Qué es el Sentido de Red: cómo nos reconstruimos en la adversidad, el terror y el sufrimiento límite

Uno de los efectos más devastadores de una crisis de grandes proporciones es la desorganización mental

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El trauma se instala en
El trauma se instala en la piel, en la mente, en las conversaciones que se evitan y en el miedo a que llegue la noche (Imagen Ilustrativa Infobae)

Este es un hecho real. Eran las 3 de la mañana cuando la puerta se abrió con una violencia que partió el silencio de la noche. Dos niños, de apenas 10 y 12 años, estaban con sus abuelos cuando un grupo comando irrumpió en la casa. No fue un robo más. Fue una emboscada quirúrgicamente diseñada para despojar no solo de bienes, sino de la sensación de seguridad, de la confianza en el hogar como refugio. Durante dos horas, la familia estuvo a merced de delincuentes que los humillaron, los maniataron y los amenazaron con un sadismo que trascendía la necesidad material.

Lo más cruel no fueron las armas, ni las palabras, ni la violencia física. Fue el momento en que los agresores, con una calma escalofriante, les hicieron una advertencia: “Si no cooperan, quemamos vivos a los chicos con agua hirviendo”.

La historia de esta familia no es solo la historia de un hecho de delincuencia. Es la historia de lo que sucede después. De cómo el trauma se instala en la piel, en la mente, en las conversaciones que se evitan y en el miedo a que llegue la noche. Y, sobre todo, es la historia de cómo se reconstruye la vida cuando todo lo que parecía estable se desvanece.

Y en ese proceso, hay un elemento que marca la diferencia entre el colapso y la recuperación: el sentido de red.

• ¿Qué es el Sentido de Red y por qué es vital para recuperarse?

Lo que llamo Sentido de Red no se trata sólo de un grupo de personas en las que confiamos. Es la arquitectura invisible que nos sostiene cuando la vida se quiebra por situaciones absolutamente límites. No se trata de asistencia momentánea ni de frases de aliento pasajeras. Es la estructura que nos permite procesar el trauma, ordenar el caos y encontrar una salida.

La neurociencia ha demostrado que el apoyo social reduce los niveles de cortisol, la hormona del estrés, y activa áreas del cerebro relacionadas con la regulación emocional, según un estudio publicado en 2014 por Social Neuroscience. El tema central es, por un lado, gestionar lo mejor posible el momento después, y por el otro, lo que queda como trauma crónico. Una investigación publicada por American Psychologist en 2004, indica que quienes cuentan con una red de apoyo sólida tienen un 40% menos de probabilidades de desarrollar síntomas crónicos.

• La jerarquía de la mente: Cómo ordenar la vida después del trauma

Uno de los efectos más devastadores de una crisis de grandes proporciones es la desorganización mental. En esos momentos, todo parece urgente, todo es confuso, caótico, y al mismo tiempo, nada tiene sentido. Es en este punto donde entra la jerarquía de la mente, un sistema para priorizar qué atender primero, qué posponer y qué delegar.

Aquí tienes una explicación sencilla y preguntas para guiarte rápidamente en esa jerarquización mental:

• Prioridad inmediata: Seguridad física y emocional. ¿Dónde estoy? ¿Estoy seguro? ¿Cómo garantizo estabilidad en el presente?

• Corto plazo: Acciones urgentes aunque manejables. ¿Qué trámites o gestiones no pueden esperar? ¿Cómo me aseguro de tener el plan anotado de tres pequeñas acciones para encarar siguiendo el conocido ‘primero lo primero’?

• Mediano plazo: Reestructuración de la rutina. ¿Cómo me doy el espacio necesario para sanar sin abandonar mi vida por completo? ¿A qué ritmo propio puedo retomar algunas actividades, por pequeñas que sean? ¿Quiero revivir la tragedia o elijo no contarla?

• Largo plazo: Crecimiento postraumático. ¿Cómo convierto esta experiencia en aprendizaje y fortaleza? ¿Qué quedó más allá del miedo, el terror y la angustia? ¿Cómo junto las piezas rotas, lo mejor posible? ¿Cuál será el pegamento para volver a armarme con lo que queda?

