Cómo va la contienda rumbo al Oscar tras el escándalo de 'Emilia Pérez'

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El debilitamiento de una película que se consideraba la favorita abrió paso a nuevas posibilidades.

A veces, el periodo posterior a las nominaciones de los Oscar puede parecer un letargo. Es posible que haya algún desaire notable del que valga la pena hablar durante unos días, pero al final las cosas se calman y la gente empieza a portarse bien a medida que se acerca la recta final de la temporada.

Esta vez no ha sido así.

Las últimas dos semanas han sido de las más tumultuosas en la historia reciente, gracias en gran parte a la polémica suscitada por viejos tuits de una de las protagonistas de Emilia Pérez, Karla Sofía Gascón. La actriz, en un principio desafiante, se rebeló para defenderse, con lo que mantuvo su escándalo en los titulares durante varios periodos cruciales de votación. Ahora, una película que lideraba la lista con 13 nominaciones a los Oscar se ha visto perjudicada.

Después de todas estas turbulencias, ¿cómo están las cosas? A continuación analizo cinco escenarios que están surgiendo en este momento y que pienso seguir de cerca.

El ascenso de Anora

A principios de año, las aspiraciones de Anora para la temporada de premios parecían estar estancadas. La comedia dirigida por Sean Baker no ganó nada en los Globos de Oro el 5 de enero, y esa sensación de despegue fallido la acompañó durante las semanas siguientes, cuando los Critics Choice Awards, galardones en los que Anora esperaba brillar, se aplazaron del 12 de enero al 7 de febrero debido a los incendios forestales de Los Ángeles.

Sin embargo, un fin de semana puede cambiarlo todo. El viernes, Anora recibió el premio a la mejor película en la ceremonia de los Critics Choice, que había sido pospuesta, y la noche siguiente obtuvo los máximos honores en dos galas diferentes, celebradas por el Directors Guild of America y el Producers Guild of America. Cualquier filme que triunfe entre estos dos gremios debe ser considerada la favorita a la mejor película, aunque hace cinco años, 1917 triunfó en los premios del sindicato de productores y del sindicato de directores y, sin embargo, Parásitos obtuvo el Oscar.

Mientras sondeaba el campo de las mejores películas a mediados de diciembre, observé que siempre que hablaba con votantes y expertos del sector sobre sus películas favoritas del año, Anora era la película que aparecía una y otra vez. Tanto ese filme como Emilia Pérez habían creado sólidas coaliciones entre diversos grupos demográficos de votantes. Ahora que el otro largometraje ha sido afectado, Anora ha tomado la delantera.

Emilia Pérez busca un salvavidas

Es posible que Emilia Pérez esté pasando por un mal momento, pero ¿podemos descartarla completamente? El fin de semana pasado ofreció una imagen contradictoria de sus posibilidades tras el escándalo: aunque consiguió tres victorias en los Critics Choice Awards, incluido un premio a la actriz de reparto para Zoe Saldaña, la votación para esa ceremonia cerró semanas antes de que se divulgaran los tuits de Gascón. Emilia Pérez se fue a casa con las manos vacías en los premios del sindicato de productores, cuya votación finalizó justo cuando arreció la polémica sobre Gascón, y en los premios del sindicato de directores, cuya votación cerró dos días después de que el director de la película, Jacques Audiard, renegara de Gascón y sus comentarios en una entrevista.

Si la película todavía tiene posibilidades de lograr los premios Oscar más importantes, necesita construir un bastión en los BAFTA de este fin de semana porque un número importante de miembros de ese grupo de votación británico también forma parte de la academia. La película arrasó en los Premios del Cine Europeo de diciembre, en los que ganó todas las categorías a las que estaba nominada (incluida la victoria de Gascón como mejor actriz), por lo que una buena actuación en los BAFTA indicaría que los votantes internacionales siguen enamorados de Emilia y no son conscientes de las controversias en las que se ha visto envuelta, o no les preocupan.

Y aunque no creo que los votantes de Estados Unidos se desquiten de las acciones de Gascón con Saldaña, su coprotagonista, los premios del sindicato de actores de este mes pondrán a prueba esa teoría: ese comité de nominación se volvió loco por Wicked, así que espero que la nominada a mejor actriz de reparto Ariana Grande sea tomada en cuenta.

