresaba de algún modo.

Matiss Kaza, quien produjo y co-escribió la película, dijo en un correo electrónico que sospecha que son los sonidos de animales reales utilizados en la producción los que atraen la atención de nuestros amigos domesticados. "No solemos pensar en las mascotas como público potencial al hacer películas, pero nos alegramos de que Flow haya demostrado ser una experiencia de unión especial entre los espectadores y sus perros y gatos".

Cuando hablé con los usuarios de redes sociales que publicaron videos de sus animales domésticos reaccionando a Flow, me explicaron que sus animales no suelen quedarse tan embelesados ante la pantalla.

Chayse Orion, de 24 años, había visto otras publicaciones en TikTok sobre la película antes de decidirse a verla. Le pareció bonita, pero no le prestó demasiada atención. Su gato Fishbone sí. "Fishbone estaba absorto en la película", dijo Orion. "Estaba muy metido en ella, lo cual era muy raro, porque nunca lo había visto interactuar así con un programa en la televisión. Nunca le ha interesado la televisión para nada".

Orion sabía que eso sería un gran contenido para internet. No solo empezó a grabar a Fishbone, sino que acercó la torre del gato al televisor para que tuviera una mejor visión, una que pusiera a Fishbone a la altura de los ojos de sus semejantes animados. "Ayer de hecho se la volví a poner para que la viera mientras yo trabajaba", dijo. "Sin duda, ahora es su película favorita".

Daniel Gao, de 32 años, publicó un vídeo de su gata Karma, que se parece mucho al felino diseñado por Zilbalodis. ¿Su pie de foto? "Ja ja, ¿por qué está tan involucrada?" Gao, sin embargo, admitió que Karma a veces se alejaba cuando la acción se ponía intensa.

"Creo que ella como que pensaba: 'Ay, creo que esto me da demasiado miedo, tengo que apartar la mirada'", dijo Gao. "Yo también sentía lo mismo".

Los perros, como Daisy, también están participando. Celine Orosco, de 29 años, descubrió que a su perro Samson, un golden retriever, también le interesaba Flow. Dijo que era la primera película que Samson veía hasta el final. Se dio cuenta de que él se emocionaba especialmente cuando aparecía en pantalla el labrador que se une al grupo de viajeros del gato. "Le encantó ese perro", dijo.

Por supuesto, no sabemos qué piensan realmente nuestros animales cuando ven Flow. ¿Se reconoció realmente a sí misma la gata negra de Gao? Es difícil saberlo. Mi novio dedujo al principio que a Daisy le gustaba el lémur que tiene una cesta llena de baratijas, y luego pensó que quizá este la inquietaba. Sé que ella no siguió la trama: la quiero, pero no es tan intuitiva. Sin embargo, oía las supuestas voces de los personajes y reaccionaba a lo que le transmitían, intrigada a su manera.

Aun así, nos encanta observar a nuestras mascotas viendo Flow por la misma razón que nos encanta ver Flow. La película comprende que antropomorfizar con delicadeza a estos animales es una herramienta poderosa. Sus movimientos están cuidadosamente calibrados para reproducir la forma en que las criaturas se comportarían en la vida real, pero sus acciones son lo bastante humanas como para que uno se pueda identificar con la historia.

¿Se unirían un gato, un perro, un capibara, un pájaro grande y un lémur para salvarse unos a otros en caso de inundaciones masivas? Es difícil saberlo. Pero es una buena metáfora sobre cómo la empatía puede ser salvadora.

Del mismo modo, creemos reconocer la personalidad de nuestros compañeros peludos, sabiendo muy bien que la mayoría de las veces solo estamos proyectando en ellos nuestra propia sensibilidad. Queremos creer que piensan como nosotros, aunque sabemos que probablemente no sea así. Pero cuando ven Flow como nosotros vemos Flow, nos acercamos un poco más.