![Foto tomada desde Ellis Island](https://www.infobae.com/resizer/v2/5MOT3PYQZ5BCTALXFMTEGXRXRI.jpg?auth=313a1b9a6339b356da5d8470380be29b022edbc97c54ad3696291ea264d897f0&smart=true&width=350&height=263&quality=85)
Imagina dejar todo atrás: subirte a un barco atestado con un equipaje que apenas guarda lo indispensable, sin celular, sin dinero y sin saber lo que hay del otro lado del Atlántico. El viaje desde Europa hasta Nueva York puede durar dos semanas en tercera clase: hacinado en la bodega, entre cientos de desconocidos, compartiendo literas y con comida escasa. Las olas sacuden el barco; algunos enferman, muchos sueñan. Y entonces, ves la Estatua de la Libertad, la promesa de un nuevo comienzo… siempre que logres pasar las inspecciones en Ellis Island.
Todos venimos de un mismo lugar. La historia de la humanidad es, en esencia, la historia del movimiento de personas en busca de algo mejor. Tanto Argentina como Estados Unidos son ejemplos claros de naciones forjadas por la inmigración. Los procesos migratorios han moldeado sociedades, economías y coyunturas políticas, no solo en América, sino en Europa y el mundo entero.
En la actualidad, la inmigración no solo genera intensos debates en Estados Unidos, sino que está redefiniendo el futuro del país. A través de los siglos, las actitudes hacia la inmigración han fluctuado entre la aceptación y la resistencia. Sin embargo, ningún lugar ejemplifica mejor el impacto positivo y el espíritu emprendedor de los inmigrantes que Nueva York.
Desde su fundación, Nueva York ha sido un crisol de personas, historias, culturas e ideas -una ciudad edificada por quienes buscaban una nueva vida-. A lo largo de generaciones, millones de inmigrantes han atravesado océanos y fronteras para establecerse en esta metrópolis, dejando una huella indeleble tanto en su identidad como en la de Estados Unidos. Esta historia resuena con la de Argentina, donde gran parte de la población puede trazar sus orígenes hasta un barco cruzando el Atlántico. Entre 1860 y 1930, aproximadamente 6 millones de europeos llegaron a las costas argentinas.
La ciudad nació en 1624 como un puesto comercial llamado Nueva Ámsterdam, establecido por la Compañía Neerlandesa de las Indias Occidentales. Desde sus inicios fue un enclave multicultural donde convivían comerciantes holandeses, inmigrantes europeos y refugiados religiosos. En 1664, los ingleses tomaron el control de la colonia y la renombraron como Nueva York. Así comenzó una nueva historia: un pasado que terminaba mientras otro presente nacía. Nueva York es, en esencia, una historia de renovación constante, de destruir y construir, de resignificar el pasado.
![Turistas observan la Estatua de](https://www.infobae.com/resizer/v2/VVHNVXC4ONGBHBJMAHNAEJABIU.jpg?auth=bacec2e16ec95fb53784a089fc94c09f986e3c622c047613adc993f6129a7874&smart=true&width=350&height=217&quality=85)
La ciudad se estableció rápidamente como un puerto clave del Atlántico, con una economía sustentada en el comercio. Tras la independencia de Estados Unidos, Nueva York se convirtió en la primera capital del país y experimentó un crecimiento significativo impulsado por la inmigración masiva. Entre 1820 y 1957, recibió a más de 65 millones de inmigrantes de todo el mundo.
Hasta finales del siglo XIX, no existían leyes que restringieran la inmigración a Estados Unidos. Los barcos arribaban directamente a los muelles de Manhattan, donde los inmigrantes eran recibidos informalmente por familiares o empleadores. Esto desencadenó la proliferación de estafadores que buscaban engañar o confundir a los recién llegados para sacar un rédito de la situación.
Para combatir estas prácticas, ayudar a los recién llegados y poder aislar a los enfermos, en 1855 se creó el Depósito de Desembarco de Emigrantes en Castle Garden, en Battery Park. Este centro realizaba un control médico y ofrecía diversos servicios esenciales como la búsqueda de empleo, venta de boletos de tren, cambio de divisas, servicio de telegramas, redacción de cartas, manejo de equipaje y asistencia de intérpretes. Castle Garden recibió a más de 8 millones de personas y operó hasta 1890, cuando el gobierno federal asumió la gestión migratoria y estableció, en 1892, la emblemática estación de Ellis Island.
