La reina Camila le dio la bienvenida a un nuevo miembro en su familia: un cachorro rescatado llamado Moley, según informó el medio británico Daily Mail. La llegada de esta pequeña mestiza de Jack Russell Terrier, de tan solo ocho semanas, fue tras la muerte de Beth, una de las mascotas más queridas de la reina, quien falleció en noviembre del año pasado.
Moley fue adoptada a través del reconocido refugio Battersea Dogs and Cats Home, una organización con la que Camila mantiene una relación cercana desde hace años.
De acuerdo con Daily Mail, la reina compartió la noticia durante una visita al museo Beaney House of Art & Knowledge, en Canterbury, donde se encontraba acariciando a un perro guía.
En una conversación con Susan Mason, una mujer con discapacidad visual parcial, Camila reveló que había adoptado recientemente a un cachorro.
Al ser consultada sobre la raza del animal, la reina respondió con humor: “Es un poco de todo. Es un perro de rescate. Se llama Moley, parece un topo”. Según el refugio Battersea, Moley nació el día de Navidad y es hija de una madre mitad Jack Russell y mitad desconocida, mientras que la raza del padre también es incierta.
Un vínculo especial con los perros rescatados
La relación de la reina Camila con los perros rescatados no es nueva. Según detalló Daily Mail, la monarca adoptó a Beth y Bluebell, dos Jack Russell Terrier, en 2011 y 2012 respectivamente, también a través de Battersea Dogs and Cats Home.
Beth, quien falleció el pasado noviembre, era descrita por Camila como un “perro muy especial”. La pérdida de Beth dejó un vacío importante en la vida de la reina, quien había compartido momentos entrañables con su mascota, desde paseos hasta deberes oficiales.
El refugio Battersea confirmó la adopción de Moley mediante un comunicado.
“Nos complace confirmar que Battersea ha reubicado recientemente una cachorra mestiza de Jack Russell Terrier de 8 semanas, llamada Moley, a nuestra Patrona, Su Majestad la Reina. La Reina ha apoyado durante mucho tiempo el trabajo de Battersea y anteriormente ha reubicado a dos perros rescatados de nuestra organización benéfica”.
Moley vivirá principalmente en Raymill House, la residencia privada de Camila en Wiltshire, aunque se espera que acompañe a la pareja real en sus visitas a las residencias oficiales.
Un día lleno de actividades culturales en Canterbury
La adopción de Moley no fue el único tema destacado durante la visita de la reina Camila a Canterbury. Según reportó Daily Mail, la monarca viajó desde Londres para inaugurar una estatua de bronce dedicada a Aphra Behn, dramaturga y poeta del siglo XVII, reconocida como la primera mujer en recibir un salario como escritora profesional.
La estatua, creada por la escultora Christine Charlesworth, fue seleccionada por el público entre cuatro propuestas. Durante la ceremonia, Camila retiró la cortina que cubría la obra con la ayuda de Evelyn Cornell, una niña de 12 años.
La jornada continuó con una visita al museo Beaney, donde la reina exploró una exposición que incluía una primera edición de la novela Oroonoko, una de las obras más conocidas de Aphra Behn. Además, presenció una representación de la obra The Rover, llevada a cabo por la Royal Shakespeare Company.
En la biblioteca del museo, Camila también observó una sesión de cuentos para niños y se mostró orgullosa al ver el libro de su hijo, Tom Parker Bowles, titulado Cooking and the Crown, expuesto en uno de los estantes.
Un legado literario y educativo
El compromiso de la reina Camila con la literatura y la educación quedó reflejado en su interacción con los niños presentes en el museo. Según consignó Daily Mail, la monarca conversó con estudiantes de la escuela primaria St Peter, quienes exploraban herramientas de escritura antiguas, como una máquina de escribir y una impresora tipográfica.
Al ver el equipo, Camila expresó su sorpresa: “Dios mío, ¿es ésta una máquina de escribir vieja?”.
También animó a los niños a seguir leyendo, destacando que todos sus nietos habían leído el libro Érase una reina, de Michael Morpurgo, autor local con una biblioteca dedicada en su honor.
La visita incluyó la participación de jóvenes poetas, como Ahmed Raza, de nueve años, y Emily Corbett, de doce, quienes leyeron sus poemas ganadores del concurso Poeta del Año del Festival de Canterbury.
El evento concluyó con una lectura de uno de los poemas de Aphra Behn por parte del presentador de televisión Gyles Brandreth, presidente de la Sociedad Aphra Behn.