Cónclave y Wicked toman el camino largo

Para que una película sea considerada como una de las principales candidatas a mejor película, normalmente tiene que lograr también una nominación a mejor director. Así pues, ¿cómo debe seguir adelante una película después de que la rama de directores la desprecie?

Dos de las candidatas de este año esperan trazar un camino poco convencional. Casi todas las personas con las que he hablado disfrutaron Cónclave como una película de suspenso al estilo pulp pero elevada, aunque no es común encontrar a alguien que la considere como su película número uno del año. No importa: la estrategia de los premios de Cónclave, que confía en la singular papeleta de votación preferencial que utilizan los Oscar, consiste en lograr un buen resultado siendo la película número dos de todo el mundo. Una película que acumule suficientes puntos de quienes la voten en segundo lugar podría muy bien vencer a una película que ocupe el primer lugar en algunas papeletas, pero el último en otras. En una temporada repleta de controversias, es posible que esa simpatía sea suficiente.

Wicked tiene un camino aún más difícil porque no está nominada ni a mejor director ni a mejor guion y, desde Grand Hotel de 1932, ninguna película se ha llevado el trofeo a la mejor película sin esos reconocimientos clave. Aun así, he hablado con votantes que piensan poner a Wicked en su papeleta solo porque el éxito de este tipo de espectáculo es bueno tanto para Hollywood como para los Oscar. (Sirve un vaso de líquido azul brillante para Duna: Parte dos, la otra superproducción nominada a la mejor película, pues no ha podido generar el mismo entusiasmo).

¿Qué pasa con El brutalista?

El sábado, en una recepción previa a la entrega de premios del sindicato de directores, pregunté a mis colegas expertos y a un grupo de publicistas qué aspirante esperaban que se impusiera. Todas las personas con las que hablé predijeron que Brady Corbet se llevaría a casa el máximo galardón de la noche por su épico drama de época El brutalista, que logró realizar con un presupuesto de menos de 10 millones de dólares. Por haber superado ese reto, Corbet ya había ganado el Globo de Oro al mejor director y, en una época en la que los Oscar a la mejor película y al mejor director suelen ir a parar a dos cintas diferentes, parecía tener muchas posibilidades de llevarse al menos uno de esos premios.

Me pregunté si Sean Baker, quien dirigió Anora, había oído esas mismas predicciones porque parecía totalmente sorprendido cuando se anunció que él y no Corbet era el ganador del premio del sindicato de directores. Creo que ayudó el hecho de que Baker es un director afable conocido en los círculos cinematográficos, mientras que Corbet, de mentalidad seria, es un actor convertido en director que acaba de irrumpir en los círculos más populares. Y aunque a quienes les encanta El brutalista la adoran de verdad, la película de tres horas y 35 minutos puede ser polarizante: no he encontrado montones de mujeres que la consideren su película favorita del año. Al igual que Emilia Pérez, la película tendrá que contar con algunas victorias en los BAFTA que le ayuden a recuperar el impulso.

Aún estoy aquí espera entre bastidores

¿Vuelve a estar en juego el Oscar a mejor película internacional? Hace solo unas semanas, habría sido una tontería apostar en contra de Emilia Pérez en esa categoría porque el premio casi siempre va a parar a la cinta que tiene más posibilidades de ganar a mejor película. Pero ahora que Emilia está contra las cuerdas, podríamos tener una verdadera pelea entre manos.

Cualquier votante del Oscar que se haya hecho amigo de una persona brasileña, o simplemente se haya codeado con una, probablemente haya recibido un mensaje de texto suyo en las últimas semanas porque defender Aún estoy aquí y a su protagonista, Fernanda Torres, se ha convertido prácticamente en un pasatiempo nacional. Es cierto que la película dirigida por Walter Salles, sobre una activista cuyo marido disidente es desaparecido por la dictadura militar brasileña, se enfrenta a una dura batalla en las categorías de mejor película y mejor actriz. (La estrella de La sustancia, Demi Moore, sigue siendo la favorita en esta última contienda). En fin, como la única otra gran aspirante en la categoría de película internacional, Aún estoy aquí tiene posibilidades de ganarse a los votantes que prefieran una alternativa de buen gusto a Emilia Pérez, una película manchada por el escándalo.

Kyle Buchanan es reportero de cultura pop y también escribe The Projectionist, la columna de la temporada de premios del Times. Más de Kyle Buchanan

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