![Ellis Island, 1902-1913 (Foto de](https://www.infobae.com/resizer/v2/EZEZT74KGJF5JPXTE6HEVMNV4M.jpg?auth=3d4640e0086b66ee07d6bab40395e420515a3968ba9e17bf96fb1b843e367ed6&smart=true&width=350&height=233&quality=85)
Ellis Island marcó un antes y un después en la historia de Estados Unidos. Fue el principal punto de entrada de inmigrantes al país entre 1892 hasta 1954, procesando más personas que todos los demás puertos del país en conjunto. Más de 12 millones de personas fueron recibidas en su nueva vida en América por la Estatua de la Libertad, ubicada muy cerca, en Liberty Island.
El Museo de Inmigración de Ellis Island, cuya entrada está incluida en la visita a la Estatua de la Libertad, permite revivir la experiencia de quienes llegaron en busca de una nueva vida. A lo largo del recorrido, se pueden conocer las distintas etapas que atravesaban los inmigrantes: desde el exhaustivo examen médico y la entrevista legal hasta la espera en la gran sala de registro, donde su futuro en Estados Unidos se definía en cuestión de horas. Así como en Argentina existe el CEMLA, que permite rastrear la llegada de inmigrantes al país, el museo de Ellis Island ofrece una base de datos donde es posible buscar apellidos y descubrir si algún antepasado pasó por allí.
![Sala de Registro de Ellis](https://www.infobae.com/resizer/v2/AK5BPFGNHBG3VBOE6UOYCSICAM.jpg?auth=7339a4124ae6566c3014a6d48b3ed655a0d4ed326c9068f1320e7009e79a8993&smart=true&width=350&height=263&quality=85)
Hurgando en las bases de datos de Ellis Island encontré una foto del barco Martha Washington, que trasladó a mi bisabuela, Zorka, de Croacia a Argentina en 1924. Fue una extraordinaria casualidad descubrir que esta embarcación no solo conectaba la ruta Trieste-Buenos Aires y Nueva York, sino que también estuvo varada en Hoboken —a metros de donde viví mucho tiempo— durante los primeros años de la Primera Guerra Mundial. El ejército de EEUU la utilizó posteriormente para trasladar tropas a Francia. El mundo es muy pequeño, después de todo.
Después de la inspección médica y legal, los inmigrantes enfrentaban otra decisión importante: establecerse en Nueva York o dirigirse en tren desde la Terminal Central de Jersey City hacia otros destinos del país. Los trenes destinados a inmigrantes circulaban por vías separadas, con sus pasajeros segregados del resto de viajeros. Quienes optaban por Nueva York tomaban un ferry hasta Battery Park y se instalaban en Lower East Side —el barrio más densamente poblado del planeta en aquella época— en edificios pequeños y abarrotados llamados tenements, que actualmente pueden visitarse en el Tenement Museum.
A medida que crecía la inmigración, también lo hacían los intentos de regularla. En 1882, la Ley de Exclusión de Chinos prohibió la inmigración de trabajadores de ese origen, marcando el inicio de un endurecimiento en las políticas migratorias. La Ley de Inmigración de 1917 amplió la lista de inadmisibles y estableció restricciones basadas en la alfabetización. En 1965, la Ley de Reunificación Familiar abolió el sistema de cuotas basado en nacionalidad y estableció un sistema de preferencia basado en la relación familiar y habilidades laborales.
![Mujeres y niños esperando su](https://www.infobae.com/resizer/v2/F3N2NSIRJBHUNFCTVH6W2KHYSQ.jpg?auth=fbf8e043b167c42e0e358fa92a6e517f47b65beb353c409aede44ce75a590cb9&smart=true&width=350&height=233&quality=85)
A pesar de estas barreras, el flujo migratorio nunca se detuvo, y jamás se detendrá. La ciudad siguió recibiendo oleadas de inmigrantes de todo el mundo, cada uno aportando su grano de arena a la evolución de Nueva York.
