SexAlcohol AbuseHomosexuality and BisexualityAnxiety and Stress
Para quien confía en el alcohol para relajarse, tener intimidad sin él puede ser complicado.
La primera vez que Steve Bennet-Martin estuvo sobrio mientras tenía sexo con su marido, la pareja ya llevaba ocho años de relación.
"No es que siempre estuviera muy borracho, o que siempre estuviera colocadísimo", dijo Bennet-Martin, de 38 años. "Pero siempre había un poco de algo que me ayudaba a aliviar las inseguridades, el miedo y la vergüenza que había asociado al sexo".
Tras años de intentar moderar su consumo de alcohol sin conseguirlo, empezó a asistir a reuniones de 12 pasos en 2021 y desde entonces ha estado sobrio.
Pero en aquellos primeros días de recuperación, el sexo le resultaba "torpe e incómodo", dijo Bennet-Martin, incluso con su pareja de toda la vida en la que confiaba. "Era como si volviera a ser virgen".
A medida que los investigadores y las autoridades sanitarias hacen sonar la alarma sobre los efectos negativos para la salud del consumo de alcohol, incluso moderado, muchas personas se inician en la curiosidad por la sobriedad o se abstienen totalmente del alcohol. Reducir el consumo no solo tiene efectos en los marcadores tradicionales de la salud, como la presión arterial o el riesgo de cáncer. Los expertos afirman que puede alterar la vida sexual de las personas, provocando cambios a los que puede llevar algún tiempo acostumbrarse, incluso para los bebedores moderados.
Laura Rademacher, terapeuta matrimonial y familiar con licencia en Mineápolis, quien ofrece clases sobre sexo sobrio en su consultorio, dijo: "Cuando no te estás adormeciendo con sustancias y de repente te encuentras cara a cara con alguien con quien quieres tener relaciones sexuales, eso puede asustar mucho al principio".
El sexo sobrio también puede ser muy beneficioso, dijo Rademacher. Ella y otros expertos en intimidad y consumo de sustancias ofrecieron su visión sobre cómo abordar la intimidad sin alcohol.
Dejar ir el 'líquido del valor'
No hay muchas investigaciones sobre cómo afecta el alcohol a la vida sexual de las personas, pero los estudios existentes tienden a sugerir un patrón: un poco de alcohol puede ayudar a aumentar la excitación y disminuir las inhibiciones, pero grandes cantidades pueden hacer mucho más difícil sentirse excitado o experimentar un orgasmo.
Casey Tanner, terapeuta sexual de Nueva York, dijo que aunque algunos de sus clientes sentían inmediatamente un mayor placer y satisfacción durante el sexo sobrio, otros descubrieron que tardaban meses en estabilizar su vida sexual. No es raro que las personas recientemente abstemias se sientan cohibidas a la hora de iniciar relaciones sexuales o que su frecuencia caiga en picada, dijo.
Ese fue el caso de Tawny Lara, de 39 años, autora del libro de autoayuda Dry Humping, quien dejó de beber en 2015.
"Dependía tanto del líquido del valor para tener confianza en mí misma", dijo. "Antes de estar sobria, era una camarera fiestera que se emborrachaba. El estereotipo que te estás imaginando es exactamente lo que yo era. Así que conocí a muchas de mis citas, ligues y relaciones en el bar".
Cuando se volvió abstemia, Lara no tuvo relaciones sexuales durante unos seis meses. Fue a terapia. Le diagnosticaron ansiedad y depresión y empezó a medicarse para tratar ambas. Dijo que "entró en contacto" con su bisexualidad.
"No es que el sexo mejorara rápidamente", dijo Lara. "Pero se hizo más honesto. Recuerdo que la primera vez que tuve sexo sobria, pensaba: '¡Bien, ahora es cuando empiezas la función! ¡Empieza a fingir el orgasmo!' Y no lo hice".
Un proceso de aprendizaje
Jeanette Hu, terapeuta y entrenadora de sobriedad de San Francisco, dijo que quien está en recuperación o intentanto beber menos puede necesitar "aprender" a mantener relaciones sexuales sin alcohol. (Esa fue su experiencia cuando dejó de beber, dijo).
"Que sepas que al principio, sentir un poco de torpeza, un poco de incomodidad, es normal", dijo. "Porque estás conociendo algo nuevo. Estás conociéndote a ti mismo. Estás conociendo a tu pareja".
Tanner señaló que ponerse de humor sin recurrir al alcohol puede ser especialmente difícil. Su consejo: presta atención a las situaciones o contextos que pueden ayudarte a sentir deseo, dijo. Por ejemplo, ¿hay momentos del día en los que sueles sentirte con menos presiones y con más apertura? Aprovecha esas ventanas.
Tanner y otros terapeutas hicieron hincapié en que no hace falta tener un problema con el alcohol para beneficiarse de examinar cómo afecta a tu vida sexual. Recomendó hacerse preguntas como ¿Cuándo fue la última vez que tuve relaciones sexuales sin alcohol u otra sustancia? Cuando pienso en iniciar relaciones sexuales estando sobrio, ¿aparecen miedos o sentimientos de ansiedad?
A Bennet-Martin le llevó tiempo sentirse cómodo con el sexo sobrio. Encontró apoyo en las reuniones de 12 pasos y empezó un pódcast que le ha ayudado a conectar con otras personas que se identifican como queer y sobrias. Escribió lo que supondría su vida sexual soñada con su marido: con qué frecuencia, quién la iniciaría, etcétera .
"Al principio no me parecía atractivo", admitió Bennet-Martin. "Me parecía muy incómodo". Ambos fueron a terapia de pareja, lo que les ayudó.
Bennet-Martin ha tenido que aprender a ser sincero sobre lo que quiere y disfruta durante el sexo, y cuestionarse por qué antes pensaba que no podía reconocer o expresar esos deseos.
¿Y ahora? Él y su marido tienen "mejor sexo, mejor intimidad y mejor conexión", dijo, "dentro y fuera del dormitorio".
Catherine Pearson es reportera de la sección Well del Times. Escribe sobre temas de familia y relaciones. Más de Catherine Pearson
(Sara Andreasson/The New York Times)