• Cómo construir el Sentido de Red

Si bien es posible trabajar en la jerarquización del caos mental, esos primeros auxilios no son sólo una necesidad psicológica. En los momentos cruentos y extremadamente desafiantes de la vida, es casi imperativo estructurarla y tenerla definida, porque así habrá más posibilidades de adaptarse, de reorganizar la vida y de recuperar un nuevo ritmo lo más habitual posible.

La familia puede ser la
La familia puede ser la mayor fortaleza o la mayor fuente de angustia (Imagen Ilustrativa Infobae)

Hay cuatro pilares que son fundamentales para desarrollar el sentido de red:

  1. La red familiar: ancla o lastre

La familia puede ser la mayor fortaleza o la mayor fuente de angustia. La clave está en identificar quiénes realmente aportan apoyo y quiénes pueden aumentar el estrés. En momentos de crisis, el círculo de confianza debe pensarse con un fin funcional, y que ayude a reconstruirse en tragedias y desafíos. Esto significa que no debe ser impuesto por lazos sanguíneos. Piensa ahora y anótalo: si tuvieses una situación extrema de verdad, ¿a quienes elegirías para gestionarla y para contención?

  1. Los amigos estratégicos: calidad sobre cantidad

Aunque suene duro, no todos los amigos son parte del sentido de red. Algunos son grandes compañeros de momentos felices, y pueden desaparecer en la tormenta. La clave está en identificar a las personas que aportan estabilidad, que tienen la capacidad de sostener sin juzgar, y que pueden actuar cuando es necesario.

Piensa y registra: ¿A quiénes te gustaría tener cerca? ¿Le contarías los detalles de lo que estás viviendo? ¿Para qué lo harías y qué ayuda específica le pedirás? La calidad del vínculo y la franqueza de ambos lados son fundamentales.

  1. El entorno laboral

Aunque parezca descarnado, la mayoría de las empresas son afectas a que la gente vuelva al trabajo lo antes posible, especialmente si son talentos clave. Lo cierto es que frente a los cimbronazos de la vida, las personas necesitan tiempo. Si la compañía no se lo da, habrá un médico o un psiquiatra dispuestos a dar extensas licencias por trauma.

Pensando en quienes son líderes de equipos, el sentido de red no solo es personal, sino que incluye lo profesional, porque no somos dos personas distintas: somos una, con diferentes roles. Un equipo que sabe apoyarse en momentos difíciles es más resiliente: si hay una cabeza asertiva a cargo, la interacción y cooperación humana los fortalece.

Nuevamente: ¿A quién del trabajo contarías pormenores y a quienes no? ¿Por qué? ¿Cómo actuarías en tu mundo laboral en situaciones así? ¿Cómo pondrías límites?

  1. Profesionales de apoyo: terapia y asesoramiento

Hace poco, un psiquiatra amigo me confesó que según la mayoría de los estudios científicos publicados, el trauma no desaparece con el tiempo: se procesa. La terapia, la asistencia guiada por profesionales de la salud mental, la fe y los espacios de sanación son una necesidad. Tener identificados a los especialistas adecuados antes de que se necesiten puede marcar la diferencia.

Para preguntarte: ¿Qué tipo de contención y apoyo pienso que necesitaría? ¿Qué calidad de profesional y con qué experiencia probada me gustaría que me acompañe?

• Nadie sobrevive solo

El mito del “superviviente solitario” es una falacia. Está demostrado que el derrotero necesita de acompañantes para apoyarse, sin vergüenza ni culpa. Acompañantes que muchas veces serán desconocidos o inesperados, y, en perspectiva, fueron los más apropiados.

El Sentido de Red también nos invita a preguntarnos: ¿Estoy construyendo una red antes de que la necesitemos? ¿Qué calidad y honestidad tengo en todos mis vínculos actuales? Como dijo Viktor Frankl, sobreviviente de los campos de concentración, creador de la corriente psicológica de la logoterapia, y autor de “La vida en busca de sentido”: “Cuando ya no podemos cambiar una situación, tenemos el desafío de cambiarnos a nosotros mismos.” De eso se trata: de una reconstrucción de vida, día a día, lo mejor posible. A tu ritmo.