Hoy, más de un tercio de los neoyorquinos nacieron fuera de Estados Unidos, y más del 50% de la población tiene al menos un padre inmigrante. La diversidad que define a la ciudad es el resultado directo de siglos de migración. La influencia de estos movimientos de personas es innegable: han sido el motor de la economía, han enriquecido la cultura y han transformado a Nueva York en lo que conocemos hoy. Esta ciudad única atrae a visitantes de todo el mundo y se prevé que en 2025 el turismo alcance cifras sin precedentes.
Nueva York es el mejor ejemplo de lo que una sociedad diversa y abierta puede lograr. Es un recordatorio de que el progreso se construye con la mezcla de ideas, esfuerzos y sueños de aquellos que se atreven a buscar una vida mejor. Y al final del día, es esa constante reinvención, impulsada por la inmigración, lo que la hace verdaderamente única.
Por todo esto, no hay Nueva York sin inmigrantes, y no hay Estados Unidos sin la historia de quienes llegaron con la esperanza de un nuevo comienzo. Como reza el poema “El Nuevo Coloso”, de Emma Lazarus, grabado a los pies de la Estatua de la Libertad -regalo de Francia a Estados Unidos en 1886-, la ciudad recibe con los brazos abiertos a las masas cansadas que escapan en busca de una vida mejor. Y así debería mantenerse para que la ciudad no pierda la esencia que la hace tan rica y multicultural.
![Inmigrantes en el Lower East](https://www.infobae.com/resizer/v2/J7DSPMJKEZCFLACIMN23DRBA6I.jpg?auth=9981ec69428c8554eb981976a837b6ab4b9e7677ade0361df494d113181d07ac&smart=true&width=350&height=263&quality=85)
Regulación de la inmigración en Estados Unidos a lo largo del tiempo:
● Ley de Naturalización de 1790: Estableció que solo los “hombres libres” blancos podían obtener la ciudadanía estadounidense después de dos años de residencia.
● Ley de Exclusión de Chinos de 1882: Prohibió la inmigración de trabajadores chinos a Estados Unidos.
● Ley de Inmigración de 1882: Determinó un impuesto de 50 centavos a cada inmigrante y excluyó a “indeseables” como convictos, enfermos mentales y personas sin medios de subsistencia.
● Ley de Inmigración de 1917: Introdujo una prueba de alfabetización para los inmigrantes y estableció una “zona prohibida” desde la cual la inmigración estaba restringida, abarcando gran parte de Asia y el Pacífico.
![Sala de Registro de Ellis](https://www.infobae.com/resizer/v2/4KUCUVX66FAQBJV4QJ3NI2H5YI.jpg?auth=9469030c8e8775ad1deba9155769bc97162a7fb559d50516014e849019ec0e1b&smart=true&width=350&height=263&quality=85)
● Ley de Inmigración de 1924 (Ley Johnson-Reed): Estableció un sistema de cuotas basado en la nacionalidad, limitando el número de inmigrantes de cada país al 2% del número de personas de esa nacionalidad que residían en Estados Unidos según el censo de 1890.
● Ley de Inmigración y Nacionalidad de 1952 (Ley McCarran-Walter): Consolidó y reorganizó las leyes de inmigración existentes, manteniendo el sistema de cuotas basado en la nacionalidad y eliminando la exclusión de inmigrantes basada en la raza.
● Ley de Inmigración y Nacionalidad de 1965 (Enmienda Hart-Celler): Abolió el sistema de cuotas basado en la nacionalidad y estableció un sistema de preferencia basado en la relación familiar y habilidades laborales.
● Ley de Reforma y Control de Inmigración de 1986 (IRCA): Estableció sanciones contra empleadores que contrataran a trabajadores indocumentados y otorgó estatus legal a ciertos inmigrantes indocumentados que habían vivido en Estados Unidos desde antes de 1982.
● Ley de Inmigración de 1990: Incrementó los límites de visas y creó un programa de lotería de visas para diversificar la inmigración.
*La autora es Economista (UNR), Máster en Economía (UCEMA), fundadora de NY My Way y experta en turismo en Nueva York. @mividaen.nyc