El 2024 YR4 se convirtió en el asteroide con mayores probabilidades de impactar contra la Tierra

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Se espera que el objeto, que mide entre 40 y 91 metros de largo, pase muy cerca del planeta en el año 2032. En la actualidad, sus probabilidades de impactar contra la Tierra son del 3,1 por ciento.

Los astrónomos dijeron el martes que el asteroide llamado 2024 YR4 se había convertido en la roca espacial de tamaño considerable con mayores probabilidades de impactar contra el planeta Tierra. El objeto, que fue detectado por primera vez en diciembre, mide entre 40 y 91 metros de largo y se espera que pase muy cerca del planeta en 2032. En la actualidad, sus probabilidades de impactar contra la Tierra el 22 de diciembre de ese año son del 3,1 por ciento.

Esto supera la amenaza que llegó a representar Apofis, un asteroide mucho mayor que se descubrió en 2004. Al principio, los astrónomos calcularon sus probabilidades de chocar con la Tierra en 2029 en un 2,7 por ciento. Nuevas observaciones de Apofis redujeron a cero las probabilidades de un impacto en cualquier momento del próximo siglo. Pero la perspectiva fue, durante un tiempo, inquietante.

Aunque 2024 YR4 es mucho más pequeño que Apofis, un asteroide diminuto puede causar una tremenda devastación. Mucho depende de por dónde entraría en la atmósfera de la Tierra.

Aunque 2024 YR4 no llegaría a diezmar un país, podría ocasionar destrozos o demoler una ciudad con un impacto directo. Y existe una posibilidad muy remota de que lo haga. Gran parte de la trayectoria estimada del objeto pasa sobre océanos vacíos, pero algunos posibles lugares de impacto están cerca de grandes ciudades como Bogotá, Lagos y Bombay.

La energía cinética de un asteroide es un indicador de lo destructivo que sería su impacto. Y como los asteroides se mueven en su mayoría a la misma velocidad --unos 61.155 kilómetros por hora--, la variable clave es su masa.

Con solo algunas observaciones en las que basarse, los astrónomos disponen de un rango de estimaciones para la masa de 2024 YR4. "No sabemos lo denso o poroso que es, así que su masa, y por lo tanto la energía que liberaría si chocara contra la superficie de la Tierra o explotara en la atmósfera, es incierta", dijo Mark Boslough, físico del Laboratorio Nacional de Los Álamos.

En todos los casos, sin embargo, "cuanto más grande es, peor es", dijo Gareth Collins, experto en impactos de asteroides del Imperial College de Londres. Y pequeños aumentos de tamaño se traducen en saltos gigantescos de potencial destructivo. La regla general es que si el radio de un asteroide se duplica, tiene ocho veces más energía cinética; un asteroide de 91 metros causará mucho más daño que uno de 40 metros.

La composición también es importante. Por ejemplo, un asteroide hecho principalmente de hierro se sumergiría más profundamente en la atmósfera y asestaría un golpe más dañino al planeta. Pero, según las estadísticas, es más probable que 2024 YR4 sea un asteroide pétreo por lo que sería más propenso a fragmentarse en trozos más pequeños al calentarse durante su descenso atmosférico.

Sin embargo, incluso la inmolación de un asteroide en pleno vuelo --una explosión atmosférica-- puede ser extremadamente feroz.

Si el asteroide 2024 YR4 es pétreo y se encuentra en el extremo más pequeño de las estimaciones --40 metros--, las probabilidades de que se produzca un estallido aéreo son altas, dijo Kathryn Kumamoto, jefa del programa de defensa planetaria del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore.

"El principal punto de comparación que tenemos para un impacto de asteroide pétreo de esta magnitud es Tunguska", dijo Kumamoto. En el acontecimiento de Tunguska de 1908, un asteroide de tamaño similar al 2024 YR4 explotó sobre una zona poco poblada de Siberia. Generó una onda expansiva de unos 12 megatones, similar a la de un arma nuclear, que destruyó un bosque de más del doble del tamaño de la ciudad de Nueva York.

Una roca de 40 metros que explotara sobre el océano, o incluso cerca de la costa, no resultaría especialmente preocupante porque "sería improbable que causara un tsunami significativo", dijo Lorien Wheeler, experta del Proyecto de Evaluación de la Amenaza de Asteroides del Centro de Investigación Ames de la NASA en California.

Una explosión aérea sobre una ciudad sería más desagradable. Las ventanas estallarían hacia adentro, produciendo aerosoles de cristales, y los daños en los edificios serían generalizados. Algunas lesiones podrían poner en peligro la vida.

El ángulo con el que el asteroide entra en la atmósfera marca la diferencia. Si entra en línea recta, puede acercarse más al suelo antes de explotar y causar potencialmente más destrucción. La entrada en un ángulo más gradual puede provocar una explosión a una altitud mucho mayor.

Si 2024 YR4 resulta tener 91 metros de largo, su impacto "podría causar daños más graves", dijo Michael Aftosmis, experto del Proyecto de Evaluación de la Amenaza de Asteroides.

Un asteroide así "tiene más probabilidades de atravesar la atmósfera, sobre todo si tenemos mala suerte y el ángulo de entrada es pronunciado", dijo Kumamoto. "Una parte podría llegar a la superficie de la Tierra relativamente intacta".

Un impacto en el océano remoto, lejos de la tierra, supondría un riesgo mucho menor, dijo Kumamoto: olas altas que se reducirían rápidamente antes de llegar a tierra. Sin embargo, un impacto cerca de la costa podría provocar un tsunami capaz de inundar los territorios cercanos.

Si esta versión más grande del 2024 YR4 llega a chocar contra tierra firme, podría excavar un cráter de 1,12 kilómetros de diámetro.

"El asteroide crearía una enorme explosión", dijo Boslough. Y la onda expansiva sería asombrosamente potente. Los edificios de varios pisos alrededor del cráter se doblarían y se desmoronarían, los puentes se doblarían y los coches, árboles y personas saldrían despedidos en todas las direcciones. Boslough también señaló la posibilidad de un "chorro caliente de vapor de asteroide que descendería a la superficie e incineraría todo".

La gente cercana a la zona cero muy probablemente moriría, dijo. Y las personas situadas a decenas de kilómetros serían impactadas por una onda expansiva y atronadora. "Las personas de la región local correrían el riesgo de sufrir lesiones graves", dijo Kumamoto.

Los expertos dijeron que sigue siendo poco probable que el 2024 YR4 impacte contra la Tierra en 2032. Pero esta gama de resultados de impacto es precisamente la razón por la que los defensores planetarios se están tomando este asteroide muy en serio.